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Dimite la ministra de Justicia chilena tras el indulto a los penados en las protestas de 2019

El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha anunciado este sábado la renuncia de la ministra de Justicia, Marcela Ríos, una semana después de la polémica suscitada por los indultos a doce condenados por las revueltas de 2019 y a un antiguo miembro del grupo Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

La ministra de Justicia, y Derechos Humanos, Marcela Ríos, durante un acto previo a su dimisón.
La ministra de Justicia, y Derechos Humanos, Marcela Ríos, durante un acto previo a su dimisón. (@MinDesarrollo)

El presidente chileno, Gabriel Boric, ha confirmado este sábado que ha aceptado la renuncia de su ministra de Justicia, y Derechos Humanos, Marcela Ríos, y su sustitución por el abogado Luis Cordero en medio de la polémica por los indultos concedidos a condenados por el estallido social previo a la llegada de Boric al poder.

«Debido a que hubo desprolijidades en la ejecución de mi decisión de conceder indultos y considerando, además, la necesidad de fortalecer la gestión política el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, he decidido aceptar la renuncia de Marcela Ríos Tobar a dicha cartera» ha explicado Boric en declaraciones recogidas por el diario ‘El Mercurio’.

Para Boric, «cuando en política suceden situaciones de estas características, debemos asumir las responsabilidades», ha argumentado en referencia al anuncio de indulto a once personas, cuando finalmente fueron trece.

La oposición había criticado a la ministra y había anunciado la presentación el próximo lunes de una acusación constitucional contra Ríos, la cual podría prosperar incluso tras la dimisión. Además, no se descarta presentar esta misma acción en contra Boric.

Boric anunció en septiembre una serie de cambios en el seno de su gabinete ministerial, entre los que destacó la salida de la titular de Interior, Izkia Siches, y del secretario general de la Presidencia, Giorgio Jackson, para acercarse a la antigua Concertación.

La gestión de la crisis migratoria y la escalada en el conflicto mapuche habían aumentado la presión sobre Siches. La huelga de hambre de varios presos y la prolongación del estado de excepción en el territorio mapuche evidencian un conflicto que el Gobierno de Boric no acaba de cerrar.