Una de las medidas más criticadas actualmente en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa es la suspensión del deporte escolar al menos hasta el 28 de enero. Un día después de que federaciones deportivas guipuzcoanas salieran a la palestra para reivindicar su reanudación este próximo fin de semana, ante la falta de argumentos sanitarios para este veto, la consejera de Salud ha dado una peculiar explicación, según la cual el deporte escolar se sacrifica para así permitir más aulas abiertas.

Se da la circunstancia de que en paralelo a la suspensión del deporte escolar los protocolos de aperturas de aulas se han relajado hasta el punto de que no se imponen cuarentenas ya hasta que haya cinco positivos en cada clase. Una contradicción difícil de entender. De hecho, el lunes el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, admitió que apenas hay aulas cerradas ya aunque se hayan producido más de 3.000 bajas de irakasles desde el reinicio tras las Navidades.

Sagardui se ha referido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno a las reclamaciones de las federaciones, que tildan de «incomprensible» esta medida, además de perjudicial para los chicos y chicas.

Sagardui ha argumentado que la decisión de suspender hasta el próximo 28 de enero la competición del deporte escolar –se salvan los entrenamientos–, se adoptó en una reunión entre tres departamentos del Gobierno y las tres diputaciones forales, que son las que tienen la competencia en esa materia. Y ha argumentado que se decidió con un doble objetivo: por una parte proteger a los menores de 12 años que iniciaron hace 3 semanas la vacunación (aunque se impide por igual la práctica a vacunados y no vacunados), y «preservar la presencialidad» en la vuelta a las aulas tras las vacaciones de Navidad.

Ha añadido que la competición provoca una movilidad y una mezcolanza de grupos que facilitan la transmisión de virus.

La decisión de suspender la competición no está recogida en ningún decreto del Gobierno de Lakua, ha apostillado Sagardui, por lo que serán las mismas instituciones que la acordaron las que, en función de la evolución de la pandemia en los días que restan hasta el 28 de enero, determinarán cuándo debe de volver a activarse.