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Localizada la necrópolis de un convento medieval en las obras de la calle Bosquecillo de Iruñea

Una necrópolis con unos cuarenta enterramientos relacionados con un convento medieval ha sido localizada durante las obras que se están realizando en la calle Bosquecillo de Iruñea. También se ha localizado un espacio relacionado con la fundición de campanas.

Dos enterramientos localizados en la necrópolis de un convento medieval de Iruñea.
Dos enterramientos localizados en la necrópolis de un convento medieval de Iruñea. (NAIZ)

Unos cuarenta enterramientos de la necrópolis de un convento medieval han sido localizados en las obras que se están realizando en la calle Bosquecillo de Iruñea para peatonalizar este espacio y, en concreto, con la instalación de la nueva red de pluviales.

Según ha explicado a NAIZ Nicolás Zuazua, arqueólogo del Gabinete Trama, los restos encontrados «están relacionados con el convento de San Francisco, que, por la documentación, se sabe que se trasladó a la zona en 1245 y donde permaneció hasta 1521».

Ese último año fue uno de los más importantes de la conquista española de Nafarroa. Como el convento se levantaba delante de las murallas de la ciudad, el virrey español quería evitar que ese edificio fuera utilizado por los ejércitos legitimistas como base de operaciones y para atrincherarse durante sus intentos de recuperar la capital del reino y por ese motivo, «ordenó derribarlo y que la congregación se trasladara al centro de la ciudad».

A raíz de las obras que se están realizando en la calle Bosquecillo ha sido cuando se han localizado los citados restos. Como detalla Zuazua, «en la parte oeste se ha excavado dentro de la obra con lo que afecta a las pluviales, que era donde podía haber afecciones a nivel arqueológico».

Espacio para fundir campanas localizado en las excavaciones. (NAIZ)

Y esa posibilidad se ha confirmado, ya que «han aparecido algunos restos de muros. tramos de pavimentación y en el límite de edificio, un espacio relacionado con la fundición de campanas y otros objetos de bronce que tendían que ver con el convento».

Que haya sido localizado un espacio así, no ha sorprendido a los arqueólogos del Gabinete Trama, ya que este tipo de estructuras se levantaban «cerca de la iglesia, porque, una vez que se ha fundido una campana, trasladarla es bastante costoso y por ese motivo se funden a pie de torre».

En la parte de las obras más próximas a la ciudad es donde ha aparecido la necrópolis, integrada por «enterramientos que siguen el ritual cristiano, de este a oeste, y decúbito supino, es decir, boca arriba, que tenían que ver con el edificio religioso».

Se trata de fosas simples excavadas en el terreno, si bien varios de los enterramientos parece que se hicieron con ataúd o con alguna cubierta de madera. Además, se distinguen dos niveles de enterramientos, con fosas superpuestas, lo que lleva a pensar que el cementerio contaba con una organización por calles, con espacios intermedios libres de enterramientos para facilitar el tránsito.

Lo lógico es que se traten principalmente de monjes, pero «también han aparecido enterramientos infantiles, de hombres y mujeres, ya que igual podría funcionar como una especie de cementerio parroquial». Pero también está la circunstancia de que en el mismo convento «no sólo vivían monjes, sino también otras personas que se encargaban de servicios y que luego se podían enterrar ahí».

En total, se han excavado cuarenta enterramientos, de los que diez se localizaron «el verano pasado, cuando se hicieron unos sondeos para valorar los restos que podían aparecer». Zuazua aventura que podría haber «muchos más, ya que son los que hemos localizado en la zona que se ha excavado» en un área concreta vinculada a las obras.

Esta semana han terminado de excavar los cuatro o cinco últimos enterramientos «y hemos agotado los niveles arqueológicos», en los que se ha trabajado durante algo más de un mes.

Otro de los esqueletos localizados en la necrópolis medieval. (NAIZ)