Pello Guerra

Una recreación en 3D y dos libros, nuevas aportaciones a la memoria visual de Amaiur

Una recreación en 3D que muestra cómo era la fortaleza en 1512 y 1522, y dos libros que recogen en imágenes la inauguración en 1922 del monolito y los últimos cien años de su historia son las tres últimas aportaciones para potenciar la memoria visual del castillo de Amaiur.

Recreación del castillo de Amaiur en 1522, tras las obras para reforzar su estructura acometidas por los españoles.
Recreación del castillo de Amaiur en 1522, tras las obras para reforzar su estructura acometidas por los españoles. (Iker IBERO/VIRTUALAN)

En la recta final de las conmemoraciones de los 500 años de la defensa y caída del emblemático lugar de resistencia, la memoria visual del castillo de Amaiur se ha visto incrementada con las aportaciones de una recreación en 3D de la fortaleza y dos libros con fotografías de los últimos cien años de su historia.

La recreación en 3D ha sido acometida por la empresa Virtualan y en la misma han trabajado conjuntamente 12 profesionales, según explica su responsable Iker Ibero. Cuando recibió el encargo hace dos años, el objetivo fijado pasaba por conseguir una «recreación fiable» de la fortaleza en los años 1512 y 1522 y para ello, «hemos trabajando conjuntamente 12 profesionales», entre los que figuraban los historiadores Aitor Pescador y Peio Monteano, y las personas que han hecho posible técnicamente la recreación en sí.

Para conseguir la mayor precisión posible, se realizó «un vuelo de dron fotogramétrico para conseguir un gemelo digital del estado actual del castillo de Amaiur. Con esta nueva herramienta, con un margen de error de cinco centímetros, teníamos la base perfecta para empezar a hacer la recreación».

A partir de ahí, «con toda la documentación histórica, hicimos una interpretación de varios elementos que conforman el castillo y su entorno, y realizamos una réplica exacta del terreno del entorno de la fortaleza mediante unos mapas».

Con el gemelo digital recreado y conociendo cómo era el terreno en el pasado, «empezamos a hacer la recreación digital del castillo». Una labor en la que ha trabajado codo con codo con el historiador Aitor Pescador, quien califica el proceso de «aprendizaje, porque con Iker ha habido una constante comunicación rectificando unas partes, revisando otras. Teníamos que recrear con un poco de imaginación, porque el castillo está en su base y debíamos ir añadiéndole elementos defensivos con lógica militar de la época medieval».

Recreación en 3D del castillo de Amaiur en 1512. (Iker IBERO/VIRTUALAN)

 


Pescador recuerda que la recreación ha sido posible «gracias a la documentación guardada en el Archivo General de Navarra» y destaca cómo en la misma se aprecian las fases constructivas por las que pasó la fortaleza. La primera fue la medieval, hasta 1512, con un castillo en Amaiur del tipo habitual en Nafarroa: «roquero y humilde».

Pero, a partir de 1513, «se cambia el destino de la fortaleza y pasa a ser un espacio defensivo y político. Fernando (en referencia a el Católico) tiene un claro proyecto político de generar una muga entre los espacios navarros del sur y los territorios del norte navarros y franceses. Necesita la creación de unas fortalezas especialmente competitivas frente a la nueva artillería y se decide construir una en Amaiur».

El historiador destaca que «en un momento determinado, será el segundo presupuesto de Navarra a nivel militar después de la plaza de Pamplona», lo que pone en evidencia «la importancia que se le dio a esa fortaleza al considerarla como un elemento de control de un reino que todavía luchaba por su libertad».

En la recreación se aprecia esa transformación, ya que se puede ver el castillo de Amaiur en 1512 y cómo era en 1522, una vez acometidas las obras de las fuerzas españolas para adaptarlo a la guerra del momento y librada con potente artillería. El trabajo se podrá ver en el Museo de Amaiur y será colgado en la página web dedicada al castillo.

Conseguir que esa recreación fuera lo más precisa y real posible «ha sido un reto, sobre todo para que la gente, cuando vea el video, tenga una experiencia totalmente inmersiva y sea capaz de trasladarse en el tiempo y ver y vivir cómo era el castillo en esa época», reconoce Ibero.

