NAIZ

Duelo y guerra de propaganda tras la matanza del Crocus City Hall

En la jornada de duelo en Rusia por el atentado más sangriento del Estado Islámico en Europa en los últimos veinte años, la organización yihadista divulgó un vídeo con imágenes de la matanza en la sala de conciertos del Crocus City Hall, que contabiliza ya 137 muertos.

Flores en el memorial instalado frente al Crocus City Hall.
Flores en el memorial instalado frente al Crocus City Hall. (Olga MALTSEVA | AFP)

 Rusia vivió ayer la jornada de luto nacional tras la masacre en la sala de conciertos Crocus City Hall, cerca de Moscú, que dejó al menos 137 muertos, en el atentado más mortífero en suelo europeo reivindicado por el Estado Islámico (IS) y el más sangriento en Rusia en 20 años.

En un enorme panel digital instalado en el edificio carbonizado de la sala de conciertos se podía ver la imagen de una vela sobre un fondo negro y la frase «Crocus City Hall. 22/03/2024. Estamos de luto...». Carteles similares se veían por toda la ciudad.

Los actos culturales y de ocio se cancelaron en todo el país. En los medios y redes sociales se difundieron historias de las víctimas, contadas por sus amigos y familiares, mientras algunos supervivientes compartieron imágenes de primera mano de lo sucedido. El concierto que tenía lugar en el centro había agotado las más de 6.000 entradas.

La cifra de 137 muertos es aún provisional ya que la búsqueda entre los escombros puede durar varios días. Solo se han identificado 62 cadáveres. De los 180 heridos, 105 continúan hospitalizados.

Después de la reivindicación de la víspera con las imágenes de los autores, el Estado Islámico publicó ayer un vídeo con una secuencia muy gráfica del ataque en donde se aprecia cómo ametrallan a varias personas y degüellan a un hombre herido entre arengas fundamentalistas. También se puede ver a uno de los yihadistas disparando un arma automática a través de una puerta y al menos rematar a una persona caída tras una puerta batiente, tras la que aparecen personas caídas y sangre.

Los cuatro presuntos atacantes fueron apresados el sábado en la región de Briansk, fronteriza con Bielorrusia y Ucrania. Otras siete personas fueron también arrestadas.

El presidente ruso, Vladimir Putin, evitó mencionar al Estado Islámico o su reivindicación, pero apuntó un vínculo con Kiev al subrayar que se dirigían hacia Ucrania donde les habrían preparado la huida.

ISIS, contra el que Rusia lucha en el Sahel y Siria, y activo en el Cáucaso ruso, ha llevado a cabo ataques en el país desde 2015. Ahora Putin, recién reelegido al frente del Estado, se enfrenta a una masacre que pone en duda su imagen como valedor de la seguridad de los rusos y cuestiona a los servicios de inteligencia.

Por su parte, el Gobierno ucraniano sugirió que Rusia habría permitido o incluso propiciado el ataque para fortalecer la movilización de sus ciudadanos en la guerra de Ucrania.

EEUU y Gran Bretaña respaldan a Kiev

En esta guerra de propaganda, EEUU y Gran Bretaña defendieron rápidamente a Kiev. El ministro de Finanzas británico, Jeremy Hunt, puso en duda la versión de Putin porque tiene muy poca confianza en lo que diga el Ejecutivo ruso.

También el Gobierno estadounidense aseguró que no hubo participación ucraniana en la masacre. «No hay pruebas», replicó la vicepresidenta, Kamala Harris. «El Estado Islámico tiene toda la responsabilidad por este ataque. No hubo participación ucraniana», indicó Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU.

«Ha sido la filial yihadista del Jorasán la responsable de lo que ha ocurrido», insistió Watson en relación a la rama de Estado Islámico para Afganistán, Pakistán e Irán. Unos días antes del ataque, el presidente ruso había calificado de «provocación» para desestabilizar la sociedad rusa las alertas de EEUU sobre un ataque que se estaba preparando en Rusia, y el sábado Moscú acusó a Washington de no haber proporcionado información específica más allá de un riesgo general de atentado.

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, se burló de la certeza exhibida por EEUU. «Ojalá hubieran sabido tan rápido quién mató al presidente Kennedy. Lo mismo fue el Estado Islámico también», manifestó.

Zajarova añadió que, hasta que concluya la investigación, «cualquier frase de Washington que justifique a Kiev debe considerarse como prueba», al asegurar que «los demócratas liberales estadounidenses llevan años financiando las actividades terroristas de Ucrania».



Ataques masivos ruso y ucraniano

Rusia denunció un masivo ataque ucraniano a Crimea a consecuencia del cual murió una persona y otras cuatro resultaron heridas. El gobernador de Sebastopol, Mijail Razvozhaev, indicó que se trató de la mayor ofensiva a la región en los últimos tiempos. Las fuerzas ucranianas alcanzaron dos barcos rusos, el Jamal (112,5 metros de eslora y 98 personas de tripulación) y el Asov (173 metros y más de 400 personas), además de un centro de comunicaciones y otras infraestructuras.

En Belgorod, el Ministerio ruso de Defensa afirmó haber derribado 19 misiles Vampire ucranianos. Rusia lleva varios días informando a diario del derribo de drones y misiles en regiones fronterizas, además de incursiones de milicias que luchan en el bando ucraniano.

A su vez, Rusia lanzó de madrugada casi 30 misiles y drones contra varias regiones ucranianas, una decena de ellos contra Kiev. La vecina Polonia activó la alerta aérea tras constatar que uno de ellos atravesó su espacio aéreo durante 39 segundos. El Ministerio ruso de Defensa indicó que atacó instalaciones de energía eléctrica, la industria de producción de gas y lugares donde se ensamblan y prueban drones, y aseguró haber destruido equipos militares y armas transferidos a Ucrania por los países de la OTAN. También desplegó un avión de combate MiG-31 en respuesta a un acercamiento a su espacio aéreo de dos bombarderos B-1B de EEUU sobre el mar de Barents.