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Desmantelados dos laboratorios de speed en Dima y Donostia con droga valorada en 2,5 millones

Cuatro de los seis detenidos la semana pasada por la Guardia Civil acusados de ser responsables de sendos laboratorios de speed en Dima y el barrio de Altza, en Donostia, han ingresado en prisión. La droga incautada está valorada en 2,5 millones de euros.

Imagen de los distintos tipos de drogas incautados en estas operaciones. (GUARDIA CIVIL)
Imagen de los distintos tipos de drogas incautados en estas operaciones. (GUARDIA CIVIL)

Los seis arrestados fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción nº 2 de Donostia, Juzgado de Instrucción nº 1 de Iruñea, Juzgado de Instrucción nº 3 de Durango y Juzgado de Instrucción nº 8 de Bilbo, donde decretaron el ingreso en prisión de cuatro de ellos y la libertad con medidas cautelares para otros dos.

La Guardia Civil acusa a los detenidos en Bilbo, Lemoa, Donostia, Tafalla y Altsasu de formar una «organización criminal» responsable de la «elaboración y distribución de speed» tras el desmantelamiento de dos laboratorios situados en una vivienda de la localidad vizcaina de Dima y en un piso en el barrio donostiarra de Altza.

En los laboratorios clandestinos han intervenido 56 kilogramos de speed, 10 kg de hachís, 2,76 kg de cocaína 20 kg de anfetaminas, 25 kg de aceite de metanfetamina, 7,3 kg de sustancia de corte, 1 kg de ‘tusi’ o cocaína rosa, 720 gramos de ketamina, 291 gramos de LSD, 470 gramos de pasta de coca, 2 kg de picadura de marihuana, polen de hachís, y otras sustancias y elementos para su elaboración.

El valor aproximado de la droga incautada supera los 2 millones y medio de euros. Además, han incautado vehículos de alta gama.

Relato policial

La Guardia Civil de las comandancias de Bizkaia y Gipuzkoa había bautizado las dos operaciones como ‘Konposatu-Estacha’ y ‘Elurra’.

La primera de ellas, la ‘Konposatu-Estacha’, llevaba varios meses en marcha con el objetivo de desmantelar un laboratorio ubicado en la localidad de Dima.

Los agentes de la Guardia Civil sospechaban de que un narcotraficante bilbaino estaría realizando labores de elaboración y distribución de droga en Hego Euskal Herria.

Las pesquisas policiales concluyeron que el laboratorio se ocultaba en una casa aislada, en un paraje rural en la citada localidad con paso acotado y de difícil acceso, donde este presunto narco «cocinaba» las sustancias que después transformaría en speed, MDMA, o adulteraría como el ‘tusi’ o cocaína rosa, LSD o el Sildenafilo.

Las investigación confirmó la relación personal de esta persona con otra de Gipuzkoa, dando origen a la operación ‘Elurra’, en la que posteriormente resultaría detenido el ciudadano de Gipuzkoa.

Hacia Donostia

En el marco de ‘Elurra’, la Guardia Civil investigó paralelamente a un grupo organizado que producía y distribuía sustancias estupefacientes en todo el Estado español. Los agentes tenían sospechas de que parte del speed que distribuía el grupo provenía de Euskal Herria.

Las pesquisas llevaron a descubrir que el grupo se ubicaba en el barrio de Altza de Donostia y estaba formado por cuatro personas que tenían «perfectamente definidos sus roles dentro de la organización».

Según la versión policial, uno de ellos era el «cocinero/químico» de la sustancia: se encargaba de la transformación del aceite de speed en speed, multiplicando la cantidad recibida considerablemente utilizando sustancias de corte; otro se encargaba de la seguridad del laboratorio y el suministro de las sustancias necesarias; un tercero distribuía/comercializaba la mercancía elaborada y la ponía a disposición de otros traficantes situados en diferentes localidades del Estado; y el cuarto, transportista, se encargaba de la distribución a otros «narcos» de localidades repartidas por todo el Estado.

El laboratorio se hallaba situado en una vivienda, donde el «cocinero» preparaba las sustancias. Durante el registro, además de la droga intervenida, hallaron el material y aparataje necesario para su fabricación.

Asimismo, llevaron a cabo otros dos registros en los que se incautaron más de 5.000 euros en efectivo, un revólver simulado, una pistola de descargas eléctricas, 5 básculas de precisión, 760 gramos de cocaína en roca, 10 kilogramos de hachís, 3 kg de cogollos de marihuana, 1 kg de speed, 95 gramos de resina de hachís, 9 plantas de marihuana de cultivo indoor doméstico, 16,8 gramos de pastillas de éxtasis, 32 gramos de ketamina, 79,7 gramos de MDMA así como sustancias para el corte y/o manipulación de las sustancias estupefacientes.

El «cocinero» del grupo

En este caso, el modus operandi del «cocinero» del laboratorio era la adquisición de productos propios para la elaboración de las sustancias estupefacientes, la fabricación y transformación de los productos, así como su distribución.

Practicada la entrada y registro en la casa y en un trastero que tenía alquilado el investigado en Bilbo, se logró la aprehensión de unos 20,3 kilogramos de anfetamina, 7 kg de sustancia de corte, 291 gramos de LSD, 1 kg de cocaína rosa, 2 kg de cocaína, 2 kg de picadura de marihuana, 25 kg de aceite de metanfetamina, 49 gr de polen de hachís, 720 gr de ketamina, 2 kg de speed, 270 gr hachís y más de medio kilo de otras sustancias.

Además intervinieron 33 botes de Sildenafilo dispuestos para la venta, numerosas garrafas con sustancias químicas para el corte y manipulación de las sustancias ilícitas y 47.000 euros en efectivo.

Además, poseía como medida de seguridad un arma de fuego real y dos perros en el interior de la vivienda.