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Saski Baskonia busca un base titular tras el adiós de Darius Thompson

Pese a haber fichado a Nico Mannion y Codi Miller-McIntyre, la entidad de Zurbano sigue peinando el mercado y ya suena el exjugador del Betis y Valencia Basket Shannon Evans. Mientras, el base canterano Sidy Cissoko ha cerrado un contrato de tres años con los San Antonio Spurs.

Shannon Evans, la pasada campaña con Valencia Basket ante el Baskonia.
Shannon Evans, la pasada campaña con Valencia Basket ante el Baskonia. (J. M. CASARES | ACB PHOTO)

La plantilla de Saski Baskonia de cara a la temporada 2023/24 está más que adelantada, pero la entidad gasteiztarra no la da por cerrada. Al igual que el año pasado, parece ser que se quiere poner a disposición de Joan Peñarroya un grupo de 13 jugadores, de forma que el técnico de Terrassa haga rotaciones, sobre todo durante la Fase Regular de la Liga ACB, mientras centra sus esfuerzos en la Euroliga, sobre todo en el primer tercio de la campaña.

Asimismo, todo apunta a que en Zurbano se busca un nuevo base, a pesar de haberse hecho ya con los servicios de un Nico Mannion que ha renunciado al Mundial que se disputará a partir del 25 de agosto y Codi Miller-McIntyre, que regresa a la Liga ACB tras su experiencia en Andorra. Se busca un base titular, al tiempo que el tener tres bases de buen nivel ha de hacer olvidar la marcha de Darius Thompson, que con el correr de las fechas, y sobre todo tras la inesperada salida de la circulación de Pierriá Henry, se convirtió no solo en el base principal de Saski Baskonia, sino casi en el único, toda vez que Max Heidegger no pudo rendir al nivel requerido, sobre todo en la Euroliga, y que Arturs Kurucs, que apunta va a recalar en el Lenovo Tenerife de Txus Vidorreta tras su adiós al club gasteiztarra, rendía casi mejor como escolta –por no hablar de que los experimentos con Markus Howard o hasta Vanja Marinkovic como base no resultaron–.

Pero Darius Thompson ya no está, el caso Pierriá Henry no tiene aspecto de que se solucione en breve y a día de hoy, se antoja que Mannion y Miller-McIntyre precisan de algún compañero más para formar la terna de armadores de cara a la próxima campaña. El periodista de Catalunya Radio Ernest Macià se ha venido haciendo eco en las últimas fechas del interés de Saski Baskonia del base Shannon Evans.

Evans, de 29 años y 1,85 metros, milita en la actualidad en Valencia Basket luego de haberse dado a conocer en la Liga ACB haciendo un gran papel en el Betis. La idea del jugador es seguir jugando la Euroliga, pero lejos de un Alex Mumbrú que no le otorgó el protagonismo que Evans buscaba en su salto a orillas del Turia. Además, ya los gasteiztarras pretendieron al jugador de pasaporte guineano –por lo que no ocuparía plaza de extracomunitario– cuando aún militaba en el Betis. Haberse dado a conocer, mal que bien, en la Euroliga y en un equipo como Valencia Basket se supone que encarece y dificulta la operación, pero podría ser una solución.

Una, pero no la definitiva. Por ejemplo, Colbey Ross, procedente del Varese, parecía el nombre propio elegido por parte de Alfredo Salazar, pero el Buducnost se ha hecho con el jugador elegido como MVP de la LEGA italiana. Es decir, las «fluctuaciones mercantiles» en estas fechas son tremendas, al punto que todo está sujeto a la especulación, salvo el pájaro en mano. Así las cosas, que haya interés por Shannon Evans y se negocie por su fichaje no significa que esa vaya a ser la única apuesta por Saski Baskonia.

Adiós con el corazón

Mientras tanto, Saski Baskonia se va a tener que despedir de Sidy Cissoko sin poder disfrutarlo en sus filas, ya que los San Antonio Spurs le han firmado un contrato garantizado de tres años al base francés.

Elegido en el puesto 44 del pasado draft, perdido en mitad de la segunda ronda, el ex de Iraurgi se ha ganado a Greg Popovich y los suyos, pese a que sus números en la Summer League, 5,2 puntos, 5,8 rebotes y 2,8 asistencias en algo más de 20 minutos, no sean la octava maravilla. Sus condiciones atléticas y su predisposición para la defensa le han hecho ganarse, a sus 19 años, de un contrato rookie en la mejor liga del mundo y en una franquicia que, pese al fichaje de Victor Wembanyama, sabe que su reconstrucción se debe llevar a cabo sin prisas.

Junto con el caso de Goran Dragic, el de Sidy Cissoko es otro en el que Saski Baskonia trabaja para terminar la formación de un jugador y no puede disfrutarlo llegado el momento de dar el salto.