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Guerra de egos en Repsol Honda

Marc Márquez, cinco veces campeón de MotoGP, tendrá que demostrar una vez más su poderío, sobre todo ante su nuevo compañero, un Jorge Lorenzo que llega a Honda con la intención de volver a ser campeón mundial.

Márquez y Lorenzo, durante la presentación de Repsol Honda 2019 (P.P. MARCOU/AFP)

La retirada –para muchos prematura– de Dani Pedrosa de MotoGP la temporada pasada creó un efecto dominó en la parrilla que se va a ver reflejado este mismo fin de semana con el arranque del Mundial de Motociclismo 2019 en Qatar. El piloto de Sabadell, dos veces campeón de la antigua categoría de 250 cc y una de 125 cc pero ninguna de la categoría reina, ha sido el compañero ideal de Marc Márquez desde que el de Cervera diera el paso a MotoGP en 2013.

Tímido, parco en palabras y sin meterse en ningún charco y enfrentamiento innecesario, Pedrosa ha sido el piloto ejemplar para cualquier escudería, en su caso Honda, con quien ha pilotado en sus 18 años de carrera. El catalán ha sido uno de los mejores a la hora de poner la moto a punto. Y sus salidas magistrales desde la parrilla no quedarán en el olvido a pesar de que siempre se le podrá achacar no haber dado un salto cualitativo para poder ser campeón mundial de MotoGP. En su palmarés aparecen tres subcampeonatos, 54 victorias repartidas entre las tres categorías –31 en MotoGP–, 153 podios, 49 poles y 64 vueltas rápidas.

En esta situación, Márquez ha pilotado muy cómodo a su lado. Eso no quita para admitir que con su innegable calidad y valentía, el leridano se ha ganado a pulso ser uno de los mejores pilotos de la historia (basta haber visto el GP de Portugal de 2010, en 125 cc con Derbi, para comprobar su nivel de pilotaje). Al menos va camino de ello. A sus 26 años recién cumplidos, es cinco veces campeón de MotoGP -uno de Moto2 y otro de 125 cc– y, aunque aún está lejos, si sigue este camino tendrá a tiro los nueve campeonatos de Valentino Rossi. El italiano, con 40 años también recién cumplidos, reparte sus triunfos en cuatro categorías: 125cc (1997), 250cc (1999), 500cc (2001) y es hexacampeón de la MotoGP (2002-2005 y 2008–2009).

Márquez vs. Rossi

Rossi y Márquez se llevan 14 años y un día de diferencia. El italiano fue el ídolo del de Cervera. Ambos se fotografiaron en 2008, cuando el piloto de Tavullia, por aquel entonces de 29 años, se consagró campeón mundial de MotoGP por sexta vez en su carrera. Márquez tenía 15 años. Sin embargo, sus caminos se cruzaron en la máxima categoría y en 2015 despertó la rivalidad entre ambos después de varias maniobras dentro de la pista –como aquella patada de Rossi a Márquez para derribarlo o el catalán sacando fuera de pista al italiano al intentar rebasarlo–, además de acusaciones al leridano de competir en favor de Jorge Lorenzo, el tercer piloto en discordia y principal retador del italiano en la pugna por el título mundial de aquel año. Hoy ya no pueden disimular su enemistad.


Se da la curiosidad de que con la marcha de Pedrosa, Repsol Honda ha contratado a Lorenzo, por lo que será compañero de Márquez. Si bien por aquel entonces ambos pilotos se 'unieron' ante Il Dottore, catalán y mallorquín también han tenido sus piques. El primer rifirrafe lo tuvieron en la última curva de Jerez en 2013 y lo solucionaron un Gran Premio después. Y el más reciente se produjo en el GP de Aragón de 2018, cuando el entonces piloto de Ducati se salió de la calzada en la curva 1 con una lesión en el pie derecho a causa de una maniobra del de Honda.

«Me ha arruinado la carrera y sin duda la próxima, me ha hecho un block pass que no me dejaba entrar en la curva. Espero que venga a disculparse y que no me lo haga más porque tendré que pilotar de una manera que no me gusta», señaló enfadado Lorenzo. Márquez defendió que fue un lance de carrera. «Cuando vas a la zona sucia al frenar en la salida tienes que tener también la sangre fría de no abrir gas a tope», se limitó a decir. Finalmente el leridano llamó al mallorquín interesándose por su estado y a través de las redes sociales Lorenzo reconoció que había sido «un gesto que le honra». Parece que la cosa quedó ahí. Pero habrá que ver cómo actúan una vez se pongan los motores a rugir.

Por aquel entonces Lorenzo corría por segundo año en Ducati tras haber ganado tres campeonatos con Yamaha (2010, 2012 y 2015). Le costó coger las riendas de la siempre indomable moto de la escudería italiana. De hecho, parece que solo Casey Stoner ha sido capaz de sacar rédito a esta moto con su cmapeonato mundial en 2007. En los dos años que Lorenzo ha estado en la escudería italiana, la victoria no le llegó hasta el segundo, exactamente en el GP de Italia en Mugello. Otros dos triunfos más son su bagaje con Ducati. Y tampoco parece haber acabado muy bien su amistad con Andrea Dovizioso, otro de los gallos de la parrilla que querrá demostrar su potencial después de dos subcampeonatos consecutivos. El carácter de ambos siempre ha estado en tela de juicio y cuando la adrenalina sube hasta niveles exigentes, todo puede pasar.

Márquez, al menos, reconoce en una entrevista reciente que «en 2015 me sentía invencible y al final me ganaron, ahí maduré». 2019 también será otra prueba de madurez para él, tal vez la mayor desde que está en MotoGP. Eso sí, de momento no cambia el número '93' -año de su nacimiento– por el '1'. «Con esto soy un poco supersticioso. Soy de las típicas personas que piensan que cuando algo funciona no toques nada». Que así sea y que el espectáculo sea el máximo.