Comités de empresa de las principales factorías de Gasteiz, entre ellas Mercedes y Sidenor, asociaciones vecinales, sindicatos y organizaciones juveniles, así como el movimiento de pensionistas y colectivos ecologistas y feministas, han arropado este lunes a los y las trabajadoras de Enviser, la empresa encargada del mantenimiento de los parques y jardines de la capital alavesa.

La marcha solidaria ha partido a las 18.30 desde la Plaza Nueva, donde se ubica el Ayuntamiento, uno de los agentes implicados en este conflicto laboral, pese a que el Gabinete de Maider Etxebarria insista en que solo puede mediar entre la dirección y la plantilla, que lleva dos meses en huelga para reclamar un convenio propio.

En la movilización se ha informado, además, de que esta mañana han mantenido una reunión con la dirección de la empresa, en la que se les ha comunicado la voluntad de Enviser de rescindir de mutuo acuerdo con el Ayuntamiento el contrato vigente, ya que, según sus palabras, los números no les permiten abordar las reivindicaciones de la plantilla.

«El Ayuntamiento ha ofrecido esa rescisión y está siendo valorada por los servicios jurídicos tanto del propio Ayuntamiento como de la empresa», han explicado.

Este movimiento «podría acercar la solución a la huelga indefinida que se inició hace dos meses», por lo que el comité de huelga ha solicitado una reunión urgente con el Ayuntamiento para recibir información sobre el tiempo que necesitan para sacar y adjudicar el nuevo pliego de contratación, en el que vengan reflejadas las condiciones laborales que la plantilla reclama. «Es fundamental que se realice con toda la urgencia que la situación requiere, para conseguir un acuerdo satisfactorio para todas las partes», ha dicho.

Por tanto, los sindicatos consideran que «ahora mismo la pelota está en el tejado del equipo de gobierno municipal, del que depende la rápida solución a un conflicto que se alarga ya demasiado tiempo y que tanto perjuicio está provocando a la ciudadanía».

En cabeza de la movilización han colocado un ataúd con el que pretendían simbolizar el entierro de Gasteiz como «capital verde» que subyace en la respuesta municipal al conflicto.