Iñaki  Iriondo
Cronista político

Extraña forma de buscar acuerdos presupuestarios la que tiene Lakua

Ofreciendo a los grupos partidas menores que el año pasado, a pesar de tener más dinero que nunca, y tratando de venderles cosas que ya están en el presupuesto, el Departamento de Economía y Hacienda ha conseguido alejar y enfadar a toda la oposición, además de incendiar el debate educativo

Los equipos de Economía y Hacienda y Elkarrekin Podemos-IU, en la reunión del pasado miércoles.
Los equipos de Economía y Hacienda y Elkarrekin Podemos-IU, en la reunión del pasado miércoles. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

El Departamento de Economía y Hacienda que dirige Pedro Azpiazu celebrará este martes su tercera ronda de conversaciones sobre el presupuesto con los grupos de la oposición y estos llegan entre incrédulos, alejados y enfadados con lo ocurrido en la segunda ronda el miércoles pasado. El Gobierno les ofreció menos dinero que hace un año para las reformas que le proponían y, además, muchos de los números que les puso sobre la mesa, como si fueran concesiones, eran en realidad partidas que ya estaban en las cuentas.

Ofrecer menos y además mercancía averiada puede ser considerado como una forma de dar a entender que el Gobierno, en realidad, no tiene ningún interés en llegar a acuerdo alguno con nadie, toda vez que ya dispone de la mayoría absoluta para aprobar el presupuesto solo con los votos de PNV y PSE.

La dirección jeltzale e incluso el propio consejero han insistido en que la cercanía de las elecciones municipales y forales del 28 de mayo de 2023 puede hacer más difícil la negociación. Tener esto en mente desde el primer momento puede ser una señal de que es el propio Ejecutivo de Iñigo Urkullu quien no quiere ofrecer esta vez a nadie la posibilidad de alcanzar un pacto, que puede dar cierta buena imagen a quien lo logre. La experiencia del año pasado pareció ser más un cúmulo de coincidencias que en buena medida cabe pensar que terminó sorprendiendo tanto al PNV como a EH Bildu. El Gobierno parece estar más a gusto volviendo al escenario de las recriminaciones.

Oferta a la baja

El año pasado, en primera instancia, el Gobierno ofreció a EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU la posibilidad de introducir cambios por 72 millones de euros. Con el PP las conversaciones se rompieron sin llegar a este punto. Finalmente, el Departamento de Economía y Hacienda y la izquierda independentista entraron en una negociación que se saldó con un acuerdo que introdujo cambios por hasta 253 millones, entre ellos 30 millones para Atención Primaria, que han permitido recientemente a Salud anunciar la creación de 358 nuevas plazas.

Este año, la oferta ha sido de 54,5 millones a EH Bildu, de los que 15 son para líneas de crédito. De 41,87 a Elkarrekin Podemos-IU y de 27,5 millones a PP+Cs. Asegura el consejero Pedro Azpiazu que el presupuesto para 2023 está «muy ajustado» y es «la cantidad máxima que podemos ofrecer». Todo ello a pesar de que Lakua cuenta con más dinero que nunca.

Ante estas ofertas a la baja, Maddalen Iriarte ya se mostró decepcionada a la salida de la reunión del miércoles, aunque EH Bildu no ha vuelto a hacer declaraciones sobre la negociación presupuestaria y no parece que las vaya a hacer hasta después de la reunión que a las 13.00 tendrá con el consejero Pedro Azpiazu.

La portavoz parlamentaria de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, ha criticado hoy mismo en Radio Euskadi que la oferta «es claramente insuficiente, no solo por las cantidades consignadas, que equivalen a un 0,2 del Presupuesto», sino también porque «ofrecen un movimiento de partidas que son menos de la mitad de lo que ofrecieron el año pasado, con lo cual no parece que tenga muchísimas ganas de acordar».


Desde PP+Cs, Carlos Iturgaiz ha puesto como eje central de una posible negociación presupuestaria la bajada de impuestos, un debate, el fiscal, que el Gobierno ya ha descartado por lo menos hasta enero de 2023. Por lo tanto, parece evidente que la derecha española tenderá a la presentación de una enmienda a la totalidad.

Mercancía averiada

Pero lo más llamativo ha sido que el Departamento de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, haya tratado de introducir mercancía averiada en la negociación. Miren Gorrotxategi ha criticado que «entre los compromisos políticos que consigna el consejero como oferta, prácticamente la totalidad de esos elementos están ya en marcha, están aprobados y no es ninguna oferta nueva, nada nuevo». A su juicio, la «táctica» de incluir en la negociación cuestiones «que no son objeto de negociación, porque ya están en marcha, es la actitud que ha decidido el Gobierno tener este año».

Por su parte, la secretaria general del PP de la CAV, Laura Garrido, ya criticó en rueda de prensa que «no es serio» que se les haya tratado de «engañar», presentándoles como oferta de negociación algo que ya estaba incorporado «de alguna forma» en el proyecto presupuestario.

Todo esto salió a la luz con la cuestión de la concertación de la educación de 2 a 3 años, que, por otra parte, ha incendiado el debate sobre el Pacto Educativo, y que el Departamento de Hacienda introdujo como oferta presupuestaria sin que, según su propia confesión, la Consejería de Educación supiera nada al respecto.

Sin embargo, el consejero Pedro Azpiazu lo consideró lo más normal y aseguró en la negociación presupuestaria no ha ofrecido a ningún grupo, incluido el Partido Popular, «nada que no esté en el marco presupuestario, y esas medidas que se plantean al Partido Popular están, con lo cual yo creo que si desconocían esa medida, es porque no han mirado adecuadamente los presupuestos».

En la ronda de este martes el encuentro con EH Bildu se celebrará a las 13.00. A las 16.00 será el turno de Elkarrekin Podemos-IU y a las 17.00 se cerrarán las citas con la reunión con representantes de PP+Cs. Habrá que ver si con alguno de los grupos se abre realmente una vía de negociación. Por lo hecho hasta el momento, no parece que el Gobierno lo quiera realmente.