El buque Aita Mari, perteneciente a la ONG guipuzcoana Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), zarpa este jueves desde el puerto de Borriana (Castelló) hacia una nueva misión de rescate en el Mediterráneo central.

El buque pesquero reconvertido en barco de salvamento lleva amarrado desde el 8 de noviembre en el puerto de Borriana, donde ha llevado a cabo labores de mantenimiento, tras su última misión, en la que rescató a 105 inmigrantes, la mayoría de ellos de origen egipcio.

Los miembros de la ONG desembarcaron a estos migrantes el 25 de octubre en el puerto italiano de Trapani, después de más de seis días a bordo.

Esta vez, el Aita Mari viaja con la nueva presidenta de SMH, Izaskun Arriaran, a bordo, y con la intención de poder llevar a cabo más de una misión de rescate en el Mediterráneo, ha informado la ONG en un comunicado.

El regreso del Aita Mari se produce después de que más de cuatrocientas personas que intentaban alcanzar Europa en embarcaciones hayan sido rescatadas en las últimas horas por organizaciones humanitarias.

El barco humanitario Geo Barents, de Médicos Sin Fronteras (MSF), ha rescatado a 109 migrantes en el Mediterráneo, que se suman a las 87 personas salvadas este miércoles, mientras que la nave Mare Jonio, de la ONG Mediterranea Saving Humans, también ha socorrido a 208 personas.

«El Geo Barents acaba de rescatar a 109 personas tras recibir una alerta de Alarm Phone (el servicio telefónico para migrantes)», ha escrito la ONG en las redes sociales.

MSF ha indicado que su tripulación está tratando «a varias personas por hipotermia leve, pero todas están bien» y ha añadido que los asistidos han pasado «la noche en el mar tras huir de Libia».

«Continuamos arrebatando vidas al Mediterráneo, esta vez 109 que ya están a bordo del Geo Barents. Gracias al buque LouiseMichel –financiado por Banksy– por la escolta prestada hasta nuestra llegada y durante la operación», ha añadido, por su parte, el instructor de salvamento acuático Salva Perelló, que está a bordo de la embarcación humanitaria.

La nave ya salvó el jueves en el Mediterráneo a otras 87 personas, entre ellas dos niños muy pequeños, que habían huido de Libia, indicó entonces la ONG.

De forma paralela, el barco Mare Jonio, de la Mediterranea Saving Humans, ha socorrido en las últimas horas a 208 personas, entre mujeres, hombres y niños.

La primera operación de rescate ha durado unas cuatro horas, por su dificultad: los migrantes navegaban en un bote de madera que se estaba hundiendo y algunos de ellos ya estaban en el agua cuando la embarcación llegó a la zona para prestarles ayuda, ha explicado la ONG.

En la segunda, esta mañana, también los 107 rescatados, entre los que había 14 mujeres y dos niños menores de un año, corrían peligro en una barcaza de madera, pero «ya están a salvo» y ahora «necesitan un puerto seguro para desembarcar», ha dicho la ONG en Twitter.

En lo que va de año y hasta el 19 de enero, han llegado a Italia 410 migrantes, frente a los 358 que lo hicieron en el mismo periodo del pasado año, según datos del Ministerio italiano del Interior.

Más de 1.500 personas perdieron la vida en 2021 intentando alcanzar las costas del sur de Europa a través de la ruta central del Mediterráneo, que conecta básicamente Libia con Italia, según un balance provisional de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

52.000 migrantes intentaron cruzar el Canal de la Mancha

El año pasado, unos 52.000 migrantes intentaron cruzar el canal de la Mancha, desde las costas francesas en dirección a Gran Bretaña, según ha informado este jueves el Ministerio francés del Interior.

De este total, unos 28.000 lograron llegar a las costas británicas, más que el triple que en 2020, según cifras suministradas a principios de año por la agencia de noticias británica PA.

El flujo masivo de migrantes ha envenenado las relaciones de Gran Bretaña y Estado francés, al cual el gobierno británico critica por no evitar suficientemente las partidas desde su suelo, pese a los fondos enviados con este objetivo.

La crisis llegó a su punto álgido a finales de noviembre, cuando 27 migrantes murieron al intentar cruzar el Canal de la Mancha.

Según cifras oficiales, al menos 36 migrantes perdieron la vida en estas aguas entre el Estado francés y Gran Bretaña en 2021.

En 2021 también se registraron en el Estado francés más de 104.000 primeras solicitudes de asilo, un alza de 28,3%, pero en un nivel que sigue estando muy por debajo de las cifras de antes de la crisis sanitaria, según datos provisionales del ministerio.

Este aumento se explica, principalmente, por el aumento de solicitudes de ciudadanos afganos que huyeron en agosto tras el retorno al poder de los talibanes.