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Ciudad de México

Matan en México a una activista que buscaba a su hija desaparecida

Blanca Esmeralda Gallardo, integrante del Colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla y quien buscaba a su hija desaparecida en enero de 2021 junto a una amiga, ha fallecido este martes tras recibir varios disparos mientras esperaba el transporte público, en el céntrico estado mexicano de Puebla.

Imagen difundida en Twitter por el Colectivo Voz de los Desaparecidos de Blanca Esmeralda Gallardo junto a su hija, a quien buscaba desde enero de 2021.
Imagen difundida en Twitter por el Colectivo Voz de los Desaparecidos de Blanca Esmeralda Gallardo junto a su hija, a quien buscaba desde enero de 2021. (Voz de los Desaparecidos)

Esmeralda Gallardo, integrante del colectivo La Voz de los Desaparecidos, fue asesinada este martes en el estado mexicano de Puebla. Gallardo, de 45 años, fue tiroteada de madrugada mientras esperaba el transporte público de camino al trabajo. Según testigos, al menos cinco sujetos le dispararon hasta ocho veces. Después, algunos de ellos huyeron a bordo de una motocicleta y otros a pie.

Gallardo buscaba a su hija Betzabe Alvara, de 22 años y madre de una niña, desaparecida en enero de 2021 junto a una amiga de nombre Fabiola. Lo último que se supo de ambas jóvenes es que salieron de su domicilio en Villa Frontera a bordo de una motocicleta al banco para tramitar una tarjeta de crédito.

En declaraciones hace dos meses al periódico “El Sol de Puebla”, Gallardo relató el calvario de la búsqueda, que la llevó a investigar hasta en prostíbulos y bares, y fosas clandestinas.

«Ha sido una tortura no saber en dónde está, desconocer si sigue con vida o no, si le pegan, si come, si la maltratan, es un dolor que no se le desea a nadie», manifestó.

En un comunicado, La Voz de los Desparecidos ha exigido a la Fiscalía de Puebla y al gobernador Miguel Barbosa que se «dejen de discursos superficiales y garanticen los derechos y seguridad de las víctimas, y de las familias de las personas desaparecidas».

Asimismo, hace responsable al «gobierno del Estado de cualquier de cualquier asunto de seguridad, ataque o incidente que les ocurra a las familias buscadoras en todo el Estado».

La Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México ha hecho también un llamamiento a «garantizar los derechos y seguridad de las personas buscadoras y familias de personas desaparecidas».

«Alto riesgo y desprotección de las familias»

La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) ha expresado su «firme condena» por este asesinato.

«Este caso, prácticamente un mes después del asesinato de la señora Rosario Lilián, es un nuevo doloroso recordatorio del alto riesgo y desprotección en que muchas familiares de personas desaparecidas se ven obligadas a realizar labores de búsqueda y exigencia de justicia», ha subrayado  representante en México de ONU-DH, Guillermo Fernández-Maldonado.

Rosario Lilián Rodríguez, otra madre muerta

Rosario Lilián Rodríguez, quien buscaba a su hijo desaparecido y había recibido amenazas, fue asesinada en La Cruz de Elota, un pueblo al sur de Sinaloa, el 30 de agosto, justamente Día Internacional de las Víctimas por Desaparición Forzada. Ese día fue subida a una camioneta cuando recién salía de una misa dedicada a su hijo de 20 años desaparecido el 16 de octubre de 2019. Su cadáver apareció al día siguiente, el 31 de agosto.

Su hijo denunció la inacción de las autoridades ante la desaparición, de la que avisó nada más percatarse de la ausencia de su madre, por lo que se puso en contacto con el colectivo de búsqueda al que pertenecía Rodríguez.