El festival de documentales Fipadoc ha recobrado su animado ambiente, tras una edición que tuvo que retrasarse varios meses, y tuvo una afluencia muy reducida. El palacio Bellevue y las salas de Biarritz vuelven un año más a reunir a cientos de profesionales y miles de espectadores, hasta este domingo, cuando finalizará el certamen. La participación no es tan alta como otros años, pero se han podido acercar profesionales de otros estados, y el público también ha acudido a esta cita anual de referencia.

Si el pasado año las salas de proyección, o los espacios para descubrir las delicias de los documentales en 3D estaban más que medio vacíos, en algunos casos prácticamente sin público, este año han vuelto las colas y el bullicio.

La mayor parte de los profesionales se han acercado a la cita, y en algunas sesiones se están llenando las salas. Es el caso de la película ‘Altsasu: Gau Hura’ de Amets Arzallus y Marc Parramon, en la que se hace un seguimiento del «caso Altsasu» desde 2017, en cuya presentación prácticamente se llenó la sala, en esta edición en la que se ha otorgado una mayor presencia a la produción vasca y en euskara.

Las cifras exactas no se conocerán hasta varias semanas después de que termine el festival, pero la responsable de comunicación del festival, Marga Alija, afirma que «en algunos casos las salas no están llenas, pero las ocupaciones son bastante respetables».

En lo que respecta a la presencia de profesionales, también ha afirmado que está habiendo una participación importante, «ha habido alguna cancelación, pero estamos contentos». A pesar del cierre de fronteras ha habido presencia internacional, algo que fue prácticamente imposible en la pasada edición. Y que además se celebró en junio, lo que no ayudó a reunir a los profesionales y al público.

En el espacio y entre dinosaurios

Uno de los grandes éxitos del festival suele ser la sección Smart, que ofrece la oportunidad de ver los últimos documentales en 3D, de manera gratuita, en el palacio Bellevue. La vuelta del público se ha hecho notar, ya que una vez más es necesario acercarse unas horas antes para reservar plaza, y poder así ponerse las gafas y los cascos que llevan al espectador a otros lugares del mundo, y más allá.

Este año el documental que mayor éxito esta teniendo entre el público es ‘Space Explorers, The ISS experience’, que permite a los espectadores ‘flotar’ entre los astronautas que se encuentran en la Estación Espacial Internacional. El documental está grabado totalmente en la instalación durante su constante recorrido alrededor del mundo, y el espectador puede ver sus diferentes partes, incluso mirar hacia abajo y ‘verse flotar’.

En las dos partes de la película estadounidense y canadiense dirigida por Félix Lajeunesse y Paul Raphaël, se muestra a los astronautas trabajando, pero también ofrecen su testimonio delante de la cámara, mientras se agarran con los pies o las manos a alguno de los salientes para no alejarse involuntariamente y para mantenerse en el mismo sentido de la cámara y no ponerse cabeza abajo.

También se aprecian las puestas de sol desde el espacio y la experiencia que supone salir al espacio. La primera parte es ‘Adapt’, y en la segunda, ‘Advance’, se preparan para la marcha de tres de los ocupantes de la estación, se reflexiona sobre el «rol vital de las mujeres en el espacio», entre los seis astronautas presentes, de los cuales dos son mujeres.

‘Genesis’

Otra de las obras que está teniendo un gran éxito es la alemana ‘Genesis’ dirigida por Joel Couretiag, que propone un viaje en el tiempo desde la creación hasta nuestros días, y en donde el espectador, primero flota en el universo, luego vuela sobre las aguas que cubrían totalmente el planeta, después bucea entre los primeros seres vivientes, se pasea entre los dinosaurios, acompaña a los homínidos y comparte una velada entre los primeros homo sapiens en el interior de una cueva.

Entre las obras a competición en esta sección, las experiencias y las realidades son muy diferentes. En ‘Kusunda’ la coproducción entre Nepal, Alemania, Suecia, Suiza, Estados Unidos y Taiwan, se acompaña al chaman nepalí que da nombre al documental, y que se resigna a olvidar su lengua materna, mientras su nieta Hima, decide luchar por ella. ‘Montegelato’ muestra las cascadas italianas que llevan ese nombre, a través de un montaje de 180 producciones diferentes, como películas, programas de televisión o documentales, que han grabado dicha catarata.

Experiencias muy diferentes que permiten a la espectadora y al espectador introducirse e incluso sentir la vivencia en lugares y realidades que no podría conocer de otra manera.