Cuatro horas decisivas para Sanse y Amorebieta

Los donostiarras visitan al Fuenlabrada y el equipo azul al Almería, compartiendo horario con Sporting y Málaga. Ambos deben recortar una desventaja de cuatro puntos.

Marino, que mañana será titular, celebra el triunfo del Amorebieta contra el Fuenlabrada, al que los azules tratarán de dar continuidad en Almería.
Marino, que mañana será titular, celebra el triunfo del Amorebieta contra el Fuenlabrada, al que los azules tratarán de dar continuidad en Almería. (SD Amorebieta)

«Tarde de transistores» suena ya un poco viejuno pero mañana sábado se vivirá algo muy parecido en la pelea por la permanencia. Porque los cuatro equipos que, aparentemente, pelean por evitar las dos últimas plazas de descenso –sólo está confirmada la del Alcorcón pero el Fuenlabrada necesitaría una carambola impensable– disputan en el plazo de cuatro horas una jornada que, con tan poco por delante y unas distancias tan ajustadas, se revela decisiva en la pugna por la permanencia.

Entre ellos se cuentan Sanse y Amorebieta. Son los que parten en una posición peor porque no dependen de sí mismos y están a cuatro puntos de las plazas que ocupan Málaga y Sporting y que les dejarían en Segunda. Pero ambos han conseguido ya su primer objetivo, llegar vivos a esta recta final de la temporada, algo que pareció imposible durante muchísimas semanas. Vienen, además, en línea ascendente, al contrario de sus dos rivales, incapaces de frenar su caída y mucho más presionados por expectativas previas, historial y, en definitiva, la exigencia con la que afrontaron la temporada. Si todo sale bien, habrá que recurrir a otro tópico de final de temporada, el de la calculadora. En este caso son los donostiarras los que salen mejor parados porque todos los empates a puntos, directos o múltiples, les benefician. Justo lo contrario sucede con el Amorebieta, al que sólo le valdría empatar con el Málaga, con el que iguala en el golaverage particular pero al que superar de forma bastante clara en el general. Es decir, necesita sumar cinco puntos más que el Sporting pero «sólo» cuatro más que los andaluces en estas cuatro últimas jornadas.

Pero para poder echar cuentas, es imprescindible que ambos saquen adelante sus partidos mañana. Más asequible, en principio, el del Sanse, ciertamente complicado el de los vizcainos.

Fuenlabrada - Sanse (16.00, Movistar+)

El filial txuriurdin visita a un Fuenlabrada virtualmente descendido –penúltimo y a doce puntos de la 18ª plaza, sólo con doce por disputar– en buena racha tras sus victorias ante Amorebieta y Valladolid. En ninguno de los dos partidos ha sido superior a sus rivales pero en ambos ha difrutado de la efectividad y la fortuna, además de la actuación de Zubiaurre en el derbi, que se le han negado a lo largo de la temporada y que a estas alturas son más importantes que cualquier otro factor. El propio Xabi Alonso reconoce que no han sido actuaciones «tan académicas» pero recuerda que no siempre se puede competir «como más te gustaría» y en esos casos es importante «adaptarse».

Por si acaso, el técnico apuesta por seguir «mejorando, progresar y competir» para alcanzar un objetivo que «sigue estando muy difícil» pero por el que merece «pelear hasta la última oportunidad. Y lo haremos por nuestro orgullo propio y por lo que representamos». Esta vez lo hará ante un Fuenlabrada en situación «mucho más extrema» que el propio Sanse pero que no regalará el partido. «Estamos preparados para un partido complicado, en el que tenemos que competir, jugar serios, bien, con mucha concentración y detalles en las áreas. Tenemos que ser muy cuidadosos porque cuando los partidos son tan decisivos, cualquier pequeña acción puede decidir tu futuro». «Nadie puede pensar que como ya ganamos al Valladolid vamos a ir allí de paseo –añade–. Tenemos que estar muy atentos y preparados porque por experiencia sabemos que todos los equipos son difíciles y el Fuenlabrada tiene un equipo serio».

Alonso, por otro lado, no desveló qué jugadores se llevará a Fuenlabrada pero admitió que alguno de los que han viajado con Imanol –Pacheco, Djouahra, Ander Martín– puede unirse mañana al filial.

