Muchos interrogantes en el inicio de temporada

La temporada no solo se ha puesto en marcha en la elite. También la Segunda División echó a andar el fin de semana y, como sucede con Primera, son muchas las interrogantes, al menos en lo que concierne al grupo vasco. El regreso de un equipo fuerte como el Oiartzun tras su descenso, la aparente apuesta de los equipos profesionales masculinos por sus filiales, el empujón del San Ignacio tras la disputa del último play-off de ascenso, la repercusión en el Athletic B tras el trasvase de jugadoras al primer equipo rojiblanco... Son muchos los factores que dibujan un interrogante sobre los próximos meses.

Lo cierto es que pocos, o nadie, se atreve a dar pronósticos, aunque la sensación general es que, como sucede en Primera, también nivel y exigencia en Segunda crecen cada año. «Todos los años se refuerzan los equipos pero es cierto que ahora las plantillas tienen más nivel –coincide el responsable de fútbol femenino del San Ignacio Roberto Salgado–. Hace unos años, los descensos estaban cantados prácticamente para navidades, había muchas diferencias. Ahora no se sabe casi hasta la última jornada porque hay mucha más igualdad. Y se ha igualado por arriba, hay más calidad en general». Algo que «se nota en todo. En los medios, en que los entrenadores están más preparados.... No quiero que se interprete como una falta de respeto, pero antes cualquiera valía para entrenar pero ahora se busca gente con formación, con experiencia...». También se amplía el abanico, tanto por el impuso al fútbol base, como porque las propias jugadoras quieren dar el paso. «Antes igual les daba más reparo pasar a categoría nacional. Pero ahora, sí porque los medios son mejores, sí porque con la entrada de la televisión hay más visibilidad del fútbol femenino y llama más, por diferentes motivos, están deseando dar el salto» y eso tiene consecuencias claras. «Hay más jugadoras, más competencia, eso eleva el nivel y aunque los equipos se refuercen exclusivamente tirando de la base, la progresión es clara», sentencia.

No tiene tan clara la valoración sobre la presencia de Athletic, Eibar, Osasuna y, ahora, Alavés. «Bueno, el caso del Athletic es diferente, lleva muchos años dedicando mucho trabajo al fútbol femenino. Y el Eibar, aunque sea mucho más modestamente, también lleva ahí mucho tiempo. Lo de Osasuna y Alavés, ya veremos si la apuesta es real o es flor de un día, como pasó antes con Osasuna. Si es solo por figurar... Pero si es real, será bueno para el fútbol femenino, aunque a medio-largo plazo vaya a repercutir en equipos como nosotros con menos medios».

Koldo Fernández también se muestra precavido al respecto. «Es evidente que muchos equipos han creado su sección femenina por una simple cuestión de imagen y con la intención de estar en Primera, que es lo que se ve. Ya veremos hasta dónde llega esa apuesta y qué repercusiones tiene», asegura el presidente del Oiartzun, buen conocedor del esfuerzo que supone para un club sin otro sustento tener a un equipo en la elite. O incluso en Segunda, donde también cree que sube el nivel pese a la escasez, por no decir inexistencia, de ayuda. «Somos los equipos los que echamos un poco el resto», asegura Fernández, que se toma esta temporada de regreso a Segunda «con tranquilidad». El Oiartzun quiere «disfrutar» tras la durísima temporada pasada y, aprovechando la continuidad de muchas veteranas, «ayudar a madurar» a una nueva generación de futbolistas para retomar los objetivos más ambiciosos «a medio plazo».

No descarta nada para este curso «pero ya lo dirá la competición». En eso coincide con el San Ignacio. «Claro que nos gustaría repetir play-off, por lo menos estar en esa lucha, y creo que nos hemos reforzado bien. Pero otros muchos equipos también lo han hecho. La competición nos lo irá diciendo».