Arnaitz Gorriti

Stephen Curry devuelve la gloria a Golden State, cuarto anillo de la NBA en ocho años

Stephen Curry ha devuelto  la gloria a los Golden State Warriors, al liderarlos con 34 puntos y seis triples hacia un triunfo por 103-90 en el campo de los Boston Celtics que vale el séptimo título de la NBA de la franquicia californiana, el cuarto en los últimos ocho años.

Curry alza el trofeo de MVP de las finales tras llevar a Golden State a su cuarto anillo en ocho años.
Curry alza el trofeo de MVP de las finales tras llevar a Golden State a su cuarto anillo en ocho años. (AFP)

«Decíamos ayer», es la frase atribuida a Fray Luis de León, cuando este recuperó su cátedra en la Universidad de Salamanca, luego de que los Tribunales Inquisitoriales de la época lo hubieran desposeído.

Tres años después de caer en las Finales de 2019 ante Toronto Raptors, en buena medida por pagar el precio de unas lesiones gravísimas de Kevin Durant y sobre todo Klay Thompson, los Golden State Warriors pueden decir aquellos de «decíamos ayer». Tras Lois anillos de 2015, 2017 y 2018, más los subcampeonatos de 2016 y 2019, los de San Francisco acaban de sumar el cuarto anillo a la mejor era de la franquicia de la Bahía, séptimo en total, sumándole los cosechados en 1947, 1956 y 1975, superando entre otros, a los Chicago Bulls de Jordan, Pippen y Phil Jackson.

Por increíble que parezca, después de que los Warriors hayan logrado el 4-2 en las Finales de la NBA, luego de batir por 90-103 a los Boston Celtics, este triunfo ha acarreado consigo el primer galardón de MVP en la carrera de Stephen Curry, que con 34 puntos y 6 triples, ha vuelto a liderar a los de Steve Kerr –otro al que añadir a los que siempre están en las franquicias ganadoras, sea en el rol que sea– a una victoria que cierra un c capítulo bien largo marcado por las lesiones, la pandemia, las recaídas y la marcha de Kevin Durant a Brooklyn. Y, por cierto, otro exbaskonista que se enfunda el anillo de campeón de la NBA: Nemanja Bjelica, aunque el serbio no ha saltado a la cancha en este sexto duelo. Nik Stauskas, el optrok exbaskonista en liza, se ha quedado con la miel en los labios.

Cuando los Celtics se han adelantado 14-2 en el marcador, pocos hubieran imaginado un parcial de 8-35 de vuelta. Al final, la franquicia californiana ha sido capaz de negociar esa ventaja adquirida ya en el primer cuarto. Los Celtics, pese a que sus estrellas han dado un buen nivel, como pueden ser los 19 punks y 14 rebotes de Al Horford, y sobre todo los 34 puntos y 7 rebotes de Jaylen Brown.Cierto que los «Orgullosos Verdes» han echado de menos los puntos de Tatum, que se ha quedado en 13, con un 1 de 6 en triples, pero como el basket es un juego de aciertos y errores, los Celtics simplemente han caído porque su rival ha sido mejor.

Porque, no hace falta subrayar lo obvio, Curry no ha estado solo. Wiggins, Jordan Poole, Draymond Green y Klay Thompson han anotado no menos de 12 puntos, con Curry, Green y hasta Wiggins coqueteando con el triple doble. Los de Steve Kerr han repartido 27 asistencias y han robado la friolera de 13 balones, siendo tal vez este aspecto de las pérdidas lo que de veras a condenado a unos Celtics que, después de salvar dificilísimas situaciones en las anteriores eliminatorias ante Miami o Milwaukee, esta vez no han podido.

Porque, «decíamos ayer», los Warriors han sabido echarle la experiencia que su rival ha carecido –ausentes de una Finalísima desde aquella derrota por 4-3 ante los Lakers de Kobe Bryant y Pau Gasolinero en 2010–. Incluso cuando más han apretado los pupilos de Ime Judoka, no han sido capaces de ponerse más cerca de los ocho puntos, lo que supone estar tres o cuatro posesiones por debajo de un rival que ha tirado 92 veces, por 80 por parte de Boston.