Así, hoy, 30 de mayo, se publica el decreto de convocatoria de elecciones y de disolución de las Cortes, con lo que arranca el periodo electoral, lo que supone, entre otras cosas, la prohibición de celebrar actos de inauguración y difundir propaganda institucional. Se abre también el plazo para solicitar el voto por correo y para pedir el voto desde el extranjero.

Entre el 31 de mayo y el 4 de junio el Ministerio de Hacienda tendrá que publicar en el Boletín Oficial del Estado (BOE) una orden ministerial que fije el límite máximo de gasto de campaña y que actualice las subvenciones que abonará el Estado a los partidos por cada voto y escaño obtenido en las elecciones del 23 de julio

El 9 de junio a las doce de la noche es el límite para que los partidos políticos comuniquen sus coaliciones electorales. Esta fecha es especialmente importante para Podemos y Sumar, que tienen apenas dos semanas para solucionar sus desavenencias. Las alianzas deben formalizarse en las distintas juntas electorales, sean provinciales o la JEC, si su ámbito supera una circunscripción.

Tanto Ione Belarra como Yolanda Díaz y el resto de formaciones de este ámbito político se muestran ahora favorables a un acuerdo de coalición, pese a los enfrentamientos que han protagonizado en los últimos meses. Esta posición conciliadora puede deberse a que ninguna de las dos partes puede mostrarse especialmente satisfecha de los resultados obtenidos en las elecciones del domingo.

Entre el 14 y el 19 de junio los partidos, coaliciones o agrupaciones electorales tendrán que presentar en las juntas electorales provinciales sus candidaturas al Congreso y Al Senado.

El 21 de junio las listas presentadas al Congreso y al Senado se publican en el BOE, pero aún no son las definitivas, ya que se abre un plazo de subsanación de errores y para solventar impugnaciones.

El 27 de junio el BOE publicará ya las candidaturas proclamas por las juntas provinciales, una vez revisadas y, en su caso, corregidas.

Campaña en sanfermines

El 7 de julio, a las cero horas, apenas doce horas después del txupinazo de San Fermín, arrancará la campaña electoral, que concluirá a las doce la noche del viernes 21, justo una semana después del Pobre de Mí.

El 17 de julio es el último día para publicar encuestas electorales. Esta prohibición, criticada desde distintos sectores, se impuso para proteger a las formaciones minoritarias evitando que las llamadas al voto útil en la recta final de la campaña se las llevara por delante.

El 22 de julio, por su parte, será la jornada de reflexión, en la que estará prohibido hacer actos de campaña por parte de los partidos.

El 23 de julio será la jornada electoral en la que estarán llamados a las urnas más de 36 millones de ciudadanos y ciudadanas. Para el Congreso, deberán usar papeletas cerradas configuradas por los partidos, pero para el Senado pueden marcar en una lista abierta hasta tres candidatos, del mismo o de distintos partidos.

El 26 de julio es el primer día de plazo para que en  las distintas juntas provinciales se proceda al escrutinio de los votos de las elecciones generales, sumando el recuento que se hizo el domingo en los colegios electorales con los votos emitidos desde el extranjero por parte de los inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA). Este recuento definitivo deberá haber acabado el sábado 29 de julio.

En torno a mediados de agosto se celebrará la sesión constitutiva de las Cortes Generales, una vez resueltos todos los recursos y proclamados los resultados. La fecha concreta se fijará en el decreto de convocatoria de elecciones que apruebe el Consejo de Ministros. Ese día tomarán posesión los parlamentarios elegidos y habrá que votar a los miembros de las dos mesas, incluyendo sus presidentes.

Cinco días después se constituirán los grupos parlamentarios y, con ello, se pondrá fecha a la ronda de consultas en el palacio de la Zarzuela para que el rey escuche a los líderes de los partidos con el fin de encargar la investidura al que tenga más apoyos.

Esa sesión de investidura no será antes de finales de agosto, dependiendo de lo complicado que sean las negociaciones para la formación del Gobierno.

La decisión de Sánchez obliga a realizar la mayor parte de estos trámites electorales en unas fechas inusuales, cuando la mayoría de la ciudadanía está más pensando en el asueto veraniego que en las complejidades de la vida política.