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Los militares culminan el golpe de estado en Burkina Faso y deponen al presidente Kaboré

Militares agrupados en el denominado Movimiento Patriótico por la Salvaguarda y la Restauración (MPSR) han tomado el poder en un golpe de Estado en Burkina Faso y han depuesto al presidente, Roch Kaboré.

Los militares golpistas han leído su comunicado en la televisión de Burkina Faso.
Los militares golpistas han leído su comunicado en la televisión de Burkina Faso. (AFP)

Las Fuerzas Armadas de Burkina Faso han anunciado este lunes la destitución del presidente del país, Roch Christian Kaboré, y su sustitución por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba.

El anuncio incluye la suspensión de la Constitución, la disolución del Gobierno y de la Asamblea Nacional de Burkina Faso, así como el cierre de fronteras terrestres y aéreas y la instauración de un toque de queda desde las 21.00 hasta las 05.00 hora local en todo el territorio nacional «hasta nueva orden».

El comunicado está firmado por Damiba, autoproclamado presidente del Movimiento Patriótico de Salvación y Restauración (MPSR), hasta ahora desconocido, y ha sido leído por otro militar, el capitán Sidsore Kaber Ouedraogo, en una conexión en directo emitida sobre las 17.30 horas por la televisión publica burkinesa, RTB.

«Ante la continua degradación de la situación de seguridad que amenaza los cimientos de nuestra nación, la incapacidad manifiesta del poder de Roch Marc Christian Kaboré de unir a los burkineses para afrontar la situación con eficacia, y siguiendo las aspiraciones de los diferentes estratos sociales de la nación, el MPSR ha decidido asumir sus responsabilidades ante la historia», señala el comunicado leído por los militares.

Los golpistas aseguran que la toma del poder se ha llevado a cabo «sin derramamiento de sangre y sin ningún tipo de violencia física sobre las personas detenidas, que se encuentran en un lugar seguro y respetando su dignidad», aunque no han precisado si entre esos arrestados se encuentra el depuesto presidente, de 64 años.

El anuncio de los golpistas ha tenido lugar después de que este domingo Burkina Faso viviera una situación tensa tras oírse disparos desde la madrugada en varios cuarteles militares de la capital y otras localidades del país (Ouahigouya y Kaya).

El Gobierno burkinés desmintió entonces que se tratara de un golpe de Estado y los medios locales indicaron que fue un motín para exigir mejoras al Gobierno, entre ellas más medios para luchar contra los yihadistas (de los que son blanco las tropas burkinesas), y la dimisión de altos cargos militares y de inteligencia, entre otros.

Pero la situación llevó al Gobierno a imponer un toque de queda nocturno la noche el domingo y el ministro de Educación anunció que los establecimientos escolares permanecerían cerrados los días 24 y 25 de enero para «preservar la seguridad de los alumnos».

Tras escucharse anoche disparos cerca de la residencia del presidente, esta mañana fuentes militares han confirmado su detención en un cuartel, mientras fuentes de la Gendarmería han indicado más tarde que el mandatario se encontraba «aislado» y protegido.

En medio de toda esa confusión, el propio Kaboré, que dirigía el país desde 2015, ha invitado a los militares en su cuenta de Twitter a deponer las armas y a resolver sus «contradicciones» a través del diálogo.

 

 

Poco después, el gubernamental Movimiento del Pueblo para el Progreso (MPP) ha denunciado una «tentativa abortada de asesinato» de los militares sublevados contra Kaboré y otro ministro (sin especificar de quién se trataba) ha señalado que el palacio presidencial está rodeado por hombres «fuertemente armados y encapuchados». Decenas de jóvenes, entre ellos representantes de la sociedad civil, se han congregado en la céntrica Plaza de la Nación, en la capital del país para apoyar a los militares.