Iñaki  Iriondo
Cronista político

Los críticos abogan por volver a la «independencia» de EA en EH Bildu

La enmienda a la totalidad presentada por el sector crítico aboga por «un retorno inequívoco a la independencia de cada partido, al menos de EA, para su funcionamiento, decisiones electorales y acuerdos». Se ven «desfigurados y absorbidos» por un «partido-coalición» a la medida de Sortu.

Imagen de una comparecencia de miembros del sector crítico, con Carlos Garaikoetxea, en octubre de 2019.
Imagen de una comparecencia de miembros del sector crítico, con Carlos Garaikoetxea, en octubre de 2019. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

La ponencia “Elkar Zainduz” presentada por la dirección de EA para el próximo congreso, que se celebrará los días 19 y 20 de febrero y 5 y 6 de marzo, recoge que «EH Bildu es la herramienta que en la actualidad mejor puede ayudar a EA a lograr la materialización del artículo 1 de sus estatutos». Considera que su aportación a EH Bildu «es fundamental» y entiende que «deben realizarse cambios en los estatutos y en la organización, respetando siempre los valores iniciales de EA, a fin de que nuestro partido haga la mejor aportación posible a EH Bildu».

Por contra, el denominado sector crítico ha presentado una enmienda a la totalidad que se centra sobre todo en el modelo de relación con EH Bildu y que califica la ponencia oficial como «un catálogo de buenas intenciones».

Los críticos escriben que su Eusko Alkartasuna «viene siendo desfigurada y astutamente absorbida en un ‘partido-coalición’ integrado a la medida y los designios de la Izquierda Abertzale histórica», lo que «requiere un retorno inequívoco a la independencia de cada partido, al menos de EA, para su funcionamiento, decisiones electorales y acuerdos de nuevas iniciativas políticas».

La enmienda defiende que «debemos resolver definitivamente la disyuntiva entre la integración de facto, progresiva, de EA en un partido controlado por Sortu, o la recuperación de su funcionamiento como partido soberano fiel a nuestros orígenes y trayectoria abertzale y socialdemócrata».

Sostienen que «cabe compartir a través de coaliciones electorales concretas, bien orientadas, con reivindicaciones de los derechos nacionales del Pueblo Vasco y también respuestas progresistas a los problemas de nuestra sociedad, aunque los partidos coaligados se inspiren en ideologías diversas, desde el centro izquierda hasta la izquierda radical y dogmática».

Aseguran que esos eran, en origen, «los acuerdos iniciales de los eventuales socios de la coalición EH Bildu». Y añaden que «era precisamente una coalición con esta amplitud y diversidad ideológica y de praxis política durante decenios, la principal novedad con capacidad de persuadir a un amplio sector social del País».

«Heredera de ETA y HB»

Sin embargo, apuntan que «lo que quiso ser una coalición de diferentes de un amplio espectro electoral, ha derivado hacia una real integración como formación política unificada con los rasgos (por añadidura fácilmente caricaturizados por las fuerzas españolas) de la izquierda abertzale histórica y ‘heredera política de ETA y HB’».

Recuerdan que, a su juicio, «tal y como concebíamos inicialmente la coalición, ésta debía ser una coalición de partidos limitada a elecciones concretas». Por contra, entienden que se ha convertido en una «fusión y progresiva absorción por Sortu de sus socios».

A renglón seguido, describen la «fatal marginación» a la que se ha visto sometida EA «en todos los niveles institucionales y organizativos», desde los ayuntamientos, al Congreso de los Diputados y a instancias parlamentarias europeas.

De ahí que los críticos, en su enmienda a la totalidad de la ponencia política, insistan en la necesidad de un «golpe de timón en el partido que ofrezca al electorado, insistamos, un abanico bien diferenciado y claro de partidos diferentes que pactan alianzas específicas para cada institución, eso sí, en aras del interés nacional y los derechos de Euskal Herria, pero manteniendo sus principios y objetivos específicos de partido en las diferentes instituciones, además de la que es objeto de esa alianza específica en una institución concreta».

Represión de la dirección

Aunque la aportación de los críticos tiene forma de enmienda a la totalidad, aparte de cambiar totalmente la propuesta de relación con EH Bildu, en el resto de puntos apenas se dan unos retoques muy puntuales.

Sí que incluyen un punto 0 en el que acusan a la dirección nacional de haber «incumplido sistemáticamente» la ponencia aprobada en el Congreso de 2017 y de haber «optado por la vía de la represión (denuncias penales, expedientes de expulsión…) para perpetuar su control del poder interno e imponer, frente a la voluntad libremente expresada de la afiliación, su vocación de práctica disolución de EA en EH Bildu».
Frente a esto, el sector crítico propone que EA se reafirme como «partido transparente y democrático en el que todas las controversias habrán de resolverse de forma democrática».