Al laborioso trabajo técnico, el experto en modelado 3D añade «la responsabilidad» de acometer este proyecto, al tratarse de «un castillo muy emblemático. Desde pequeño me habían enseñado lo que significaba Amaiur y el poder realizar la recreación es una satisfacción personal increíble».

Una de las imágenes del álbum fotografico sobre la inauguración del monolito en 1922. (AMAIUR 1522-2022)



Una joya fotográfica

A esta memoria visual más moderna de la fortaleza de Amaiur, se han sumado dos libros que recogen la historia de los últimos cien años del castillo a través de numerosas fotografías, porque, como señala Juantxo Agirre Mauleon, secretario general de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, «queremos un pueblo con memoria escrita».

Uno de ellos se trata de un facsímil del álbum fotográfico de la inauguración del monolito instalado en el lugar en 1922 y que el Ayuntamiento de la Villa de Baztan encargó a un fotógrafo de la época.

Según explica Agirre Mauleon, se conocía su existencia, pero no se conservaba ningún ejemplar de ese álbum en los archivos de Nafarroa, de tal manera que había sido dado por perdido. Sin embargo, no era así, ya que la amaiurtarra Maite Irigoien conservaba un ejemplar, gracias al cual «hemos tenido la memoria gráfica de lo que ocurrió en 1922».

A partir de ese ejemplar, que se expone en el Museo de Amaiur, la Sociedad Gaztelu ha editado una serie limitada de 300 ejemplares del álbum «tal y como es, con su encuadernación y grabado. Es una obra hecha a mano».

Algunas de esas imágenes aparecen en el segundo libro publicado recientemente y que se titula ‘Amaiur 1522-2022’. Consta de 320 páginas y, como explica el secretario general de Aranzadi, «recoge la memoria gráfica de Amaiur en cien años».

El ingente material fotográfico se distribuye en cinco capítulos, con el primero titulado ‘Memoria pétrea’ y que se centra en la inauguración del monolito de 1922. El segundo, denominado ‘La resistencia de la memoria’, abarca el periodo entre 1931 y 1937, con la voladura del obelisco y los tiempos convulsos de la Guerra del 36.

Imagen del monolito tras ser volado por desconocidos en 1931. (Familia ETXEBERRIA/AMAIUR 1522-2022)



El tercero ha sido denominado ‘Damnatio Memoriae’ (1937-1978), cuando, como sucedía en tiempos de los romanos, se busca «hacer desaparecer el recuerdo de los testimonios del pasado que no gustan al poder establecido. Lo que no se escribe y no se conoce, no ha existido». El cuarto se centra en ‘La recuperación de la memoria’ y va de 1978 a 1992, cuando se vuelve a levantar el monolito de Amaiur.

Y el quinto es el más próximo en el tiempo, ya que abarca el periodo entre 2005 y 2022, y tiene como protagonistas a las excavaciones arqueológicas del castillo y los actos culturales e institucionales que se han realizado durante las conmemoraciones de los 500 años de la defensa y caída de Amaiur. El volumen, editado por Amaiurko Gaztelua Fundazioa, saldrá a la venta con un precio de 40 euros.

Agirre Mauleon destaca que todas esa imágenes «nos ayudan a saber mejor cómo hemos sentido esto en Navarra. Amaiur es símbolo de Navarra y a través de las fotos, vemos a todo el colectivo de gente y cómo se han ido desarrollando los actos institucionales. Vemos nuestra propia historia».

A estas obras sobre la memoria de Amaiur, se sumarán las publicaciones arqueológicas sobre los trabajos en el castillo que está preparando Aranzadi para difundir todos los conocimientos sobre un lugar que en los últimos dos años y medio ha recibido la visita de 98.000 personas.

Un espacio que, como señala Ixabel Aleman, alcaldesa de Amaiur, «ha sido construido como un lugar de memoria por la ciudadanía, desde abajo hacia arriba» y que «debe convertirse en referente de la identidad histórica de Navarra, de valores democráticos y de defensa de los derechos humanos que como sociedad hemos de impulsar en un mundo tan globalizado».