
La imagen de familias palestinas, incluidos ancianos y niños, caminando entre puestos de control militares y transportando algunas pertenencias para abandonar el campo de refugiados de Nour Shams en Tulkarem volvió ayer a poner de manifiesto la Nakba continua que sufre el pueblo palestino desde 1948, sometido a la ocupación y a la expulsión de su tierra o directamente al exterminio.
Unas 300 familias se despidieron de los hogares donde tenían su vida ante la orden de evacuación de las autoridades ocupantes para demoler hoy 25 edificios residenciales.
El director de la Unrwa para Cisjordania, Roland Friedrich, denunció que esta nueva orden «se ajusta al patrón que hemos visto con demasiada frecuencia este año, con las fuerzas israelíes destruyendo hogares para permitir su control a largo plazo sobre los campamentos en el norte de Cisjordania, alterando permanentemente su topografía».
Más de 32.000 palestinos han sido desplazados por demoliciones de viviendas, según cifras de la ONU, un desplazamiento forzado que supone un crimen de guerra y que fuentes palestinas elevan a más de 40.000.
Israel ha demolido más de 1.460 edificios en Nur Shams y los campamentos cercanos de Tulkarem y Jenin desde principios de año como parte de una operación militar a gran escala, en la que continúan los asaltos diarios.
A la vez, en Gaza, Israel sigue demoliendo las construcciones que quedan en pie en el territorio que ocupa y del que ha expulsado a la población, al este de la llamada «línea amarilla». Y al otro lado, el temporal se encarga de terminar la destrucción que comenzaron los bombardeos masivos. Al menos 17 edificios residenciales se han derrumbado por completo y 90, parcialmente por las intensas lluvias y los fuertes vientos.
La Defensa Civil Palestina rescató ayer a seis personas, incluidos dos niños, después de que una casa familiar se derrumbara en Ciudad de Gaza. Al menos son ya 12 los muertos por derrumbes o por frío debido a las condiciones en que hacen frente al temporal en las precarias tiendas o en las ruinas de edificios. Israel sigue vetando la mayor parte del material para levantar refugios o reconstruir edificios.
«Un error»
Once palestinos resultaron heridos, varios de ellos de gravedad, por un proyectil de mortero en la ciudad de Gaza. El Ejército de Israel lo achacó esta vez a «un fallo» en un disparo que «erró el objetivo». Los ataques israelíes en Gaza son diarios y ya son 394 muertos y 1.075 heridos durante el alto el fuego.
Egipto refuerza lazos con Israel con un megacontrato de gas
Por encima de la retórica de las tiranías árabes, sus lazos con Israel son cada vez más estrechos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció ayer un acuerdo de venta de gas a Egipto por un valor de 30.000 millones de euros. Israel venderá 130.000 millones de metros cúbicos de gas natural a través de dos fases hasta 2040. Netanyahu se felicitó por «el mayor acuerdo de gas en la historia de Israel» y 15.300 millones de euros irán a las arcas israelíes. «El acuerdo se firma con la empresa estadounidense Chevron y socios israelíes que suministrarán gas a Egipto», añadió.
El gas se extrae del yacimiento Leviatán, situado en parte en aguas de Gaza, por lo que es uno de los claros objetivos de la ocupación.
A la vez que el Cairo colabora con Israel, pide a la comunidad internacional «que intervenga lo antes posible para detener el genocidio sistemático llevado a cabo por Israel» o sostiene su «firme postura respecto a la causa palestina».

Ambulancias de Osakidetza, un servicio de camino a urgencias

Mikel Zabalza gogoan: «Memoriaren herria gara, ezkutuan gorde nahi dutena argitaratuko duena»

El Patronato del Guggenheim abandona finalmente el proyecto de Urdaibai

Ocho de los Filton24 mantienen la huelga de hambre como protesta por el genocidio en Palestina
