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Osasuna solicita a la RFEF y al CTA una profunda revisión del VAR tras lo del Celta

El club rojillo ya pidió explicaciones nada más acabar el encuentro del lunes ante el Celta tras un error flagrante del VAR que quizás le quitó la victoria y ahora va más allá.

Chimy Ávila celebra el gol ante el Celta que posteriormente fue anulado.
Chimy Ávila celebra el gol ante el Celta que posteriormente fue anulado. (Iñigo URIZ | FOKU)

El gol anulado a Abde el pasado lunes en el encuentro ante el celta está dando mucho que hablar. Nada más terminar el partido, Osasuna ya pidió explicaciones porque el gol fue anulado por fuera de juego tras contarse para ello una zona del cuerpo incorrecta. Y ahora, este mismo miércoles, ha remitido un escrito a la Real Federación Española y al Comité Técnico de Árbitos para, «con espíritu constructivo», solicitar de manera formal una revisión tanto de la tecnología que da soporte al colectivo arbitral como de su protocolo de aplicación.

Asimismo, la entidad ha pedido a los citados organismos una aclaración sobre los procedimientos empleados a la hora de invalidar el gol a Abde, en el encuentro ante el Celta del pasado lunes. En dicha comunicación, ha incluido un estudio audiovisual, elaborado con tecnología tridimensional por el arquitecto Ignacio Tellado.

Osasuna apunta en el escrito que «defiende el uso de la tecnología como un instrumento válido para ayudar a los árbitros a cumplir con su misión, impartir justicia, de la forma más eficiente posible», pero recuerda que «en cualquier caso, la aplicación de estas herramientas debe ser rigurosa y estar a la altura de una competición de máximo nivel como LaLiga Santander».

En relación al gol anulado este lunes y en base al documento audiovisual que adjunta, Osasuna señala que «Chimy Ávila se encontraba en una posición correcta y el gol de Ez Abde debió haber subido al marcador, con el consiguiente grave perjuicio ocasionado al Club Atlético Osasuna».

«Este estudio también evidencia que las líneas ofrecidas por el VAR se trazaron de forma incorrecta, lo cual condicionó que la resolución arbitral fuese certera. Este es el hecho que centra nuestra preocupación, ya que lo sustancial de lo ocurrido no es si la decisión arbitral favorece o perjudica a un club u otro, sino que el método empleado para trazar las líneas es impropio de una categoría profesional e incluso de los tiempos en los que vivimos, en los que los progresos tecnológicos son una constante casi diaria», añade.

Del mismo modo, considera el club navarro que «las imágenes que se ofrecen desde el VAR a los clubes y aficionados no cumplen con el estándar de calidad exigible en una competición de alto nivel».

Asimismo, «también nos gustaría obtener una aclaración sobre por qué el gol de Ez Abde únicamente precisó de 53 segundos de revisión, tomando como referencias desde el momento en el que el balón cruza la línea de gol hasta el pitido del colegiado con el que anuncia la decisión de anularlo».

«El tiempo empleado sorprende en contraposición con el requerido en la jornada anterior por el VAR para anular un gol a Kike Barja ante el Sevilla Fútbol Club, revisión que entonces necesitó de 2 minutos y 52 segundos», apuntan desde la entidad rojilla.

Osauna matiza que «a través de este escrito, no se pretende obtener reparación alguna ni generar un conflicto estéril». «Tampoco es el objeto de esta carta cuestionar el desempeño del colectivo arbitral, al que respetamos y consideramos que se le debe ayudar con los mejores instrumentos posibles», explica.

«Es inaceptable que en una de las mejores competiciones del mundo como LaLiga Santander no se resuelva de forma correcta una decisión cuya naturaleza es exclusivamente científica, en la que no caben interpretaciones o criterios. Es inadmisible que una decisión arbitral esté determinada por una tecnología deficiente o una mala aplicación de la misma», critica el director general de Osasuna.

«Errores como el referido cuestionan seriamente el uso de la tecnología adoptada, la cual debe de ser infalible, facilitar la labor de los colegiados y contribuir a que las decisiones arbitrales sean lo más justas posibles con los clubes y, por ende, con sus aficiones», concluye el escrito.