El centro integral para menores víctimas de abuso sexual y maltrato de Nafarroa entrará en funcionamiento en el segundo semestre de 2024, según ha señalado el Gobierno navarro, que ha añadido que «ofrecerá un entorno amable desvinculado físicamente de las instalaciones judiciales y con las herramientas necesarias para que trabajen en él los diferentes profesionales especializados que intervienen en este tipo de procesos».
El centro se instalará en un local de 600 metros cuadrados cedido por el Gobierno español y actualmente se está abordando su adaptación y reforma, para lo que se ha previsto un presupuesto de 840.000 euros, de los que 700.610 euros serán aportados por el Gobierno de Nafarroa y 139.390 euros por la Fundación La Caixa, según se recoge en el convenio de colaboración firmado entre ambas entidades.
El local ha sido visitado por la consejera de Interior, Función Pública y Justicia, Amparo López Antelo, quien ha asegurado que «esta legislatura queremos poner a la víctima y su familia en el centro, trabajando desde la protección al más vulnerable».
Modelo Barnahus, en marcha en Gasteiz
Ha añadido que «es una apuesta estratégica de este Departamento impulsar un nuevo modelo, denominado Barnahus, desarrollando un centro que supondrá un ambiente de seguridad y protección para evaluar a los niños, un espacio que protege a la infancia más vulnerable». Se trata del modelo que ya está en marcha en la CAV, concretamente en Gasteiz.
Por su parte, la delegada de Fundación La Caixa en Nafarroa, Izaskun Azcona, ha declarado que «es necesario un mecanismo de protección de estos menores y se ha demostrado que la Barnahus da respuesta a muchos de los retos que tienen que afrontar los profesionales ante un presunto caso de abuso sexual infantil».
Sistema de atención integral a menores
Además, la Dirección General de Justicia está trabajando para la implantación de un sistema de atención integral a niños y adolescentes que hayan sufrido violencia, especialmente violencia sexual.
Este sistema, con la colaboración de la ONG internacional Save the Children, adopta las características del modelo Barnahus, que busca proporcionar un ambiente protector que permita el abordaje de las denuncias o sospechas de posible abuso que puedan surgir en el ámbito sanitario, educativo, deportivo, de servicios sociales o policial, ha informado el Ejecutivo.
Con el modelo Barnahus se agrupan en un mismo espacio todos los profesionales y recursos que intervienen en un caso de abuso sexual infantil, como son los exámenes y tratamientos médicos, la evaluación y terapia psicológica, el apoyo y ayuda para la familia, y la obtención de testimonios con las suficientes garantías para el proceso judicial.
De este modo se evita la llamada victimización secundaria, «que surge por la inadecuada atención que pueden recibir las víctimas de un delito cuando entran en contacto con el sistema judicial».