Joseba Salbador Goikoetxea

Papresa, el mayor reciclador de papel y cartón de Euskal Herria

La empresa de Errenteria, especializada en la fabricación de papel prensa y papel para embalaje, utiliza 100% material reciclado procedente de la recogida selectiva, con un volumen que supera las 400.000 toneladas anuales.

La planta de Errenteria se surte del material reciclado procedente de los contenedores azules de los estados español y francés, así como de Portugal.
La planta de Errenteria se surte del material reciclado procedente de los contenedores azules de los estados español y francés, así como de Portugal. (NAIZ)

El reciclaje de papel y cartón constituye un hábito muy arraigado ya entre la población, no en vano desde hace 25 años tenemos un contenedor azul cerca de nuestras casas. Según datos de 2022, cada ciudadano separó cerca de 11 kilos de papel y cartón para depositarlo en dicho contenedor. En total, en el Estado español fueron 666.344 las toneladas de cartón y papel que se enviaron a reciclar, lo que supone el 40,9% del total de envases.

Pero, ¿qué sucede una vez hemos dejado periódicos y cartones en el contenedor azul, antes de que vuelvan a nuestros hogares en forma de un nuevo periódico o envase de cartón?

Para encontrar la respuesta, no hace falta ir muy lejos. En Errenteria se encuentra una de las principales empresas dedicadas al reciclaje de papel y cartón, Papresa, con una tradición centenaria de fabricación de papel prensa y que desde el año pasado se ha especializado también en la fabricación de papel marrón para las bolsas y cajas del comercio electrónico.

Esta actividad permite que lo que en su día fue un residuo, pase a convertirse en una nueva materia prima. De esta forma, no se utiliza madera como materia prima ni cloro en su proceso de transformación, lo que genera un ahorro de toneladas de celulosa virgen procedente de los bosques y se evita la emisión a la atmósfera de millones de toneladas de CO2 durante el proceso de fabricación.

Así, la planta de Errenteria fabrica papel utilizando 100% material reciclado procedente de los contenedores azules de los estados español y francés, así como de Portugal. En concreto, se reciclan más de 400.000 toneladas anuales, lo que la convierte en un claro ejemplo de economía circular.

Además de trabajar con material recuperado, Papresa dispone de un estricto sistema de Gestión Integrado de Calidad y Medio Ambiente que le permite mejorar de forma continua en este sentido. Así, cuenta con los estándares de calidad más altos en todos los puntos del proceso de fabricación, asegurando que el producto final ofrecido a sus clientes es acorde con los parámetros exigidos y establecidos.

En los dos últimos años, la papelera guipuzcoana ha experimentado una profunda reconversión para diversificar el 50% de la producción de papel prensa hacia el papel de embalaje.

Para ello, ha invertido 70 millones de euros encaminados a la conversión de la máquina PM5 y a la construcción de una linea OCC para papel de embalaje.

Así, la compañía alemana Voith ha adaptado la máquina PM5 con el fin de aumentar su capacidad de producción de cartón ondulado para el mercado del embalaje, mientras la producción de papel prensa se mantendrá en la PM6, una de las más modernas instalaciones de papel newsprint a nivel europeo.

Al mismo tiempo, se han instalado equipos nuevos en la planta de preparación de pastas OCC, con el objetivo de conseguir mejores resultados en los productos de papel para packaging. Entre las mejoras realizadas, destaca la instalación de un nuevo sistema de alimentación y un nuevo pulper con cortador de alambres automático. Además, los equipos de tratamiento de rechazos permiten minimizar el contenido de fibra rechazada.

Estas inversiones han recibido la ayuda económica del Gobierno Vasco, dentro del programa de subvenciones a empresas para la realización de inversiones destinadas a la protección del medio ambiente.

Más de 125 años de historia

Papresa nació en 1896 como Papelera Vasco-Belga y se constituyó, ya en 1901, como Papelera Española S.A., empresa que aglutinaba varias fábricas, incluida la de Errenteria, que se especializó en el segmento newsprint.  

Tras su segregación de Papelera Española, en 1993 nació la marca Papresa S.A.. En 2007, el Grupo Alfonso Gallardo compró todas las acciones de la compañía y, siete años después, ésta fue adquirida por el fondo americano KKR.

Finalmente, en octubre de 2020, el fondo de inversión industrial alemán Quantum Capital Partners (QCP) adquirió la fábrica. Desde entonces, ha sufrido una importante transformación para hacer frente a la progresiva caída de consumo del papel prensa y adaptarse al aumento de la demanda de papel para embalaje.

Nuevo sistema de tratamiento y gestión del agua

Papresa no solo busca cuidar su producto, también su entorno. Así, junto con la nueva apuesta por el papel para embalaje, ha puesto en marcha una profunda transformación de la gestión ambiental de la empresa hacia un modelo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Uno de los pilares en los que se asienta dicha transformación es el referido al sistema de tratamiento y gestión del agua, para lo cual ha construido una nueva planta de tratamiento, integrada en la propia fábrica, que permitirá reducir la carga orgánica contaminante del agua de vertido en un 80%.

Se trata de un reactor anaerobio de última generación que, además, permite generar biogás verde para autoconsumo, que servirá como combustible para las calderas de vapor empleadas en el secado del papel, en sustitución del gas natural fósil actualmente consumido en la fábrica, lo que reducirá en más de un 25% la huella de carbono.

Esta nueva instalación, que fue inaugurada el pasado mes de febrero con la asistencia de las autoridades públicas, «contribuirá a la mejora de los procesos de producción que ya tenemos implantados en nuestra planta, para los cuales utilizamos las mejores tecnologías disponibles actualmente en el sector de la pasta y el papel», en palabras de Miguel Sánchez, presidente y CEO de Papresa.

Se trata de la última inversión del plan de negocio impulsado por el Fondo industrial alemán Quantum Capital Partners, propietario de la planta, un proyecto que viene a completar la inversión ya realizada en la conversión de la máquina PM5 y la construcción de una nueva línea OCC.