Natxo Matxin
Redactor especializado en deporte. Osasuna

El balance económico de Osasuna en 2023 finalizó con pérdidas de un millón de euros

Un millón de euros es lo que perdió Osasuna a lo largo de 2023, tal y como refleja la auditoría de estados intermedios a 31 de diciembre pasado, que el club acaba de hacer pública.

Osasuna frena las pérdidas por los traspasos en el mercado invernal, pero los números siguen siendo rojos.
Osasuna frena las pérdidas por los traspasos en el mercado invernal, pero los números siguen siendo rojos. (Iñigo URIZ | FOKU)

Osasuna terminó 2023 con un millón de euros de pérdidas. Es lo que refleja la auditoría de estadios intermedios a 31 de diciembre pasado. Concretamente, el déficit fue de 1.088.521 euros después de impuestos.

Según especifica el club rojillo en un comunicado, el dato es «algo mejor» de lo previsto inicialmente, ya que «en la última Asamblea Ordinaria se presentó un presupuesto con una previsión de 3,1 millones de euros de pérdidas al final del ejercicio, lo que, trasladado a diciembre, hubiese significado una pérdida de 1,55 millones de euros, por encima de lo que finalmente ha ocurrido».

El balance de 2023 no incluye los traspasos realizados en el pasado mercado invernal, concretamente la salida de Chimy Ávila, valorada en cuatro millones fijos, y la de Adama Boiro, cifrada en otros dos.

Osasuna entiende que dichas ventas harán «con total seguridad» que el ejercicio 2023-24 finalice con beneficios, «poniendo fin a dos temporadas con números rojos (2021-2022 y 2022-2023) y recuperando la senda de ejercicios en positivo que ha supuesto unos beneficios totales de 25 millones durante los mandatos de Luis Sabalza», saca pecho.

El club rojillo añade que se podrá cumplir el capítulo de los ingresos previstos –37,3 millones–, a los que habrá que sumar los derivados por traspasos, «lo que probablemente elevará la cifra por encima de los 80 millones de euros, nuevo récord en la historia de la entidad».

En cambio, reconoce que los gastos de personal se han elevado un 2% por encima de lo previsto, algo que también ocurre con los gastos de explotación, un 7% más elevados, mientras que amortizaciones y gastos financieros «se ajustan a lo planeado».

La auditoría de diciembre ahora hecha pública incluye también una mejora del fondo de maniobra en 7,3 millones –sigue siendo negativo– y sitúa la deuda neta de Osasuna a 31 de diciembre en un montante de 67,1 millones, lo que supone un incremento de 5,5 millones respecto a los datos de junio.

Osasuna justifica ese aumento por el ingreso entre junio y diciembre de 12,9 millones del Plan Impulso (CVC), «lo cual incrementa la deuda a largo plazo». Contrapone la entidad osasunista el hecho de que se «ha ido reduciendo su endeudamiento a corto plazo con los bancos y con otras entidades en 7,4 millones, lo cual arroja ese balance de 5,5 millones más de deuda neta».

Añade que en este primer semestre ya no habrá nuevos cobros por parte de CVC «y sí se seguirá reduciendo deuda bancaria según lo previsto, por lo que en junio se producirá un descenso de la deuda neta».

El club avanza que en la temporada 2024-2025, entre julio y diciembre, el club recibirá los últimos 12,9 millones procedentes de dicho plan, que en su mayor parte se destinarán a la construcción de Tajonar, lo que volverá a elevar la deuda.