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Netanyahu pacta con el ultra Gvir retrasar hasta el verano la reforma judicial

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha pactado con el ministro ultraderechista Itamar Gen Gvir aplazar al verano la reforma judicial que ha encendido una grave crisis política. Netanyahu gana tiempo frente a las protestas masivas y concede a Gvir la creación de una ‘Guardia Nacional’.

Manifestantes frente al Parlamento israelí, en Jerusalén.
Manifestantes frente al Parlamento israelí, en Jerusalén. (Hazem BADER | AFP)

El ultraderechista Itamar Ben Gvir, líder del partido Otzma Yehudit y actual ministro de Seguridad Nacional, ha anunciado este lunes un acuerdo para retrasar la reforma judicial hasta el verano después de amenazar al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con salirse del Gobierno de coalición si paralizaba la medida.

Ben Gvir habría cedido a retrasar la reforma judicial hasta el verano a cambio de la formación de una ‘Guardia Nacional’ bajo el Ministerio de Seguridad Nacional que lidera, una medida que la formación ultra reclamaba hace meses y que podría ser aprobada en la próxima reunión del gabinete de la coalición, según el diario ‘The Jerusalem Post’.

La próxima sesión comenzará en mayo, después del receso por la Pascua Judía y se extenderá hasta julio, otorgándole así tres meses al Gobierno para seguir negociando con la oposición.
 
Negociará un acuerdo pero mantiene la reforma

«Por responsabilidad nacional, en base al deseo de evitar una grieta en nuestro pueblo, decidí suspender la segunda y tercera lectura de la ley (de elección de jueces) en esta sesión parlamentaria para dar tiempo a tratar de llegar a un acuerdo amplio, en preparación para la legislación durante la próxima sesión», ha afirmado el primer ministro en una declaración televisada poco después

Sin embargo, Netanyahu no abandona por completo el proyecto, que espera salga adelante en los próximos meses.«Cuando es posible prevenir una guerra fratricida con negociaciones, yo, como primer ministro, me tomo un tiempo para negociar. Doy una oportunidad para una discusión real», ha señalado.

«Insistimos en la necesidad de realizar las correcciones necesarias en el ordenamiento jurídico, y daremos la oportunidad de lograr un amplio consenso», ha afirmado Netanyahu, que tiene tres juicios abiertos por corrupción.

Si bien estaba previsto que Netanyahu compareciera a las 10.00 (hora local), su discurso ha sido aplazado debido a las amenazas por parte de algunos de sus socios ultraderechistas y ultraortodoxos sobre la posibilidad de retirarle su apoyo si cedía y suspendía la reforma.

Durante todo el día ha mantenido reuniones con ellos, en las que finalmente ha acordado retrasar la tramitación de las leyes que conforman la reforma judicial a después del receso parlamentario, incluido el proyecto de ley de elección de jueces –que da al Gobierno control casi total sobre el comité de selección– cuya aprobación definitiva estaba prevista para esta misma semana.

Las protestas continuarán

Sin embargo, los grupos anti-reforma ya avanzaron que no se contentan con el retraso en la tramitación de la reforma anunciado por Netanyahu, sino que seguirán con sus protestas hasta que esa legislación quede cancelada y se plantee una nueva reforma consensuada con la oposición.

 La Histadrut  –la organización de sindicatos de Israel–ha desconvocado las manifestaciones previstas para el martes en contra de la reforma judicia pero los principales grupos ciudadanos que impulsan también las protestas han advertido de que seguirán adelante con las manifestaciones.

Por su parte, el ultraderechista Grvir ha sostenido con anterioridad que «la reforma judicial no debe ser detenida» y ha subrayado que «no hay que rendirse ante la anarquía». Previamente, el ministro de Patrimonio, Amichai Eliyahu, de Otzma Yehudit, había subrayado que el partido no estaba preparado para detener la legislación y ha criticado que Netanyahu «esté cediendo ante la coacción política».

De salir adelante, la reforma daría al Gobierno control total sobre el nombramiento de jueces, incluidos los del Tribunal Supremo, y limitaría en gran medida la capacidad del tribunal de anular legislación que viole la Constitución, al tiempo que permitiría al Parlamento modificar leyes que consiga anular con una mayoría simple de 61 de los 120 diputados.

Manifestaciones y huelga general

La reforma ha provocado una grave crisis política en el país, con movilizaciones masivas durante semanas y, según el presidente del país, Isaac Herzog, incluso el riesgo de enfrentamiento civil.

Más de 100.000 israelíes se han concentrado este lunes frente a la Knesset (Parlamento) en Jerusalén en el marco de una histórica huelga general.

La concentración sigue a multitudinarias protestas durante los últimos días, incluyendo una manifestación en la noche del domingo que concentró a cientos de miles de personas en ciudades de todo el país, después de que Netanyahu cesara a su ministro de Defensa por pedir la suspensión temporal de la reforma ante la división provocada en el país.

La protesta en Jerusalén se suma a otra movilización masiva en Tel Aviv, además de muchas otras en ciudades del norte y del sur, mientras importantes empresas se unen a la huelga, a la que se han adherido algunos de los principales bancos de Israel, como Hapoalim y Leumi, la compañía eléctrica del país y el Ayuntamiento de la ciudad de Tel Aviv