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Tegucigalpa

Castro jura como presidenta de Honduras, la primera mujer que ocupa este cargo en Centroamérica

La ceremonia de investidura de Xiomara Castro, líder del Partido Libertad y Refundación, como presidenta de Honduras se ha celebrado este jueves en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, la capital de este país de cerca de diez millones de habitantes.

Xiomara Castro, después de prestar juramento durante la ceremonia de su investidura, este jueves, en Tegucigalpa.
Xiomara Castro, después de prestar juramento durante la ceremonia de su investidura, este jueves, en Tegucigalpa. (Luis ACOSTA | AFP)

El acto de investidura ha comenzado hacia las 11.40 horas de este jueves (18.40 en Euskal Herria) cuando Xiomara Castro y su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, quien fue derrocado en un golpe de Estado en 2009, llegaron al Estadio Nacional de Tegucigalpa, donde fueron recibidos con aplausos por miles de sus compatriotas.

«Prometo ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución y sus leyes», ha dicho Castro ante la jueza Karla Rivera con su mano izquierda puesta en un ejemplar de la Constitución que sostenía una de sus nietas.

Seguidamente, la jueza Rivera ha tomado el juramento a los tres designados presidenciales (vicepresidentes) Doris Gutiérrez, Salvador Nasralla y Renato Pineda.

En su primer discurso como presidenta, ha señalado que «la refundación de Honduras comienza por el restablecimiento al respeto del ser humano, la inviolabilidad de la vida, la seguridad de los ciudadanos, no más escuadrones de la muerte, no más silencio ante los feminicidios, no más sicariato, no más narcotráfico ni crimen organizado».

Ha añadido que refundar Honduras es «una misión de patria» y que está comprometida a «sentar las bases de combate frontal a la corrupción, para que estos hechos que nos han avergonzado jamás vuelvan a repetirse».

«La Presidencia de la república nunca ha sido asumida por una mujer en Honduras, han tenido que pasar 200 años desde que se proclamó nuestra independencia, estamos rompiendo cadenas y tradiciones, este hecho histórico solo pudo surgir de la voluntad mayoritaria del pueblo, gracias pueblo hondureño, gracias por ese honor y confianza», ha manifestado Castro entre los aplausos de los asistentes.

«La gente tiene que saber qué hicieron con el dinero y dónde están los veinte millones de dólares que sacaron en préstamos, mi Gobierno no continuará con la vorágine de saqueo que ha condenado a los jóvenes a pagar una deuda que contrajeron a sus espaldas, hay que arrancar la corrupción de los doce años de dictadura», ha enfatizado la presidenta de Honduras.

«La catástrofe económica que recibo no tiene parangón en la historia del país (...). La pobreza se incrementó al 74% hasta convertirnos en el país más pobre de América Latina», ha señalado Castro para quien esta cifra explica la caravana de «miles de personas de todas las edades» que huyen a México y Estados Unidos para buscar «una forma de subsistir sin importar el riesgo para sus vidas».

Castro ha explicado también que las condiciones de la deuda heredada por el anterior Gobierno de Juan Orlando Hernández ha hecho «casi imposible» hacer frente a ella, por lo que ha demandado una reestructuración de la misma a los acreedores.

«Refundación del Estado socialista y democrático»

Ha prometido la «refundación del Estado socialista y democrático» y tras recordar cómo el pasado Gobierno puso «en entredicho la soberanía nacional, vendiendo el territorio como cualquier otra mercancía», ha anunciado la presentación de una ley para derogar la polémica Ley ZEDE, con la que ciertas zonas quedaban sujetas a un régimen administrativo especial, donde los inversores son quienes deciden en asuntos de naturaleza jurídica, de seguridad y de fiscalidad.

Castro ha señalado que la inversión presupuestaria durante su mandato tendrá cuatro destinos de «suprema prioridad», como son la educación, la salud, el empleo, la seguridad, en este caso «no solo jurídica sino ciudadana y social».

«Seguridad de que se puede hablar con libertad y sin represalias. El disenso racional es admitido», ha dicho Castro, quien también ha prometido luchar contra el los homicidios y la violencia contra las mujeres, así como contra el crimen organizado y el narcotráfico.

La presidenta hondureña también ha prometido energía eléctrica gratis para más de un millón de familias que viven en extrema pobreza y que consumen menos de 150 kilovatios, un coste al Estado que «deberá» ser sufragado por «los altos consumidores» del país.

A su vez, ha adelantado que enviará un proyecto de ley al Congreso para crear un subsidio a los combustibles y reducir el precio de los actuales; así como la creación de un mecanismo legal para disminuir los intereses bancarios para la producción, y la vuelta a las escuelas de los más pequeños, con matriculación gratuita, merienda escolar y vacunas.

Castro también ha señalado que su Gobierno trabajará de manera conjunta con las Fuerzas Armadas para asegurar la protección del medioambiente y que no permitirán que se otorgue más concesiones mineras ni de explotación de los recursos naturales.

Por último, también ha exigido la libertad para los «presos políticos» de Guapinol, una treintena de personas detenidas desde agosto de 2019 por luchar por el derecho al acceso al agua; así como justicia para la líder indígena y activista medioambiental Berta Cáceres, a quien mataron a tiros en 2016.

Líder del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), Castro ganó en noviembre pasado las elecciones de forma abrumadora, con más del 50% de los votos (1,7 millones).

Entre los mandatarios extranjeros que han asistido a la ceremonia se hallaban la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris; el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado; la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández; el de Cuba, Salvador Valdés Mesa; y el de República Dominicana, Raquel Peña; y el jefe del Estado español, Felipe de Borbón.