Joseba Salbador Goikoetxea

Las infraestructuras gasísticas, claves en época de crisis energética

La actual situación de crisis energética ha convertido en estratégicas las infraestructuras gasísticas existentes en Euskal Herria: la planta de regasificación de Bahía Bizkaia Gas en el Puerto de Zierbena y los gasoductos de Irun y Larrau, instalaciones que el pasado año aumentaron su actividad.

Un buque metanero descarga gas en las instalaciones de Bahía Bizkaia Gas del puerto de Santurtzi, donde dispone de tres tanques de 150.000 m3 cada uno.
Un buque metanero descarga gas en las instalaciones de Bahía Bizkaia Gas del puerto de Santurtzi, donde dispone de tres tanques de 150.000 m3 cada uno. (NAIZ)

Bahía de Bizkaia Gas (BBG) es la planta de regasificación de gas natural licuado (GNL) ubicada en el puerto de Zierbena. Participada por Enagás y el Ente Vasco de la Energía (EVE), descarga el GNL procedente de metaneros de todo el mundo y lo transforma en gas natural destinado al consumo doméstico, comercial e industrial así como a la generación de energía eléctrica.

Su trabajo de recepción, almacenamiento y regasificación de gas es fundamental para garantizar el suministro energético local así como para reforzar el sistema gasista de la Unión Europea.

En la actualidad dispone de una capacidad de almacenamiento de 450.000 m3 distribuidos en tres tanques de 150.000 m3 cada uno, una capacidad de emisión de 800.000 Nm3/h (metros cúbicos normales por hora) y un pantalán para recepción de metaneros de una capacidad máxima de 270.000 m3.

Al cierre del pasado año, y a pesar de la crisis energética mundial, BBG marcó un récord de actividad al conseguir regasificar un total de 64.593 GWh, superando así el récord de 62.950 GWh de 2019. Traducido a buques, la terminal vizcaina descargó la mercancía de un total de 65 buques gaseros, más de uno por semana.

La cantidad desembarcada en Zierbena el pasado año ha supuesto el 28,5% de los 226.388 GWh que se consumieron en todo el año en el conjunto del Estado español, una cifra también récord, ya que el aumento de las descargas ha coincidido con un notable descenso del consumo.

Segundo cargadero

Precisamente, el pasado verano se hacía pública también la posibilidad de construir un segundo cargadero de gas en el Puerto de Bilbo, en las dársenas de Santurtzi.

Se trata de una propuesta que hizo el PNV en el Congreso español y que, concretamente, instaba al Gobierno español a autorizar un nuevo cargadero de gas natural licuado, aunque aún no está definido si va a ser operado por BBG o por alguna otra compañía privada. No obstante, todo apunta a que será una actividad regulada, por lo que pasaría a convertirse en la segunda instalación de BBG.

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, reclamó también en Madrid, en el marco de la Conferencia Sectorial de Energía, que se acelere «de forma importante» la puesta en marcha de este segundo cargadero, al tiempo que solicitaba mecanismos regulatorios de seguridad para garantizar que llegan los buques GNL previamente contratados.

Según explicó, se trata de que los buques de GNL que estén previamente contratados y con compromisos de llegada al Estado «no puedan marchar a otros países u otros lugares como consecuencia del incremento en el precio, y que exista un mecanismo que evite estas situaciones de alguna manera, a través de sanciones o algún mecanismo regulatorio».

«Hoy podemos tener una seguridad de suministro relativa, pero, como consecuencia del incremento de precios o de la competencia que pueda existir, no vayan a desaparecernos algunos de esos buques», advirtió la consejera.

Los gasoductos de Irun y Larrañe, a pleno rendimiento

Otra de las infraestructuras energéticas que se han convertido en estratégicas para paliar la demanda europea son los gasoductos de Irun y Larrañe, los dos únicos que suministran gas desde el Estado español a Europa, y que tienen capacidad para transportar 8.500 millones de metros cúbicos anuales.

Las exportaciones a través de ambas interconexiones se incrementaron el pasado año un 160,9% respecto a 2021, al alcanzar los 36.757 GWh. Esto hizo necesario reforzar el gasoducto de Euskadour que une Irun con la localidad francesa de Lussagnet para ampliar su capacidad, que a partir del 1 de noviembre se incrementó en un 66%, pasando de 2 a 3,5 bcm (mil millones de metros cúbicos) aproximadamente.

Con esta ampliación, aumenta un 18% la capacidad de flujo total de las interconexiones de Irun y Larrañe, que suman una capacidad total máxima de 8.500 millones de metros cúbicos al año o 8,5 bcm: 5,3 bcm de Larrañe y 3,5 bcm de Irun.

Se da la circunstancia de que el pasado día 8 de febrero, las instalaciones de la estación de Irun, ubicadas en el barrio de Meaka, resultaron afectadas por un incendio. El siniestro afectó a dos transformadores eléctricos que dan energía a los compresores que comprimen el gas que llega de la regasificadora de Bahía de Bizkaia Gas para así aumentar la capacidad de envío a la estación francesa de Lussagnet, previo paso a su posterior distribución por Centroeuropa.

No obstante, el suministro a Europa no se interrumpió, ya que se canalizó a través de la interconexión de Larrañe. Ambas comunicaciones se gestionan comercialmente como una única conexión, llamada VIP Pirineos.