Ramon Sola
Aktualitateko erredaktore burua / Redactor jefe de actualidad

El valor del caso Fuentes: «Por primera vez se reconoce que no cabe prescripción en torturas»

La decisión del Comité contra la Tortura que da la razón al vasco Raúl Fuentes es «especialmente importante» porque «por primera vez en un caso individual se reconoce que no se puede invocar la prescripción para negarse a investigar tortura». Así lo ha subrayado el abogado Olivier Peter en Bilbo.

El abogado Olivier Peter, el padre de Raúl Fuentes e Iratxe Urizar, de GEBehatokia, en la comparecencia en Bilbo.
El abogado Olivier Peter, el padre de Raúl Fuentes e Iratxe Urizar, de GEBehatokia, en la comparecencia en Bilbo. (Monika del Valle | Foku)

El aval del Comité contra la Tortura (CAT) de la ONU a la denuncia de Raúl Fuentes, conocido el viernes pasado, ha sido explicado este martes en Bilbo por su abogado, el suizo Olivier Peter, que ha subrayado su carácter pionero. Y es que nunca hasta la fecha se había establecido en un caso concreto que los tribunales no pueden declarar prescrito un delito de torturas. En la comparecencia han participado también el padre y otros familiares de Raúl Fuentes, e Iratxe Urizar y Agus Hernán desde GEBehatokia.

El dictamen del CAT sobre la imprescriptibilidad de la tortura es claro en la resolución, que puede leerse adjunta a esta noticia: «El Comité recuerda que la tortura surte efectos permanentes (…) Para muchas víctimas, el paso del tiempo no atenúa el daño y en algunos casos este puede aumentar como resultado del estrés postraumático, que requiere asistencia médica, psicológica y social que muchas veces no está al alcance de quienes no han obtenido una reparación», dice textualmente.

Los tribunales españoles, sin embargo, despacharon el caso en 2018 afirmando que estaba prescrito. Y añadiendo que la denuncia de Fuentes había sido presentada tarde; algo lógico, apunta el CAT, puesto que se encontraba exiliado.

En sus alegaciones, por cierto, las marcas producto de la «tortura de los lápices» sufrida por Fuentes en la comisaría de la Policía española en Bilbo en 1991 se han intentado justificar desde Madrid alegando que pudieron ser heridas producidas por algún anillo que llevara. Su denuncia refirió, además de esa presión con lápices entre los dedos que provocaba fuertes dolores, golpes, amenazas y un simulacro de fusilamiento en el monte Pagasarri.

90 días

Madrid tiene ahora un plazo de 90 días, hasta finales de julio, para informar de qué medidas concretas va a tomar en cumplimiento de esta decisión. Olivier Peter ha recordado que los nombres de los policías están recogidos en el expediente, por lo que «no será difícil localizarlos e interrogarlos».

Si la Fiscalía no mueve ficha en este caso, como teme, GEBehatokia ya ha hablado con Raúl Fuentes para tomar la iniciativa

¿Cabe tomar alguna iniciativa para el probable caso de que Madrid no haga nada? «Si la Fiscalía, y nos tememos que sea así, decide no actuar, valoraremos la situación, e incido en que en este camino requeriremos el apoyo de los gobiernos», ha avanzado Agus Hernán. Ya han hablado de ello con la víctima, Raúl Fuentes, que sigue preso en Martutene.

El tribunal insta además al Estado español a cuatro cuestiones generales: Garantizar una investigación «pronta, imparcial, exhaustiva, efectiva e independiente» de los casos de tortura; «procesas, juzgar y castigar con penas adecuadas» a sus responsables; dar «reparación integral» a las víctimas; y «adoptar las medidas necesarias para favorecer garantías de no repetición».

Peter: «¿Cómo es posible que tras tantos años ningún juez de instrucción haya acudido al IVAC a ver las ‘carpetas azules’?»


«Es el Poder Judicial quien debe actuar –ha remarcado Peter–. ¿Cómo es posible que tras tantos años ningún juez de instrucción haya acudido al IVAC, con Paco Etxeberria, para consultar las ‘carpetas azules’ y abrir de oficio miles de investigaciones de tortura?». Y ha instado además a revisar las condenas basadas en tortura, porque «decenas de personas siguen encarceladas hoy sobre pruebas ilegales».

Más allá de lo jurídico, Peter ha destacado el «papel fundamental de la sociedad civil» puesto que esta decisión no hubiera sido posible «sin la movilización de los allegados de Raúl ni el trabajo de GEBehatokia y la Organización Mundial contra la Tortura», a los que ha sumado el informe del IVAC en el que se incluyó el caso de Fuentes.

Behatokia: «Pequeñas grietas»

Desde GEBehatokia, Iratxe Urizar y Agus Hernán han saludado que «empiezan a aparecer pequeñas grietas en la monolítica justicia penal» española frente a la tortura. Han citado el caso de Iratxe Sorzabal, admitido por la AN, pero lamentando que «tras tantas décadas de impunidad, la inactividad y el cierre de filas han llevado a la vía muerta de la prescripción a la gran mayoría, por no decir todos los casos de torturas».

Junto a ello han citado que la Ley de Memoria Democrática española ha abierto una vía para presentar querellas contra violaciones de derechos humanos durante el franquismo. «Si estos delitos son imprescriptibles y no amnistiables en dictadura, ¿por qué deben serlo en una supuesta ‘democracia consolidada’?», plantean como contradicción flagrante.

Hernán y Urizar han añadido una apelación a los gobiernos de Lakua e Iruñea para «acompañar en hacer frente al reto colosal que supone otorgar justicia a las víctimas de las gravísimas vulneraciones de derechos humanos del Estado. Se están abriendo oportunidades y las instituciones deben estar a la altura».