Al menos un manifestante ha muerto y otros siete han resultado heridas este domingo en una insólita jornada de protestas contra el Gobierno sirio en la ciudad de Al Sueida (sur), por el deterioro de las condiciones de vida en el país árabe.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) las fuerzas de seguridad han disparado contra los manifestantes para dispersarlos, después de que estos irrumpieran en el ayuntamiento de la urbe y retiraran la imagen del presidente sirio, Bashar al Assad.

La televisión estatal siria ha informado de que «forajidos asaltaron el ayuntamiento de Al Sueida y prendieron fuego a los archivos oficiales», mientras que el diario progubernamental ‘Al Watan’ ha indicado, además, que decenas de jóvenes que han irrumpido en el edificio causaron daños materiales.

«Toda la oficina del gobernador de Al Sueida y la sala de recepción de visitantes fueron destruidas, muchos documentos oficiales fueron esparcidos y quemados, y varias oficinas dentro del edificio fueron destruidas», según el diario.

Posteriormente, el Ministerio del Interior sirio ha confirmado el fallecimiento de un policía en el asalto a la sede policial. 

Según el Ministerio, los manifestantes, algunos de ellos armados, primero han bloqueado una avenida con neumáticos quemados tras lo cual se han dirigido a la sede de la Policía disparando al azar, hiriendo además a un efectivo y a varios ciudadanos.
 
«Ya no podemos más»

Los manifestantes denunciaban las malas condiciones de vida en la provincia, de mayoría drusa, según el Observatorio y activistas.

«Ya no podemos más, ya no tenemos paciencia», gritaban algunas de las personas concentradas, según los vídeos difundidos por la red de activistas Al Suwayda24.

Más de 2,2 millones de personas necesitarán ayuda para afrontar el invierno en Siria, un 28% más que el pasado año, en momentos en que la desmesurada inflación, las sanciones internacionales y la economía en caída libre han dejado los productos esenciales fuera del alcance de casi el 88% de la población, según la ONU.

El Observatorio añadió que hace unas semanas decenas de ciudadanos se concentraron también en la plaza Al Mashnaqa, en el centro de Al Sueida, para protestar contra el deterioro de las condiciones de vida y la incapacidad del gobierno para proporcionar la necesidades básicas.

La última gran protesta fue en 2020 cuando las fuerzas de seguridad sirias arrestaron al menos a una decena de personas que participaron en las manifestaciones, que se repitieron durante más de una semana. 

Efectos «catastróficos» de las sanciones

El mes pasado, la relatora especial de la ONU sobre medidas coercitivas unilaterales y Derechos Humanos, Alena Douhan, pidió a la comunidad internacional que levante las sancione unilaterales a Siria, ya que solo perpetúan y exacerban tanto la destrucción como el trauma sufrido por el pueblo sirio desde 2011.

Douhan afirmó que el 90%o de la población en el país vive actualmente por debajo del umbral de pobreza. «Con más de la mitad de la infraestructura vital completamente destruida o gravemente dañada, la imposición de sanciones unilaterales a sectores económicos clave, como el petróleo, el gas, la electricidad, el comercio, la construcción y la ingeniería, ha anulado los ingresos nacionales», indicó tras una visita al país en la que comprobó los efectos «catastróficos» que las sanciones tienen en el día a día de los sirios.