Debabarrena hace piña con la recogida de alimentos para Zaporeak

La quinta edición del «reto solidario» cuenta por primera vez con la participación de los ocho municipios del valle. La recogida de alimentos concluirá este viernes y un día más tarde, Ermua acogerá el «tupper solidario».

Mireia Alonso, impulsora de la iniciativa, posa en el punto central de recogida.
Mireia Alonso, impulsora de la iniciativa, posa en el punto central de recogida. (Jagoba Manterola | Foku)

Hacía ya años que colaboraba con Zaporeak pero en 2019 Mireia Alonso pensó que algo tan nuestro como un desafío entre amigos podía darle un buen empujón a la recogida de alimentos. «Le dije a Jesús González, del Sagarra de Ermua, que es amigo, ‘oye qué, ¿nos retamos? ¿Tú arroz y yo lentejas? A ver si conseguimos mil kilos cada uno’». Así empezó el reto solidario Eibar-Ermua, que no sólo se ha celebrado incluso en pandemia, sino que esta semana llega a su quinta edición más fuerte que nunca: tras la adhesión de Mutriku y Mendaro, por primera vez, las ocho localidades de Debabarrena participan en la iniciativa.

«Es que yo creo que será la única votación que gana por mayoría absoluta en todos los Ayuntamientos», sonríe Alonso, que explica que, como en años anteriores, cuando se han ido incorporando localidades hasta completar todo el valle, la recogida –que comenzó el lunes y concluye este viernes, 24 de marzo– es específica para facilitar la logística. Arroz largo en Ermua, Deba y Soraluze; macarrón tipo tubo en Mallabia y Mendaro; garbanzo pedrosillano en Elgoibar, lenteja pardina en Eibar –aunque es el único punto en el que se pueden depositar cualquiera de los cinco alimentos– y conservas de pescado en Mutriku. «El caramelo», sonríe la cocinera eibarresa, que explica que al menú diario que se proporciona en la cocina del campo de refugiados de Lesbos, que habitualmente se compone de arroz/legumbre/pasta, proteína que normalmente se aporta con el pollo y una fruta fresca, se suele tratar de añadir «un caramelo», algo especial y diferente que, en este caso, llegará desde Mutriku.

Es precisamente ese menú que se ofrece a los refugiados lo que se emula en el «tupper solidario» con el que cada año concluye la iniciativa y que esta vez tendrá lugar en Ermua, este sábado 25 de marzo. Se podrá adquirir por cinco euros un tupper que contendrá lentejas con bacalao, arroz con lumagorri y una pieza de fruta. Los cocineros colaboradores de Zaporeak se encargan de preparar la comida, a la que además de los donativos de particulares, se unen las aportaciones de Lumagorri, «que nos da 75 kilos», la fruta de Eroski y el bacalao de Bacalaos Alkorta, «que le llamamos el segundo año y no lo dudó un momento».

La lista de empresas que colaboran con la iniciativa es casi tan amplia como la de particulares. «Es raro que no nos atiendan cuando tocamos una puerta», destaca Alonso. «Ya desde el primer año se involucró muchísima gente. Coincidió que el primer año pasaba la Euskal Bizikleta y a Jesús se le ocurrió que hiciéramos recogidas en las metas. También la Korrika, que nos apoyó mucho y le dio mucha publicidad. Llamé a Urkotronik, ‘oye, a ver si nos lleváis y tráeis unas cajas y la respuesta fue si, si lo que necesitéis’». También tocó la puerta de Cartonajes Eibar «para ver si nos dejaban unas cajas y la respuesta fue ‘las que queráis’. Y con los Ayuntamientos igual. Nuestro reto era intentar recoger mil y mil kilos y cuando se enteró, el alcalde de Ermua nos llamó por teléfono para decirnos que también colaboraba y ponía 500. El de Eibar dijo que también se apuntaba y aportaría, en proporción del número de habitantes, otros mil kilos… Acabamos recogiendo 5.000 kilos de arroz y lentejas y 4.000 euros en efectivo».

Y es que el dinero también importa. Aunque sólo sea para transportar los alimentos la compra de productos frescos que, lógicamente, se adquieren in situ. Para eso están las rifas, a un euro, «con un montón de restaurantes que también colaboran». En esta ocasión se sortean ocho cenas dobles en los establecimientos Sagarra, Amtxi, Mendiola, Casino, Belaustegi, Kontent, Baratze y Salegi y un lote de productos de proximidad donada por la Asociación Ederto-Harakel. Además, ocho artistas de la Asociación de Artistas de Eibar han donado obras que también se sortearán en esta ocasión. Y, por supuesto, recuerda Alonso, «se puede donar en cualquier momento y cualquier cantidad a través de la página web de Zaporeak. Desde un euro al año hasta un millón si alguno quiere, de forma mensual, puntualmente...».

Aunque el reto, explica la cocinera eibarresa, «no sólo consiste en la recogida puntual durante estos días.  También es una forma de visualizar la situación en la que vive muchísima gente, concienciar de que necesitan nuestra ayuda. Por eso siempre hay animaciones, explicaciones, este año habrá pantallas con imágenes… Esta semana también han estado en el instituto de Mutriku dando una charla… El que quiera organizar una, que llame a Zaporeak. Es importante que nos demos cuenta de la situación en la que vive tantísima gente, niños solos, familias que tenían sus vidas y ahora no tienen nada… Nadie se lanza en una patera o a cruzar un desierto porque sí. Y encima es para acabar sobreviviendo a duras penas, que no viviendo, en un campo gigantesco de refugiados, donde hace mucho frío o mucho calor, hay incendios, niños de once años que no conocen otra cosa y que no han ido nunca a la escuela… Eso los que no mueren por el camino».

El mensaje cala con iniciativas como la del reto solidario, que no ha dejado de crecer en estos cuatro años «y que no dejó de organizarse ni en pandemia». El año pasado «salieron dos camiones de 14 toneladas y recogimos unos 10.000 euros», destaca Alonso. «Y lo mandamos ya todo paletizado para hacer más sencillo el transporte».

Un trabajo titánico que implica a muchísima gente. «A toda. Si digo que somos sesenta voluntarios, me quedo corta. Pero yo siempre digo que Zaporeak somos todos. Desde el que compra una rifa de un euro hasta el presidente. Los que van a Lesbos, los que colaboran en los puntos de recogida, la señora de 85 años que nos vino el otro día diciendo que no podía cargar peso para traernos comida pero nos traía el papel preguntando si había hecho bien el ingreso, la que nos dijo que no podía comprar lentejas pero sí le llegaba para un paquete de macarrones… Zaporeak somos todos».

La recogida se prolongará hasta el viernes 24, así que todavía hay tiempo de donar. Y el «tupper solidario» se celebrará en la plaza Cardenal Orbe de Ermua el sábado 25 a mediodía.