La Misión Operacional Transfronteriza (MOT) celebra esta mañana de miércoles en el teatro Michel Portal de Baiona su 27 asamblea anual. Un encuentro al que acuden representantes de diferentes territorios transfronterizos, y al que se ha sumado también la secretaria de Estado de Ruralidad, Dominique Faure.

La representante gubernamental ha llegado con sensible retraso a la reunión por culpa de la niebla, que has puesto complicados los desplazamientos vía aeropuerto de París.

Los impactos de las medidas anti covid en las fronteras han ocupado buena parte de las intervenciones, si bien los delegados han avanzado, cara al futuro, proyectos para reforzar la colaboración más allá de las fronteras.

Ha quedado patente el respaldo de la MOT a la creación de un observatorio de la realidad transfronteriza, proyecto ya evocado en la reunión de apertura de esta asamblea, que tuvo lugar el martes tarde en Donostia.

Construir una democracia transfronteriza

¿Por qué no emitir una carta de identidad transfronteriza ? Ha preguntado en un momento de su intervención Jean Peyroni, director general de la MOT, que ha abogado por debatir y pactar los contornos de «una nueva democracia transfronteriza» que se base en «la funcionalidad» pero que no pierda de vista «la rica diversidad cultural y lingüística» de los territorios transfronterizos.

Globalmentente los diferentes ponentes han puesto de manifiesto la necesidad de desarrollar un trabajo «que implique a todos los niveles administrativos, estatales y europeos», y en el conjunto de los aspectos que afectan a la vida de los ciudadanos que viven en espacios transfronterizos.

Los responsables de la MOT han compartido, entre otros, los resultados de un estudio relativo al impacto del cierre de fronteras durante el periodo de confinamiento en materias como la movilidad y el trabajo.

El director general de la MOT, ha sido encargado de presentar las principales conclusiones de ese estudio, dedicado a analizar las consecuencias de las restricciones en las fronteras.

Un estudio que ya ha sido puesto en manos de la Comisión Europea y en el que se constata la «falta de coordinación» en el marco de la UE e incluso en el seno de los propios estados que marcó el periodo dela pandemia en el que, ha recordado Peyroni «miles de ciudadanos transfronterizos europeos vieron como quedaban enmarcados, de un día para el otro, en el terreno estatal, al haber desaparecido su espacio de vida transfronterizo».

Hay que saber que un 30% de la población de la UE vive en zonas transfronterizas.

Cabe destacar, entre otros efectos de ese cierre de pasos internos, el aumento del teletrabajo, que según figura en el estudio de la MOT hizo que desde 2020 el número de trabajadores transfronterizos en teletrabajo pasara de 25.000 a más de 100.000.

«Los estados son competentes en la materia laboral, fiscal, de servicios sociales, y deberían animar a la Comisión Europea a avanzar hacia una evolución de los derechos relativos a la Seguridad Social que tengan en cuenta las nuevas realidades del trabajo transfronterizo», ha considerado Jean Peyroni.

«No se puede afrontar cada crisis cerrando la frontera»

Nicolas Garcia, representante llegado de Catalunya Nord, ha sido el primero en aludir directamente al cierre de fronteras.

«He podido comprobar que no hay bloques de piedras que obstaculizan los pasos en Catalunya sino que también en Euskal Herria hay bloques en las fronteras y controles, como los que hemos visto en Hendaia», ha comenzado, aludiendo a las protestas que han protagonizado vecinos de localidades transfronterizas por esa situación.

El representante catalán ha sido secundado en su intervención el consejero baionarra y responsable del área de relaciones transfronterizas en el Consejo Regional de Nueva Aquitania, Mathieu Bergé, que se ha referido al cierre de la muga como «una situación especialmente dolorosa» y ha censurado que «a cada crisis» se module el flujo en la frontera.

No ha olvidado Bergé aludir a la «crisis humanitaria mayor» que implica a los migrantes y ha animado al Estado a buscar alternativas, que permitan eliminar «los bloques y verjas» dando paso a una visión «mitigada» de la frontera.

Ha defendido la realidad transfronteriza, con sus variables de intercambios sociales, económico y culturales. Ha animado a desarrollar programas que esa permeabilidad cultural.

«Habrá de arriesgar y hablar de identidad transfronteriza»

Karl-Heinz Lambertz, presidente de ARFE (Asociación de Regiones Fronterizas Europeas), ha reconocido que «quienes por edad conocimos las largas colas en la frontera, y el mundo en que había que llevar dos monedas diferentes en el bolsillo, hemos vivido con dolor esa reposición de fronteras».

«Soy consciente de que la frontera remite a la estatalidad, pero los estados europeos deberían reflexionar para buscar otras formas de ejercer su función, sin escudarse en cada crisis en el cierre de las fronteras», ha dicho.

Ha reivindicado Lambertz «la esencia» de «la Europa sin fronteras», y Christian Dupessey, que le ha relevado en la toma de palabra, ha apuntado que «habrá que atreverse, habrá que experimentar, equivocarse y rectificar, pero es del todo imperativo recrear ese espacio transfronterizo y eso, afecta a una cuestión delicada pero que no hay que rehuir, eso pasa por el reconocimiento de una identidad, de una ciudadanía transfronteriza».

Una situación en la muga que causa «vergüenza» a Etchegaray

En el cierre de la asamblea ha tomado la palabra el presidente de la Mancomunidad Vasca, Jean-René Etchegaray, que ha hablado de la «vergüenza» que siente al observar esa frontera cerrada y ha reclamado una política en materia migratoria que se guíe por el respeto de los derechos humanos y por «un sentido de humanidad».

Ha aludido a las competencias en materia de bilingüismo de la Colectividad Europea de Alsacia como un posible modelo y se ha quejado de la falta de ambición de la ley NOTre de 2015 sobre el ordenamiento territorial del Estado francés .

La ministra Dominique Faure, encargada de clausurar el encuentro, ha respondido indirectamente a las quejas expresadas por los actores de la cooperación transfronteriza.

Ha reconocido «las fallas de coordinación y hasta de coherencia» vividas durante la pandemia que han venido a fragilizar, ha dicho «avances que incluso databan de décadas en materia de colaboración transfronteriza».

Ha abogado por mejorar la estructuración, de mano de las administraciones más cercanas, de la política transfronteriza, con la implementación de un «comité interministerial» que aborde materias que afecta a la política europea pero también a la transición ecológica.

Se ha comprometido a dotar de medios y avalar la acción de la MOT y a «enviar un pequeño mensaje al presidente (Emmanuel Macron)» sobre los debates y las demandas escuchadas hoy en Baiona.

 Finalizada la 27 Asamblea de la MOT, esta tarde arrancará la primera de las dos jornadas de los Prin¡meros Encuentros Transfronterizos organizados por la Mancomunidad Vasca.