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El despertar del dragón


El 19 de junio de 1958, un adolescente que respondía al nombre de Edson Orantes do Nascimento Pelé acababa en Gotemburgo con las esperanzas de la selección galesa de ganar el Mundial de Suecia. La ausencia de John Charles, la estrella de la Juventus en aquella etapa, pesó demasiado sobre las esperanzas de su equipo.

Aquel fue el último partido de los “dragones” en un gran torneo hasta su estreno en la presente Eurocopa ante Eslovaquia. Casi 60 años de derrotas y frustraciones que habían amargado a la afición galesa. Su mejor resultado fue la clasificación para los cuartos de final del Europeo de 1976, con John Toshack como uno de sus referentes, en una época en la que únicamente cuatro equipos disputaban la fase final.

Grandes futbolistas como Ian Rush o Mark Hughes perdieron su última oportunidad de acudir a un Mundial en 1993 después de fallar un penalti ante Rumanía en el encuentro decisivo para obtener el billete a la cita de EEUU. La generación encabezada por Ryan Giggs y que contaba con Robbie Savage, John Hartson o Craig Bellamy, se quedó a las puertas de disputar la Eurocopa de 2004 tras perder ante Rusia en el último play-off.

Una enorme decepción que abrió un nuevo ciclo en la selección galesa. John Toshack y Salva Iriarte fueron los encargados de comandar a los “dragones” durante seis años. Un periodo sin grandes resultados deportivos pero que sentó los cimientos del futuro. En un inicio, se encontraron con un gran rechazo por parte de la plantilla, lo que provocó las renuncias de futbolistas como Savage, Melville, Speed, Blake o Crossley. Frente a ello, buscaron rejuvenecer el equipo con la incorporación de nuevas promesas.

Durante su etapa, el portero Wayne Hennessey, el lateral derecho Chris Gunter, el central Ashley Williams, los centrocampistas Joe Ledley y Aaron Ramsey, el delantero Sam Vokes y el todoterreno Gareth Bale debutaron con la absoluta. El jugador del Real Madrid se estrenó con apenas 16 años, después de asombrar en el Southampton, todavía como lateral izquierdo, pero su potencia, disparo y capacidad para el juego aéreo fueron adelantando su posición con el paso del tiempo. El carismático Joe Allen y los también medios Andy King o David Edwards fueron otros de los futbolistas que dieron el salto al final del mandato de Toshack e Iriarte.

La memoria de Gary Speed

En 2010, nada más colgar las botas y dirigir brevemente al Shelffield United, Gales contactó con Gary Speed para dirigir al combinado. Formaba parte de una lista de aspirantes entre los que también estaban el exrealista Chris Coleman y el actual seleccionador islandés Lars Lagerback. Finalmente, el elegido fue Speed. Las recomendaciones de Mark Hughes y Robbie Savage a los rectores de la Federacción fueron claves en su contratación.

Bajo su dirección, apoyado en el crecimiento de futbolistas como Bale, Ramsey, Ledley o Allen, los galeses fueron el equipo que más mejoró en todo el Ranking FIFA, pasando del puesto 117 al 45 en apenas cuatro meses. Una serie de victorias ante Montenegro, Suiza, Bulgaria y Noruega fueron determinantes para explicar ese ascenso.

Sin embargo, todo se torció la noche del 27 de noviembre de 2011. Después de haber participado en un programa de la BBC y haber acompañado a su antiguo compañero Alan Shearer a presenciar un partido entre el Manchester United y el Newcastle en Old Trafford, Speed se dirigió a su domicilio de Huntington. Se estima que llegó sobre las cinco de la madrugada, dos horas antes de que su mujer Louis encontrase el cadáver del entrenador gales. Las investigaciones no pudieron determinar exactamente si se trató de un suicidio o de un accidente al quedarse dormido. La impactante noticia conmocionó a todo el mundo futbolística en la isla, sucediéndose numerosas reacciones y homenajes también desde la FIFA, la UEFA o el propio David Cameron.

Los aficionados del Leeds United cantaron su nombre durante once minutos en su encuentro ante el Nottingham Forest en forma de homenaje para un futbolista que lució el mismo dorsal en su equipo. El que fuera jugador de Osasuna Hugo Viana, entonces en el Sporting de Braga, mostró una camiseta que rezaba «Gary rest in peace». Gesto similar al de Gareth Bale tras marcar ante el Bolton, cuando enseñó sus botas con el mensaje «RIP Gary Speed». La Federación galesa organizó un partido homenaje frente a Costa Rica el 29 de febrero de 2012. Un encuentro que además supuso el estreno de Chris Coleman como nuevo entrenador de los “dragones”.

El lateral izquierdo Neil Taylor, uno de los futbolistas que debutó bajo su mandato, aseguró que el mejor tributo sería «clasificarse para el Mundial de Brasil». No pudo ser, ya que coincidieron con Croacia y Bélgica en el mismo grupo. Los “diablos” volvieron a cruzarse en su camino hacia la Eurocopa del Estado francés, pero esta vez sí que consiguieron el billete. Un estelar Gareth Bale comandó a su equipo hacia un gran torneo después de 58 años en el desierto.

El ritmo de la Eurocopa

La ilusión se desató en torno al equipo, tanto que el conocido grupo galés Manic Street Preachers creó la canción ‘‘Together stronger’’ (Juntos más fuertes), para animar a su selección. Todo un hit en el país. La Federación renovó a Chris Coleman, premiando su excelente labor, el éxito histórico de volver a un gran torneo, la gestión de una generación espléndida y la inclusión de nuevas piezas como Ben Davies, James Chester o Jonathan Williams.

La Eurocopa no pudo comenzar de mejor forma con un triunfo ante Eslovaquia, la derrota ante la vecina Inglaterra en el último minuto no menguó su ánimo y, finalmente, la victoria ante Rusia le catapultó al primer puesto de su grupo. En octavos, una jugada de Bale fue clave para superar a Irlanda del Norte. La eliminación de los ingleses, sorprendentemente derrotados por Islandia, fue ampliamente celebrado por los jugadores galeses en su hotel de concentración. Serán el mejor equipo británico de la competición, pero no se conforman con eso.

Varios futbolistas han hablado abiertamente de «ganar el torneo». Un camino en el que Coleman ha sabido motivarles, mostrándoles un documental sobre la generación de futbolistas que llegó a cuartos del Mundial de 1958. Según Gareth Bale, «fue muy interesante y quieres empujar a la nación hacia adelante, no solo por nosotros, sino para dar a nuestro país más de una oportunidad para salir y jugar al fútbol. Eso hará que nuestra selección esté más fuerte en el futuro».

La ilusión sigue intacta, ya que en palabras de la estrella galesa «no hay nada mejor que estar en un gran campeonato con tu país, no hay nada mejor. El grupo es increíble y nadie esperaba una hazaña así». Ahora les toca seguir adelante con su sueño, de nuevo ante Bélgica, dragones frente a diablos.

Los humildes galeses no tienen miedo a nada. Tal y como reza el tema de los Manic Street Preachers, «let set the word alight, when Gareth Bale plays, we can beat any side, so come on Wales». O lo que es lo mismo: «vamos a iluminar el mundo, cuando Gareth Bale juega, podemos superar cualquier barrera, vamos Gales». Vamos...