Pablo Ruiz de Aretxabaleta

El Partido Republicano avala el asalto al Capitolio como «un discurso político legítimo»

El Partido Republicano de EEUU ha avalado el asalto al Capitolio del 6 de enero del pasado año al considerarlo parte de «un discurso político legítimo». Lo ha expresado formalmente al amonestar a dos de sus electos por haber participado en la investigación a Donald Trump.

Los legisladores Liz Cheney y Adam Kinzingier, durante la declaración en el comité que investigó el asalto al Capitolio.
Los legisladores Liz Cheney y Adam Kinzingier, durante la declaración en el comité que investigó el asalto al Capitolio. (Andrew HARNIK | AFP)

Con la mira ya puesta en las elecciones legislativas de medio mandato del próximo noviembre, el partido republicano ha dado otro paso en su aval al «trumpismo» que cuenta con un fuerte peso entre los electores conservadores, y lo ha hecho este viernes calificando a los ultraderechistas que asaltaron el Capitolio del 6 de enero de 2021 como «ciudadanos comprometidos con un discurso político legítimo».

El Comité Nacional Republicano (RNC), el órgano ejecutivo del ‘Great Old Party’, ha hecho oficial esta valoración al amonestar a dos legisladores críticos con el expresidente Donald Trump por haber participado en una investigación sobre el asalto al Capitolio cuando aún estaba en el ejercicio del cargo.

El hecho de que sea la primera vez en la historia que el Partido Republicano reprende a alguno de sus miembros en activo en el Congreso, así como de quién se trata, da la medida de la relevancia de la decisión.

Una de las legisladoras amonestadas es Liz Cheney, hija del exvicepresidente Dick Cheney (2001-2009), que ya fue expulsada el año pasado del liderazgo del Partido Republicano por haber refutado las denuncias infundadas de Trump sobre un fraude en las elecciones presidenciales de 2020, en las que fue derrotado por el actual presidente, el demócrata Joe Biden.

El otro es Adam Kinzinger, conocido por su oposición a los intentos de Trump de revocar el resultado de esos comicios y que tras más de una década en la Cámara Baja ha anunciado que no se presentará a la reelección, lo que ha alimentado los rumores sobre la posibilidad de que compita por la Presidencia en las elecciones de 2024.

Abrumadora mayoría

La resolución para censurar el comportamiento de ambos, uno de los mayores castigos a disposición del Partido Republicano, ha sido aprobada durante la reunión de invierno del Comité Nacional Republicano, en Salt Lake City (Utah).

La iniciativa se ha aprobado a viva voz por la abrumadora mayoría de sus 168 miembros, sin que haya habido ningún debate, y con solo algunos votos en contra, reflejando que Trump sigue teniendo las riendas del partido.

El texto acusa a Cheney y Kinzinger de haber apoyado los «esfuerzos de los demócratas para destruir» a Trump con su participación en un comité creado por la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, para investigar el asalto al Capitolio.

Además, insiste en que los dos senadores «perjudicaron los esfuerzos del partido demócrata paran ganar mayorías en el Congreso».

El Partido Republicano se opuso a la creación de ese comité, pero Cheney y Kinzinger quebraron la disciplina de partido y decidieron participar.

Pero al amonestar a ambos, el Partido Republicano defiende claramente a los asaltantes del Capitolio, al señalar que los dos electos «participaron en la persecución dirigida por los demócratas de ciudadanos corrientes comprometidos con un discurso político legítimo».

El asalto al Capitolio que seguidores de Trump llevaron a cabo para impedir el nombramiento de Joe Biden como nuevo presidente acabó con cinco muertos y cerca de 140 agentes heridos.

Desde aquel 6 de enero, más de 725 personas –incluidos miembros de los grupos de extrema derecha Proud Boys, Oath Keepers o Three Percenters– han sido detenidas por su participación en el mismo.

El FBI estima que al menos 2.000 personas estuvieron involucradas, incluidas 225 acusadas de cometer actos de violencia.

Consecuencias electorales

La amonestación del partido podría tener consecuencias políticas para Cheney, que se presenta a la reelección este año y que tendrá que enfrentarse en las primarias del Partido Republicano a Harriet Hageman, que ha recibido el apoyo de Trump.

Durante su reunión, el Comité Nacional Republicano decidió reconocer a Hageman como la candidata del órgano del partido, lo que abre la puerta a grandes donaciones para que haga campaña contra Cheney.

De esta forma, el Partido Republicano apuesta claramente por la continuidad del legado de Trump para hacerse con la mayoría en el Senado que hasta ahora no tiene. Y consolida el alineamiento con la denuncia de «fraude» en las elecciones presidenciales, todavía mayoritaria entre sus votantes.

Refuerza, además, las perspectivas del expresidente para presentarse a las presidenciales de 2024, como ha sugerido en varias ocasiones.