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El Gobierno español advierte de que estará «muy vigilante» de los actos de Torra

El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha asegurado que estará «muy vigilante» de los actos del candidato a la Presidencia de la Generalitat, Quim Torra, y de su «posible Gobierno» y que «cualquier ilegalidad será reparada y cualquier vulneración de nuestro marco constitucional será respondida».

Mariano Rajoy, en una imagen en La Moncloa. (Pierre-Philippe MARCOU/AFP)

Por medio de un comunicado, el Gobierno español ha reaccionado al discurso de investidura del candidato de Junts per Catalunya a la presidencia de la Generalitat en el que este ha prometido construir la república y una propuesta de constitución, entre otras cosas, asumiendo la responsabilidad que se deriven de sus actos.

En opinión del Ejecutivo de Rajoy, las palabras de Torra «evidencian la escasa voluntad y capacidad de diálogo» de un grupo parlamentario que «niega la voz» al conjunto de los catalanes y «el entendimiento con el resto de los españoles».

En su opinión, el discurso de Torra ha puesto de manifiesto que no tiene «ningún interés en construir un diálogo en el propio Parlament, en el conjunto de la sociedad y con nadie que no se someta exactamente a sus planteamientos».

El candidato ha ofrecido hoy un discurso «frentista, de pasado» que está «alejado» de lo que la «mayoría de catalanes quieren para el momento presente y para la Catalunya del futuro», afirma el comunicado.

Por ello, considera que Torra «no se ha presentado como el presidente que merecen y que necesitan los catalanes» y, con su intervención «ha renunciado a gobernar para todos ellos y a conectar con lo que la sociedad demanda».

El Gobierno español considera que la sociedad catalana «merece recuperar la normalidad y el sosiego», y superar la fractura social en la que «ahondan» las palabras del candidato que se «instala de nuevo en un discurso sectario y divisorio», renunciando a gobernar para el conjunto de los catalanes y «alentando las tensiones que tanto daño han hecho».

La candidatura de Torra y su discurso «son la constatación de una suerte de cesarismo» que «supedita al interés personal de un individuo, el interés general de todos los ciudadanos» y que se muestra «autocrático y excluyente».

El Ejecutivo español considera que el candidato ha demostrado que «no tiene ningún interés en construir un diálogo» con nadie que no «se someta exactamente a sus planteamientos».

Por ello, concluye subrayando que «estará muy vigilante» de los actos del candidato y de su posible equipo y que «cualquier ilegalidad será reparada y cualquier vulneración de nuestro marco constitucional será respondida».