José Ramón Sandoval, por su parte, pierde al sancionado Alejandro Sotillos, que se une a las bajas por lesión de Jano Velasco, Marrero y Salvador.

Almería - Amorebieta (18.15, Gol/Movistar+)

Al pitido final del Fernando Torres le seguirá el inicial del Juegos del Mediterráneo, donde el Amorebieta necesita dar la campanada para mantenerse con vida. El reto es complicadísimo porque el Almería, además de ser un gran equipo, llega igualmente motivado a la cita, con el ascenso directo en juego, más aún en una jornada en la que puede aprovecharse del duelo directo entre Eibar y Valladolid, que además le permitirá dormir en lo más alto de la clasificación en caso de victoria. Además, la reacción que ha permitido a los azules llegar a esta recta final con opciones de permanencia, está siendo desigual. Lo hizo bien en el Gran Canaria y Anoeta pero las victorias las ha conseguido en Lezama.

«Últimamente en todos los partidos de fuera estamos teniendo nuestros momentos. Contra Las Palmas estuvimos muy bien en la segunda parte, tuvimos nuestras ocasiones, y el otro día en Donostia los primeros 25 minutos fueron nuestros y teníamos que haber marcado –recuerda Haritz Mujika–. Estoy convencido de que en Almería también vamos a tener esas fases pero tenemos que aprovecharlas. Está claro que vamos a sufrir pero nosotros también tenemos nuestras armas y nuestros momentos y es clave aprovecharlos».

Sobre todo ante un Almería que lo tiene todo. La misma necesidad que los vizcainos, aunque por motivos diametralmente opuestos, y, además, «un muy buen equipo, un buen entrenador, mucho juego… Pueden salirte por abajo, luego buscarte las espaldas… Tienen muchas variantes y las manejan todas bien. Será un partido muy duro. Pero nosotros estamos en un gran momento, el equipo está trabajando muy bien, en todos los partidos tenemos nuestras fases que dominamos, tenemos nuestras ocasiones… Tenemos que aprovechar esos momentos para llevarnos los tres puntos», insiste el técnico, que tendrá que realizar al menos un cambio en el once porque, salvo sorpresa mayúscula, no podrá contar con Santamaría por el golpe que se llevó en la pierna derecha el pasado domingo. Previsiblemente, será Marino el que ocupe su vacante bajo palos. Además, Mujika recupera a Irazabal, que cumplió sanción ante el Fuenlabrada.

En Almería también se llevaron un susto en la portería aunque Fernando, al menos, pudo acabar su partido frente al Burgos pese a sus problemas en la rodilla izquierda. Ha podido entrenar ayer y hoy, por lo que Rubi espera que pueda participar en un encuentro que se perderán los lesionados Martos y Juanjo Nieto. El entrenador catalán coincide con Mujika en subrayar el buen momento del Amorebieta y las dificultades con las que se encontrarán los andaluces. «Nuestro rival llega en su mejor momento –asegura–. Leva un 9 de 15 y además para mi modo de ver podría haber sido un 13 o un 15 de 15». «Tenemos que estar preparados para ver fases en las que al equipo le cueste un poco encontrar el hilo para poder atacar bien y estar preparados porque es un rival que cuando roba, te mete el miedo en el cuerpo», advierte.

Sporting y Málaga

Coinciden los horarios de Sanse y Amorebieta con los de sus dos grandes rivales. El Sporting visita al Huesca tras su segundo relevo en el banquillo, en el que hoy se sentará Abelardo. Su misión, poner freno a la caída en picado de los asturianos, que en toda la segunda vuelta sólo han ganado tres partidos y que llega al Alcoraz con tres derrotas consecutivas a sus espaldas.

Guede también es el tercer técnico que se hace cargo del Málaga esta temporada pero no le va mucho mejor que a sus predecesores al frente de un equipo que, como el Sporting, sólo ha ganado tres partidos en esta segunda vuelta y sólo ha sumado cuatro de los 21 últimos puntos que ha disputado. Mañana (18.15) recibe al Oviedo del Kuko Ziganda, que atraviesa su mejor momento de la temporada –siete victorias consecutivas, en las que apenas ha encajado tres goles– y que no está para regalar nada porque necesita puntos para asegurar el play-off.