Amaia Ereñaga
Erredaktorea, kulturan espezializatua

Una declaración de amor en Zinebi para celebrar un rito colectivo

El cine es así: en una sala a oscuras puede surgir el sentimiento de formar parte de una comunidad, de empatizar o interesarse por otras historias. A veces surge hasta el amor o declaraciones como la de la cineasta Agnieszka Holland en la gala de inauguración de la 64 edición de Zinebi.

La guionista y cineasta polaca Agnieszka Holland con el Mikeldi de Honor que ha recibido este viernes.
La guionista y cineasta polaca Agnieszka Holland con el Mikeldi de Honor que ha recibido este viernes. (Aritz LOIOLA | FOKU)

La 64 edición de Zinebi, el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbo, ha arrancado la noche de este viernes el Teatro Arriaga de Bilbo con una gala inaugural que ha dado el pistoletazo de salida a ocho días de cine, de historias pequeñas en tamaño pero no en contenido, todas ellas fuera de las fronteras del cine llamado comercial, a la búsqueda de otros caminos.

Una gala inaugural, dirigida por primera vez por María Goiricelaya y Ane Pikaza (La Dramática Errante), que ha discurrido rápida, cercana, divertida y sin ínfulas al ritmo de la electrificante música en directo de Merina Gris y de un discurso en el que, desde el escenario, se hace hecho hincapié en la importancia de mantener esta «experiencia presencial, colectiva y diversa» que es el cine.

Ese ritual colectivo en crisis por la pandemia, la crisis económica y las plataformas de streaming, como ha recordado precisamente Agnieszka Holland, uno de los dos premios Mikeldi de Honor entregados anoche. El otro ha sido para el videoartista y cineasta vasco recientemente fallecido Iñigo Salaberria.

Mujer e historia

Actual presidenta de la Academia Europea de Cine, la guionista y cineasta polaca Agnieszka Holland es una de las grandes del cine europeo. Una de las primeras mujeres también en dirigir: «Desde los 70, cuando empecé, cada vez hay más mujeres dirigiendo. Yo intento apoyarlas en su lucha para que ejerzan su libertad de expresión», ha afirmado. Y una cineasta que ha recordado sus inicios, cuando la censura le impedía trabajar y salir fuera de Polonia.

«No tuve mi primer pasaporte hasta los 27 años, y el primer festival al que fui fue al de Donostia. Para mí –y aquí su declaración de amor–, Euskal Herria es lo mejor de Europa».

Holland mantendrá este sábado un encuentro con el público entrevistada por la guionista y directora Ángeles González-Sinde. Será en el auditorio del Museo Guggenheim, donde se proyectará una de las películas que Holland considera claves en su trayectoria: ‘A Lonely Woman’ (‘Kobieta samotna’, 1981), que terminó de filmar poco antes de que se declarara en Polonia el estado de emergencia.

Holland se encontraba promocionando uno de sus trabajos fuera del país cuando, en diciembre de 1981 se declaró la ley marcial, motivo por el que decidió no regresar e instalarse al otro lado del Telón de Acero. ‘A Lonely Woman’ tardaría seis años en ver la luz, puesto que su exhibición pública fue prohibida por el régimen de Wojciech Jaruzelski.

Película sobre la soledad, sobre la búsqueda de afecto, se enmarca en el movimiento del ‘Cine de la inquietud moral’ polaco que alumbraron, junto a Holland, algunos de los más sobresalientes cineastas del país, caso de Krzysztof Zanussi, Janusz Kijowski o Krzysztof Kieslowski.

El segundo Mikeldi de Honor ha sido recogido por un amigo del desaparecido videocreador Iñigo Salaberria. Como apunta de Gabriel Villota Toyos, profesor e investigador de la UPV/EHU, Salaberria fue «uno de los artistas de vídeo más importantes de su generación, con una carrera intermitente, pero al mismo tiempo sostenida con tesón desde los años ochenta hasta nuestros días. Desarrolló una obra extremadamente coherente».

Y empieza el cine

Zinebi vuelve a convertirse en la cita de otoño del panorama audiovisual vasco, con decenas de proyecciones y varios encuentros para potenciar el networking, las coproducciones y la asesoría y apoyo a jóvenes talentos. Durante esta 64 edición, la presencia vasca será especialmente importante, y entre las citas más señaladas cabe destacar las proyecciones de la sección oficial de cortometrajes, así como la oportunidad de disfrutar con el estreno del largometraje ‘Tetuán’, el cierre de la trilogía del registro de Iratxe Fresneda, colaboradora y especialista de cine de NAIZ.

Este sábado se proyectarán también las dos siguientes sesiones de la Sección Oficial, en el auditorio de la Alhóndiga, y también se abrirá la sexta edición de su concurso internacional dedicado a largometrajes opera prima. Además, en colaboración con el Ukrainian Institute y el Festival Internacional de Cine Documental sobre Derechos Humanos Docudays UA, que se celebraba anualmente en Kiev el mes de marzo, Zinebi organiza un programa especial dedicado a Ucrania. Además de la proyección de seis películas ucranianas de muy recientes producción, está previsto un encuentro con cineastas y representantes institucionales ucranianos.