Alessandro Ruta

Todos los «hijos» de Kurosawa

El director japonés murió hace 25 años dejando un legado inestimable, tan profundo que muchas películas se han inspirado en las suyas. Repasamos cinco de ellas, incluida la que más fama alcanzó y ruido provocó, ‘Por un puñado de dólares’... de Sergio Leone.

‘Por un puñado de dólares’, la copia con descaro de ‘Yojimbo’.
‘Por un puñado de dólares’, la copia con descaro de ‘Yojimbo’. (NAIZ)

Akira Kurosawa murió el 6 de setiembre de 1998, hace 25 años. El cine se vistió de luto para homenajear a uno de los más grandes maestros de la gran pantalla, ganador entre otras cosas de un Oscar honorífico y de dos como mejor película internacional (con ‘Rashomon’ y ‘Dersu Uzala’), dos Leones de Oro en Venecia, una Palma de Oro en Cannes y un Premio Ocic en el Zinemaldia en 1985 (‘Ran’).

El legado que dejó fue enorme para una persona que, como escribió en su libro autobiográfico ‘Something like an autobiography’, a pesar de no hablar ningún idioma extranjero se sentía a gusto en cualquier parte del mundo porque se consideraba ciudadano del planeta Tierra. Realmente un gigante, uno de esos cineastas cuyos trabajos se reconocerían simplemente a través de un fotograma.

Más allá de sus películas, la influencia que tuvo Kurosawa sobre otros directores resultó evidente: 25 años después, repasamos cinco de estas pelis directamente o indirectamente «hijas», de las obras maestras del japonés.

‘Por un puñado de dolares’ (1964)

Es un caso realmente digno de estudio. El film transformó a Clint Eastwood en un actor de fama mundial y a Sergio Leone en el inventor de un nuevo género de películas, el western épico, aunque fue literalmente el fruto de un robo. La figura del caballero solitario que llega a un pueblo para poner a dos familias la una contra la otra, jugando a dos bandas, es una copia del ‘Yojimbo’ de Kurosawa (1961).

Cuando el film apareció en las salas italianas en 1963, uno de los primeros en verla fue Enzo Barboni, director de fotografía para muchos cineastas, incluido Sergio Leone. Los dos se encontraron casualmente fuera del Cinema Arlecchino en el barrio Flaminio en Roma, según dice una de las biografías del propio Leone, ‘Danzando con la muerte’. «Te va a gustar seguro, es exactamente lo que vas buscando hace tiempo», fue el mensaje incitador de Barboni, que luego se convertiría en director él mismo de spaghetti-western como ‘Trinidad’, con Bud Spencer y Terence Hill.

Leone aceptó el consejo de su compañero de trabajo y se enamoró de la historia. Hizo simplemente un copia y pega, hasta del tono parcialmente cómico de los diálogos («Trae dos ataúdes: no, mejor tres»). Transformó las espadas del samurai interpretado por Toshiro Mifune en las pistolas del personaje de Clint Eastwood, convirtió el palillo en cigarro, y mutó el Japón del siglo anterior por el Oeste americano (aunque grabado en Almería). Más la música de Ennio Morricone, que no es poco.

 

Grabada y producida realmente con un puñado de dólares, fue un éxito inmediato hasta llegar a Japón, donde la productora de ‘Yojimbo’ detectó el plagio y se fue al juzgado. Acabó en condena para Sergio Leone, condenado a ceder los derechos de distribución de su primer film completo como director a la productora de Kurosawa. «He ganado más dinero gracias a eso que con todos mis trabajos», admitiría el cineasta japonés años después.

‘Star Wars’ (1977)

Un soldado y dos peones tienen que escoltar a la princesa de un reino fuera del lugar donde se está combatiendo en una guerra de carácter feudal. Ahora prueben a trasladar este contexto a otro, concretamente hacia «una galaxia muy muy lejana»: el resultado es ‘Star Wars’, el primer episodio de la saga, aparecido en 1977 (aunque no sea temporalmente el inicio de la historia, sino por ahora el cuarto).

George Lucas lo admitió en más de una ocasión; para crear su mundo se inspiró en ‘La fortaleza escondida’ de Kurosawa, ganadora del Oso de Plata en el Festival de Berlín en 1959. La princesa Leyla, escoltada por dos androides más «modernos» como D-3BO y C1-P8, supone una réplica de Yuki, heredera del reino de su padre y hostigada por sus enemigos.

A partir de ahí, es evidente que la fantasía del director norteamericano marcaría la mayor diferencia con la obra de Kurosawa, en que el protagonista verdadero era el Japón feudal con sus rituales. Más que Lucas, el verdadero forofo de Kurosawa era su excompañero en la escuela de cine John Milius, y fue él la persona que hizo de hilo conductor.

