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Animan a los multados en Bilbo por los cambios en las tarjetas de OTA a acudir al Ararteko

El Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN) anima a las personas afectadas por las infracciones de la OTA de Bilbo, al no saber que el Ayuntamiento les había retirado la tarjeta de residente, a solicitar el amparo del Ararteko si las reclamaciones son desestimadas.

Una máquina de la OTA de Bilbo.
Una máquina de la OTA de Bilbo. (Bilboko Udala)

El Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN) ha animado a los conductores multados en Bilbo que desconocían que no tenían tarjeta de residente de la OTA, por cambios en la ordenanza municipal, a recurrir las sanciones, por vía administrativa y luego judicial, y a presentar su caso ante la oficina del Ararteko. Tras el pleno ordinario de febrero, en que el PP pidió la retirada de las sanciones, el alcalde tachó de «populista» esa reclamación.

El RACVN ha considerado un «abuso» que el Ayuntamiento de Bilbo mantenga las multas a los conductores que se han quedado sin la tarjeta cuando el Consistorio ha admitido que los cambios introducidos este año no se comunicaron lo suficiente al estar solo publicados en la web y la aplicación de la OTA.

Para el club automovilístico, esta situación ha provocado una «indefensión» de los 4.500 conductores que han perdido su tarjeta anual de aparcamiento.

Se reconoce error

«El propio Ayuntamiento reconoce que lo ha hecho mal porque va a mandar una comunicación a los afectados dos meses después», ha manifestado el gerente del RACVN, Eduardo Martínez, quien ha censurado que se siga adelante con las sanciones. Por ello, recomiendan a los propietarios de vehículos afectados protegerse.

El RACVN cuestiona la propia modificación de la ordenanza de OTA. «Por qué una determinada familia no puede tener más de dos vehículos con derecho a OTA? ¿No puede ser que en una misma familia haya distintos vehículos necesarios para sustentar la economía familiar? ¿El de varios adultos que acuden a trabajar a zonas colindantes en horarios donde el transporte público no funciona, por ejemplo?», se preguntan.

«Este error solo está restringiendo el derecho de los ciudadanos de Bilbao, ya que ninguno de esos afectados ha tenido mala fe: no sabían que se había modificado la normativa sobre movilidad ni cómo, y por lo tanto no han tenido el derecho de modificar sus hábitos, en el caso en que lo tuvieran que hacer, ni la oportunidad de defender sus derechos ante el Ayuntamiento o ante un tribunal», exponen, al tiempo que animan a los afectados a recurrir en todas las instancias posibles.