Durante un acto posterior a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz, la opositora María Corina Machado avaló el asalto de EEUU a un barco con petróleo venezolano
afirmando que «si hay que detener a estos criminales [en referencia al Gobierno venezolano] y recortar los recursos destinados a actividades ilegales es una medida muy necesaria».

Machado lo justificó porque, a su juicio, el Gobierno ha utilizado la enorme riqueza petrolera de Venezuela, que cuenta con las mayores reservas comprobadas del mundo, «para comprar armas que se emplearon para reprimir a sus oponentes».

Las fuerzas estadounidenses abordaron el miércoles un buque cerca de las costas venezolanas y el propio presidente Donald Trump se jactó del acto contra «un petrolero muy grande, el más grande jamás incautado» y difundió sus imágenes del abordaje, llevado a cabo con numerosos efectivos fuertemente armados, helicópteros y lanchas rápidas.

«El buque irá a un puerto estadounidense y EEUU sí tiene la intención de incautar el petróleo», confirmó ayer la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, que indicó que un equipo de investigación interrogó a la tripulación.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, aseguró que la confiscación forma parte de la operación de la Administración Trump contra el «régimen que sistemáticamente encubre e inunda nuestro país con drogas letales y mata a la próxima generación de estadounidenses».

El petrolero fue incautado por orden de un juez estadounidense por sus «vínculos» previos con el transporte de petróleo iraní, sancionado por Washington, aunque en esta ocasión transportaba crudo venezolano.

Piratería

El Gobierno de Venezuela afirmó que se trata de un acto de piratería y de un «robo descarado» y advirtió de que acudirá a instancias internacionales para denunciar este «grave crimen internacional» que se suma «al robo de Citgo», la venta ordenada por un juez estadounidense de la filial de la estatal PDVSA.

«No es la migración, no es el narcotráfico, no es la democracia, no son los derechos humanos, siempre se trató de nuestras riquezas naturales, de nuestro petróleo, de nuestra energía, de los recursos que pertenecen exclusivamente al pueblo venezolano», subrayó el Ministerio venezolano de Exteriores.

El barco enarbolaba una bandera de Guyana, que ha dado su respaldo al despliegue militar estadounidense en el Caribe, y con el que Caracas mantiene una disputa fronteriza. El Departamento de Administración Marítima de Guyana afirmó que se trataba de una falsa bandera.

La incautación se produjo el mismo día en que Guyana firmó un acuerdo para ampliar la cooperación militar con EEUU, sobre todo en la persecución y abordaje de embarcaciones en aguas guyanesas  tras varias semanas en las que EEUU ha matado a más de 80 personas en  bombardeos contra embarcaciones bajo la acusación, sin pruebas, de transportar drogas.

Machado se desvinculó de estas operaciones, aunque, al igual que el asalto al barco, las juzgó necesarias para derrocar a Maduro. «Cada país tiene su propio derecho a la legítima defensa y cuando sienten que su seguridad nacional está en juego, actúan en consecuencia», explicó la Nobel de la Paz sobre los ataques letales.

Aplaudió que estas acciones han sido «decisivas para llegar al punto en el que se está ahora, en el que el régimen está más débil que nunca».

Sí reconoció que está «trabajando de manera ardua» con el Gobierno estadounidense y otros gobiernos de Latinoamérica y Europa para explicarles su plan para una «transición» cuando tomen el poder. La opositora pidió ayuda a «los países democráticos» para nuevas acciones contra Caracas, como bloquear los ingresos del país.

Llegó a apuntar a una rebelión al afirmar que «toda una generación de jóvenes» están «preparados para dar la vida».

Trump ha prometido que «pronto» comenzarán los ataques dentro de territorio venezolano y ayer Washington impuso nuevas sanciones contra los sobrinos de Maduro y seis buques petroleros.

Machado también confirmó que recibió ayuda de EEUU para salir de Venezuela y llegar a Oslo, donde su hija recogió el Premio Nobel en su nombre y a cuya ceremonia no llegó a tiempo. Aseguró que tiene intención de regresar «pronto».


Apoyo de Putin
En una conversación telefónica con Nicolás Maduro, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, expresó su solidaridad con el pueblo venezolano y reafirmó su apoyo a la política del Gobierno venezolano para «proteger los intereses y la soberanía nacionales frente a la creciente presión externa».