Coincidiendo con el vigésimo aniversario de su fundación, Gaindegia, el Observatorio Socioeconómico de Euskal Herria, ha presentado este jueves un informe en el que registra la evolución de diferentes aspectos demográficos, sociales y económicos a lo largo de estas dos décadas.
Xabier Oleaga, secretario de Gaindegia, ha recordado que desde 2007 hasta 2019 se publicaron informes estadísticos anuales del conjunto del país, pese a las dificultades que supone recopilar datos de un territorio dividido en dos estados y tres administraciones diferentes. Después de que la pandemia mediatizara la actividad durante 2020 y 2021, en 2022 se publicó un compendio de los dos años anteriores. Desde entonces, un paréntesis para reorganizarse y afrontar el futuro con energías renovadas.
Oleaga ha explicado que la nueva junta directiva, presidida por Iñaki Dorronsoro, ha integrado en su seno «gente proveniente del mundo empresarial, del ámbito sindical y ex altos cargos de las administraciones públicas, investigadoras e investigadores de la Universidad entre otros, provenientes de los diferentes territorios de Euskal Herria». Además se ha conformado un comité científico, compuesto por quince personas expertas en ámbitos como la economía, la sociología o las tecnologías aplicadas a la estadística.
Su coordinadora, la matemática y exconsejera de Lakua Anjeles Iztueta, ha destilado algunas de las cifras que se recogen en el informe, de casi cien páginas. Antes ha puntualizado que en el aspecto energético no están recogidas las consecuencias de la guerra de Ucrania y ha remarcado que todas las cifras económicas están recogidas en euros, pero «no es lo mismo un euro aquí que en Dinamarca, donde la vida es un 40% más cara. La UE tiene para eso unos coeficientes correctores, para poder comparar».
«Comparados con Europa ya no vamos tan bien»
Porque, como ha destacado Oleaga, las diferentes administraciones vascas se suelen comparar con los estados español o francés «y salimos bien parados, pero cuando comparamos con Europa ya no vamos tan bien. Las administraciones están obligadas a decir que vamos bien, para defender que sus políticas son efectivas. Nosotros no tenemos ese tipo de servidumbre».
Iztueta ha dividido el contenido del informe en cuatro apartados: demografía, economía, sociedad, y medio ambiente y alimentación. En el primer punto, ha destacado que la población de Euskal Herria ha crecido un 9,5% en estos veinte años y ya supera los 3,2 millones de personas. Ello a pesar de tener la tasa de natalidad más baja de Europa, lo que pone de relieve la importancia de la inmigración. Por territorios, Araba y Nafarroa Garaia son los que más han subido, aunque Bizkaia acoge al 36% de la población.
En el ámbito de la economía, ha destacado que «el PIB de Euskal Herria casi se ha duplicado» en los últimos 20 años, «después de transitar por la crisis del 2008 y la crisis sanitaria del 2020-21». En 2022 se alcanzó un PIB de 35.309 euros por habitante, «muy lejos de las cifras altas de la UE27. En la región de Hovedstaden, en Dinamarca, la cifra alcanza los 90.400 euros, y en Bruselas capital los 77.800 euros». Por sectores, sube el peso de los Servicios (65,33%), mientras que la Industria baja al 26,12%.
En cuanto al empleo, la tasa de ocupación se mantiene en un 76%, ligeramente por encima del 75% de UE27 pero por debajo de países como Islandia (87%), Países Bajos (85,5%) o Suiza (84%). La tasa de desempleo se ubica en torno al 8% en un ocho por ciento, mientras que en la UE27 es de un 6% y hay 19 estados por debajo de esa cifra.
«Sobresalientes» en educación superior
Iztueta ha destacado los datos «sobresalientes» en educación, donde un 53% de la población vasca cienta con formación superior, entendiendo como tal los grados universitarios, masters y una FP superior «puntera», sobre todo en ámbitos relacionados con la industria. Se trata de una subida de 20 puntos desde 2002, solo superados por Iralnda ()55%) y muy por encima de la media europea (35%).
Respecto al medio ambiente y la energía, ha indicado que la cifra de emisiones de CO2 por habitante ha pasado de un 12% a un 9%, pese a lo cual Euskal Herria «sigue siendo uno de los territorios que más CO2 por habitante emite al aire en el mundo, por detrás de Luxemburgo, Irlanda o Estonia». De hecho, ha aumentado el consumo de petróleo (43%) –una tendencia contraria a la de la UE– por delante de la energía eléctrica (24%), el gas natural (22%) y las renovables (8%). En cualquier caso, Iztueta ha destacado «nuestra casi total dependencia de fuentes energéticas procedentes del exterior».
A modo de conclusión, el presidente Iñaki Dorronsoro ha señalado que «las cifras manifiestan que la economía propia del país está preparada para dar soporte a las aspiraciones de bienestar de la sociedad vasca, a sabiendas de que la noción de bienestar es relativa» y que, como dijo Robert Kennedy, «el PIB lo mide todo excepto lo que hace que valga la pena vivir la vida».
Además, ha matizado que «habrá que discutir sobre el cómo se genera esa economía y cómo se reparte, pero de entrada nuestra economía da para sostener al país, con sus propios recursos, sin depender de segundos actores solidarios y capaz de generar solidaridad».
«Gaindegia no ha renacido de las cenizas de la pandemia, en su veinte aniversario, para pasar desapercibida. El hecho de que somos un observatorio emanado de la sociedad civil nos permite presentar nuestras conclusiones con cierto grado de independencia, ciñéndonos exclusivamente al análisis y al mensaje derivado de contraste de los datos», ha sentenciado.
En esta presentación ante los medios, previa a un evento que tendrá lugar esta tarde en Tabakalera, se ha recordado la figura del recientemente fallecido Antxon Lafont, uno de los fundadores de Gaindegia.