 

Curiosamente, las primeras críticas sobre ‘La fortaleza escondida’ en Estados Unidos fueron pésimas; ‘The New York Times’ lo calificó de «film superficial».



‘Sospechosos habituales’ (1996)

Entrar en el léxico común ya conlleva un gran resultado. Es el caso de la expresión «efecto Rashomon», que alude a la percepción de haber perdido el sentido de la objetividad, algo muy típico en el cine y que se patentó con este film de Kurosawa de 1950, su primer éxito a nivel de crítica.

Un acontecimiento, en este caso un delito, es descrito de manera distinta por un cierto número de personas sin que nadie pueda determinar con seguridad cuál ha sido la verdad. Incluso puede que se acaba poniendo en duda si el hecho ha ocurrido o no. Esto es ‘Rashomon’, absoluta obra maestra.

 

Saltamos a 1996, ¿quién es Keyser Soze? Un malvado criminal, «el diablo en persona», responsable incluso de un atraco que acaba con la vida de unos cuantos inocentes, incluidos sus colegas. ‘Sospechosos habituales’ es un perfecto ejemplo de «efecto Rashomon» porque al espectador le resulta difícil entender el informe del único testigo del atraco, el cojo Verbal Klimt (interpretado por Kevin Spacey), mezclado con el resto de testimonios que entran en la película mediante fórmulas narrativas como flashback y flashforward. La solución al enigma no llega hasta la última escena, uno de los finales más espectaculares en la historia del cine que evitaremos espoilear.

Otra conexión con ‘Rashomon’ es la voz externa de varios protagonistas que explican los hechos. El propio director de ‘Sospechosos habituales’, Bryan Singer, admitiría en el documental de la versión DVD oficial de la película que se había inspirado en el trabajo de Kurosawa.

‘Bichos - Una aventura en miniatura’ (1998)

Llegamos a ‘Los siete samurais’, quizás la obra maestra de las obras maestras de Kurosawa. Aquel número convertido en icono, estos guerreros sin antepasados, un símbolo entero del país nipón. Las películas inspiradas en esta, directamente o indirectamente, son muchas: destaca entre otras ‘Los siete magníficos’, versión estadounidense ambientada en un contexto «de vaqueros».

El tema de ‘Los siete samurais’, la pelea de unos campesinos que buscan ayuda frente a sus opresores, es un clásico. Kurosawa lo diluyó en tres horas y pico de descripciones psicológicas sobre las relaciones y sobre todo los choques que se producen entre el mundo de los siete ronin, samurais sin patria y fanfarrones como el personaje interpretado por Toshiro Mifune (de nuevo), y estos pobres que les han «fichado» sin tener una moneda para pagarles, salvo un plato de arroz al día.

 

No es un remake tan evidente pero tiene puntos en común con esta peli ‘Bichos - Una aventura en miniatura’, conocida también como ‘A bug's life’. Se trata en este caso de un film en dibujos animados producido por Disney en que un grupo de hormigas tiene que defenderse de las langostas opresoras que imponen sus «impuestos» en forma de comida. Reclutarán un grupito de amigos entre otros bichos y se dispondrán a comenzar la lucha.

Esta película obviamente no tiene el crudo realismo de las batallas, la lluvia que casi moja la pantalla, pero en un plano algo irónico y más ligero ‘A bug's life’ se puede considerar uno de los infinitos hijos de Akira Kurosawa.



‘Biutiful’ (2010)

«Era un cineasta increíble. Si el cine es un templo, Kurosawa era uno de sus dioses, con su profundo entendimiento del alma y de las motivaciones humanas». Así hablo en octubre de 2022 Alejandro González Iñárritu al recibir en Tokio el premio que honra al director japonés. No fue una casualidad que se le otorgasen, puesto que el mexicano es un fan absoluto de Kurosawa, con ‘Rashomon’ y ‘Vivir’ como sus pelis favoritas.

Esta última sería además su fuente de inspiración para ‘Biutiful’, donde el protagonista interpretado por Javier Bardem empieza a reflexionar sobre el sentido de la vida una vez que le detectan un cáncer. Exactamente como el personaje de ‘Vivir’, aunque este es más viejo, además de viudo, y acabará su vida de una manera muy poética, muy «a lo Kurosawa», muriendo mientras está en un columpio.

 

Acabar bien la vida; «vivirla hasta el final es una virtud», explica el personaje de Watanabe en ‘Vivir’. Es un hombre que representa para algunos críticos la situación de Japón en la segunda posguerra mundial (el film es de 1952). Mucho más turbio y angustiante, por contra, resulta el contexto degradado en que vive Uxbal, el protagonista de ‘Biutiful’, que se desarrolla en la zona de El Raval de Barcelona, sucia y peligrosa.