No sabemos qué resultados arrojaría ahora mismo un referéndum sobre la actual Constitución española en los territorios vascos al sur de los Pirineos. Tampoco sabemos –ejercicio sugerente– si se movería en los porcentajes de 1978, cuando la Carta Magna que culminó el proceso de Transición española suscitó el apoyo minoritario de solo el 34,56% de la población de Hego Euskal Herria. Para saber todo eso sería necesario, sencillamente, un referéndum.

Pero visto que no está en el orden del día, por mucho que Iván Redondo augure una reforma constitucional para 2030, lo que sí puede calcularse –de forma siempre aproximada– es qué porcentaje de la población que vive actualmente en Hego Euskal Herria dio su voto afirmativo al documento que, salvo intervención de tribunales europeos, tiene la última palabra sobre los derechos y obligaciones de los ciudadanos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa.

Solo uno de cada tres vivos pudo votar

El cálculo es sencillo, pero requiere de varios pasos. Primero de todos: ¿Cuánta gente actualmente viva tuvo derecho a voto en 1978? Es decir, ¿cuánta gente nació en 1960 o antes? Según los datos del INE relativos al padrón de 2020, son un total de 821.952 personas, lo que supone el 28,52% de la población total de Hego Euskal Herria. Primer dato significativo a tener en cuenta: menos de uno de cada tres ciudadanos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa pudo votar en el referéndum.

Pero hay más. Como se sabe, la participación en aquel plebiscito fue por lo general muy limitada en territorio vasco, si bien hubo diferencias notables entre herrialdes, desde el 42,5% de Bizkaia al 66,6% de Nafarroa. Y el voto afirmativo sobre el censo total fue en algunos casos absolutamente minoritario, como en Gipuzkoa, donde solo el 27,7% de la población con derecho a voto dio su visto bueno a la Constitución que sellaba la monarquía borbónica. Nafarroa fue el único territorio que dio una ajustadísima mayoría a la Carta Magna (50,4%). En el conjunto de Hego Euskal Herria, en cualquier caso, el porcentaje de votos favorables se quedó en un exiguo 34,6%.

Solo uno de cada diez lo hizo a favor

Ahora viene la parte aproximativa. Evidentemente, no podemos saber si esas 821.952 personas que pudieron votar en 1978 –en realidad son ya menos, pues el padrón es de 2020– lo hicieron o no, y en caso afirmativo, en qué sentido lo hicieron. Pero este no aspira a ser más que un ejercicio aproximativo, por lo que si se les aplica el porcentaje de votos a favor registrado hace más de cuatro décadas, nos encontramos con que solamente el 9,9% de la actual población habría votado afirmativamente a la Constitución que rige las vidas de los ciudadanos de Hego Euskal Herria.

En el caso de la CAV, donde el apoyo a la Constitución llegó en 1978 al 31%, el porcentaje de personas vivas que habría votado a favor a duras penas llega al 9,1%; mientras que en Nafarroa se eleva al 13%.

Son, en cualquier caso, aproximaciones que dejan entrever que apenas uno de cada diez habitantes actuales de Hego Euskal Herria votó a favor del actual marco legal español. O lo que es lo mismo, el 90% de los ciudadanos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa no ha votado a favor de la ley suprema española, que garantizó el traspaso del régimen franquista a una democracia parlamentaria condicionada, haciendo al ejército garante de la indivisibilidad de España.