Menos de 24 horas después de la visita a Taiwán de la presidenta del Legislativo de EEUU, Nancy Pelosi, China dio inicio a maniobras militares con fuego real alrededor de la isla, consideradas por Taipei como un «bloqueo» y una «violación de sus derechos», y que incluyeron el uso de misiles de largo alcance.

Las maniobras provocaron el cierre del espacio marítimo y aéreo en seis zonas alrededor de la isla, una de ellas a unos 20 kilómetros de la costa de Kaohsiung, la principal ciudad del sur de Taiwán.

Los ejercicios, que se prolongarán hasta el domingo, incluyeron ayer prácticas de tiro con artillería de largo alcance, con «múltiples tipos de misiles convencionales», frente a la costa este de Taiwán, misión en la que los proyectiles «dieron en el blanco con precisión» y que fue «completada con éxito», según el Comando del Teatro de Operaciones del Este del Ejército Popular de Liberación (EPL, Ejército chino).

Según su portavoz, Shi Yi, las prácticas tenían como objetivo «poner a prueba la precisión» de los misiles y su «capacidad de exclusión aérea».

Denuncia de Japón

El Gobierno japonés denunció que cinco misiles balísticos disparados por China durante sus maniobras cayeron en aguas pertenecientes a su zona económica especial (EEZ), por lo que trasladó una protesta oficial a Pekín.

«Es un incidente muy grave que afecta a la seguridad de nuestro territorio y de nuestra población», denunció el ministro nipón de Defensa, Nobuo Kishi, quien afirmó que es la primera vez que misiles balísticos del Ejército chino impactan en aguas de su zona económica especial.

Entrada la tarde cesó el bloqueo del espacio aéreo y marítimo chino frente a las costas occidentales de Taiwán después de que «las prácticas de artillería acertasen en sus blancos», explicó Shi, que no especificó si se refería a todas las maniobras anunciadas hasta el domingo o simplemente a las de ayer.

Nudo corredizo

Meng Xiangqing, profesor de la Universidad de Defensa Nacional chino, señaló que las maniobras fueron anunciadas con 38 horas de antelación, dando tiempo a que «los barcos ajustasen sus rutas».

Añadió que pese a que en los últimos años China ha llevado a cabo otros simulacros de guerra en el estrecho de Taiwán, estos son diferentes porque «cubren un área más grande e involucran más elementos militares».

El diseño de los ejercicios tiene como propósito «crear una especie de nudo corredizo» que se puede «apretar» para «contener a las fuerzas separatistas de la isla», alardeó el profesor.

Esta simulación de un bloqueo total de Taiwán tiene como escenario una de las rutas comerciales más transitadas del Planeta y de importancia crucial, ya que conecta al mundo con las fábricas de semiconductores y equipamientos electrónicos del este de Asia y sirve a su vez para el transporte de gas natural.

Una cadena de aprovisionamiento que, para más inri, ya quedó tocada por la pandemia y por la guerra de Ucrania, aún en curso.

Ello no ha impedido que durante los siete primeros meses del año cerca de la mitad de los contenedores del mundo hayan pasado por el estrecho de Taiwán.

Dado que una gran parte de la flota mundial de contenedores pasa por esta vía navegable, los expertos dan por hecho que los desvíos provocados por las maniobras generarán perturbaciones en las cadenas de aprovisionamiento mundiales. Y no solo para Taiwán sino incluso para los flujos comerciales ligados a Japón y a Corea del Sur, dos potencias económicas regionales y mundiales. Lo mismo ocurre con el tráfico aéreo.

En los dos últimos días, más de 400 vuelos han sido anulados en los principales aeropuertos de Fujian, la provincia china más próxima a Taiwán.

Taipei ya ha anunciado que las maniobras perturbarán 18 rutas aéreas internacionales que atraviesan la zona. Durante la anterior crisis chino-taiwanesa-estadounidense, las maniobras militares chinas duraron meses.

Pero, más allá de la duración, los analistas consideran que Pekín quiere subir la apuesta y los medios oficiales chinos avanzan que los ejercicios buscan probar que el Ejército chino «es capaz de bloquear toda la isla».

Se da por hecho que, con la expansión exponencial de las capacidades militares aéreas y marítimas chinas en los últimos decenios, Pekín puede imponer un bloqueo total a la isla. Otra cosa es que le interese hacerlo y, sobre todo, mantenerlo en el tiempo.

Y es que, tras dos años largos de restricciones sanitarias por su política de covid 0, la economía china no vive sus mejores tiempos y sus índices de crecimiento están muy por debajo, no ya de los dos dígitos habituales, sino del 6-7%.

Bloquear el comercio por el estrecho, habida cuenta de la interdependencia incluso entre las economías de Pekín y Taipei, puede resultar hasta contraproducente.

Portaviones estadounidense

Y está, asimismo, la amenaza del Ejército más poderoso del mundo. El portaeronaves de la Armada de Estados Unidos ‘USS Ronald Reagan’ inició ayer una serie de operaciones en el mar de Filipinas. Un portavoz de la Séptima Flota confirmó que el buque, el único desplegado en la zona, se encuentra realizando una misión en el oeste del Pacífico, al sureste de Taiwán, «en apoyo a una región del Indo-Pacífico abierta y libre».