Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

La ciudad fantasma de Medellín

ANHELL 69
Colombia. 2022. 75’ Dtor. y guion: Theo Montoya. Prod.: Theo Montoya, Maximilian Halsberger, Bianca Oana, David Hurst/ Monogram Film (Rumania)/ Desvio Visual (Colombia)/ Dublin Films (Estado francés)/ Amerika Film (Alemania). Int.: Camilo Najar, Víctor Gaviria, Alejandro Hincapié. 

Medellín vista como una ciudad de muerte poblada for fantasmas.
Medellín vista como una ciudad de muerte poblada for fantasmas. (NAIZ)

​La ópera prima más multipremiada del año es ‘Anhell 69’ (2022). Por citar algunos de los festivales en los que se ha visto recompensada, habrá que recordar que en la Mostra de Venecia se hizo con el Premio Especial del Jurado, en Mar Del Plata fue considerada Mejor Película Latina, en Xixón triunfó como Mejor Película y recibió el FIPRESCI de la crítica internacional, en Zinebi fue Mejor Película Internacional, en Dok Leipzig ganó el Golden Dove, además de salir como mejor película en la SIC (Semana Internacional de la Crítica) y en el certamen Márgenes. En todas esas citas cinematográficas destacó como obra rompedora e innovadora, incluso dentro de lo que el cine colombiano nos tiene acostumbrados.

En ese sentido, llama la atención la presencia como actor invitado del cineasta Víctor Gaviria, a través de cuya persona el debutante Theo Montoya quiere rendir homenaje al cine de denuncia social que se ha hecho en su país, porque su película también habla de la violencia en la ciudad de Medellín y de la figura de Pablo Escobar, a quien califica de padre de una nación huérfana. Montoya, que es autodidacta en su condición de hombre-orquesta que se ocupa de todos los apartados técnicos y creativos, da su testimonio autoral sobre la dificultad de ser joven y gay en un lugar tan tradicional y convulso.

Su estilo en torno a la memoria se acerca mucho al del tailandés Apichatpong Weerasethakul y a la película del mexicano Carlos Reygadas ‘Post tenebras lux’ (2012). Retrata a Medellín como un enclave distópico donde los vivos cohabitan con los fantasmas de los muertos, a través del recuerdo de un proyecto fílmico de serie B inconcluso que recuerda en primera persona. Es una alegoría infernal de la gente de su generación muerta, con amigos muy cercanos que se han ido y a los que no olvida.