La entrada del acuartelamiento militar situado en la calle Juan de Garay, en el corazón del barrio de Irala de Bilbo, ha sido este sábado testigo de una acción directa noviolenta: el bloqueo de la puerta con una gran lona que decía ‘Militarra ez balitz…y si no fuera militar’ y la colocación de un buzón para recoger propuestas vecinales para el uso alternativo al cuartel. Cuatro activistas han sido identificadas por agentes de la Ertzaintza.
Esta acción buscaba visibilizar el contraste entre la utilización actual del espacio —una instalación militar cerrada al barrio— y las necesidades urgentes de la comunidad: equipamientos educativos, espacios verdes, centros de día, bibliotecas o zonas culturales que podrían transformar el día a día de las vecinas que viven en la zona.
«Queremos que este espacio deje de estar vinculado a la lógica militar y empiece a servir para el bien común. Lo que un día fue un hospital bien podría volver a serlo», ha indicado Bota Kuartela.
«Engranaje del gasto militar y del rearme»
«Este cuartel forma parte del engranaje que permite que haya más de 50 guerras en marcha en estos momentos en todo el mundo, que el gasto militar se haya disparado hasta cifras nunca antes vistas en los últimos años y que el rearme en toda Europa sea un hecho. No debemos olvidar que la guerra empieza aquí, tras esos cuatro muros que nos roban un pedazo de 6.500 metros cuadrados del corazón del barrio de Irala. Esas guerras que suceden a miles de kilómetros de nuestros hogares, se planifican tras esos muros que tenemos a solo unos pasos de los portales de nuestras casas», ha añadido.
«Las propuestas populares deben situarse al frente del debate social, hemos asistido en muchas ocasiones a campañas de ‘recuperaciones para el barrio’ de espacios que finalmente han resultado ser especulaciones inmobiliarias encubiertas», ha denunciado.
«Desde Bota Kuartela queremos que Irala recupere ese espacio para lo que las vecinas decidan, ellas son las que lo habitan y las que mejor saben lo que le conviene al barrio y a la ciudad. La noviolencia y la desobediencia son nuestras herramientas para conseguirlo», ha remarcado.

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