
Cecilia Marcos dice adiós a la temporada por segundo año consecutivo y por la misma razón. Según ha infomado el club, ayer, durante el último entrenamiento de la semana, sufrió una torsión en la rodilla derecha que ha provocado una rotura del ligamento cruzado anterior. Es decir, quirófano y unos ocho meses de baja, que le impedirán volver a vestirse de corto hasta el próximo curso.
Una larga travesía que, desgraciadamente, conoce bien la delantera donostiarra porque también tuvo que afrontarla la temporada pasada. Se lesionó el 12 de septiembre en San Mamés, en el derbi ante el Athletic de la segunda jornada de la 21/22 y el diagnóstico fue el mismo, aunque entonces fue la rodilla izquierda la dañada. Eso le impidió volver a disputar un solo minuto en partido oficial hasta la primera jornada de la presente temporada, en la que, sin llegar a formar parte del núcleo de máxima confianza de su entrenadora, ha ido participando con cierta regularidad, hasta el punto de haber partido en el once inicial en tres de las cuatro últimas jornadas.
Unas cifras que, de hecho, sólo había superado en la temporada 20/21, la de su «verdadero» debut, ya que la anterior, cuando se vistió por primera vez la camiseta txuriurdin, se canceló en marzo por la pandemia –curiosamente fue la más pródiga en goles para la donostiarra, que marcó tres en cinco partidos–. En la 20/21 sólo se perdió tres partidos de Liga, aunque la mayoría los jugó saliendo del banquillo. Con sólo 19 años, la salida de muchos pesos pesados y la experiencia acumulada en los meses anteriores, el siguiente parecía su año; y, de hecho, Natalia Arroyo la incluyó en el once titular en las dos primeras jornadas de Liga. Pero su camino se truncó en San Mamés para recluir a Cecilia en la enfermería durante más de medio año. Hoy revive la pesadilla.

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