M. Danilova (AFP)
WASHINGTON

El curso escolar en Washington comienza con miedo a las redadas antimigrantes

Vecinos, voluntarios y padres acompañaron a la escuela a los niños y niñas el lunes, en el primer día del nuevo año escolar en Washington, en un intento de proteger a los estudiantes de la campaña de deportaciones que ha emprendido el presidente estadounidense, Donald Trump.

Familiares y miembros de la comunidad acompañan a los menores en una escuela de primaria en Washington.
Familiares y miembros de la comunidad acompañan a los menores en una escuela de primaria en Washington. (Andrew CABALLERO-REYNOLDS | AFP)

En una escuela primaria de la capital estadounidense, la multitud hizo sonar silbatos, tocó panderetas y vitoreó a los niños camino a clase, una forma de defenderse ante cualquier acción policial y apoyar a un barrio con un alto porcentaje de población latina.

En toda la ciudad, se organizaron grupos de acompañantes, vehículos compartidos y grupos ante el temor de que los agentes de inmigración pudieran atacar los espacios escolares.

La residente Helena Bonde, de 36 años, se acercó a una escuela primaria en su silla de ruedas para apoyar a las familias inmigrantes que, según ella, están aterrorizadas.

«Todos querían ayudar de alguna manera concreta y útil, y contribuir a que las familias se sintieran un poco más seguras», señaló Bonde a AFP.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) dijo que no tomaría medidas contra las escuelas de Washington el lunes. Sin embargo, no descartó realizar en las instalaciones escolares controles sobre el bienestar de los niños en situación irregular y no acompañados que, según la Administración Trump, necesitan ser rescatados de las redes de tráfico sexual y trabajo forzado.

El lunes «no se verá a agentes del ICE realizando redadas o rastreos», declaró el jefe del ICE, Todd Lyons, a NBC News la semana pasada. «Pero nuestro objetivo... es encontrar a esos 300.000 niños indocumentados y a los menores que llegaron aquí durante la última Administración».

«SE TRATA DE TU ASPECTO»

Selene, una organizadora comunitaria mexicano-estadounidense, admitió que pensó en no enviar a su hija a la escuela, porque incluso las familias latinas que residen de forma regularizada en EEUU han sido objeto de persecución y detención. «No se trata de la situación migratoria. Se trata de tu aspecto, ¿verdad? Si en la calle tienes aspecto latino eres un objetivo, por desgracia», dijo Selene, que se negó a dar su apellido a AFP.

Al final, animada por sus vecinos, acompañó a su hija a la escuela e instó a otros padres y madres a hacer lo mismo. «La comunidad está aquí para apoyarte, no tengas miedo, y vamos a seguir haciendo un gran trabajo. Vamos a seguir ayudando a los miembros de nuestra comunidad. Nuestros hijos que vienen a la escuela necesitan sentirse seguros, y juntos podemos lograrlo», señaló.

Otros estaban demasiado asustados. Blanca, una inmigrante de mediana edad procedente de El Salvador, se acercó a la entrada de la escuela con un cartel en el que se leía, en inglés y castellano: «Cada día es una oportunidad».

La mujer, que no quiso identificarse, dijo que algunas familias habían dejado a sus hijos en casa «porque tienen miedo. Tenemos miedo de salir. No sabemos qué nos va a pasar. No estamos seguros».

EDUCACIÓN OBLIGATORIA

Según el Instituto de Política Fiscal de Washington, en 2023, la capital estadounidense albergaba a unos 25.000 inmigrantes indocumentados.

Si bien las escuelas de la ciudad no recopilan información sobre la ciudadanía de los estudiantes, un informe del “Washington Post” de 2022 estimó que en las escuelas de la ciudad hay entre 3.000 y 4.000 estudiantes en situación irregular.

En California, donde reside la mayor población inmigrante del país, las redadas de ICE provocaron un aumento repentino del absentismo escolar, según la Asociación Nacional de Educación.

Jeffrey Freitas, presidente de la Federación de Maestros de California, citó un fallo histórico de la Suprema Corte de 1982 que estableció que los estados no pueden impedir que los niños «sin papeles» asistan a las escuelas públicas. «Lo que están haciendo es inhumano. Es intentar infundir miedo en estas comunidades», declaró Freitas a AFP. «La educación es obligatoria para todos los estudiantes en Estados Unidos. Eso es lo que tenemos que respetar», sostuvo.

Lora Ries, de la conservadora Heritage Foundation, confirmó que «los niños, independientemente de su estatus migratorio, según la decisión de la Corte Suprema, pueden asistir a escuelas públicas, y no corren ningún riesgo». Sin embargo, añadió que «si alguien está aquí ilegalmente, entonces debe cumplir con la ley».