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Orgullo patrio

La segunda jornada del Jazzaldia donostiarra tuvo al jazz vasco como principal protagonista con la presencia del grupo Oreka TX y el quinteto del baionarra Michel Portal en la Plaza de la Trinidad, y el dúo de pianos formado por Iñaki Salvador y Chano Domínguez en el Kursaal.

Oreka TX actuó en la plaza de la Trinidad. (Jon URBE / FOKU)

La popular agrupación Oreka TX presentó en la plaza de la Trinidad su cuarto trabajo discográfico, ‘Koklea’ (Txalap.ART, 2019), el fruto de los últimos años del recorrido musical del quinteto –actualmente formado por Harkaitz Mtz. de San Vicente y Mikel Ugarte (txalapartas de madera, piedra y bambú, además de otros instrumentos de percusión como el bidón, campanas, etc.), Mixel Ducau (alboka, clarinete de madera y saxo soprano), Juanjo Otxandorena (bouzouki) e Iñigo Egia (percusión)–, que sirvió como adelanto instrumental de lo que será su próximo espectáculo.

En una actuación visualmente muy atractiva y con un espléndido sonido de directo cuyo responsable fue Mikel F Krutzaga, interpretaron sus composiciones ‘Ezpalak’, ‘Etzikaramu’, ‘Harri ta ondar artean’ –fruto de su colaboración con la artista saharaui Aziza Brahim–, ‘Herrenka’, ‘Amusia’, ‘Txakabelatz’, ‘Txin’ –composición del guitarrista Ángel Unzu–, ‘Albuk’, ‘Kuliska zuri’, ‘Umane’, ‘Ilargilore’, ‘Dantzazpi’, ‘Harriduraz’, ‘Tango para ballenas’ y ‘A.T.H.’.

Además de sus dos principales protagonistas, brillaron especialmente el percusionista Iñigo Egia y, fundamentalmente, el multiinstrumentista baionarra Mixel Ducau, histórico componente de formaciones como Errobi y Zaldibobo, que confesó haber participado en la primera edición del Jazzaldia donostiarra hace ya 55 años, por lo que bromeó suplicándole al público que no reflexionase sobre su edad.

Cuando la actuación ya había finalizado y daba la sensación de que ya no habría propina, el quinteto volvió a subir a escena para improvisar una pieza con el otro baionarra protagonista de la noche, el ilustre Michel Portal, «decano del jazz vasco».

Tras el descanso, el sensacional saxofonista soprano y clarinetista bajo baionarra volvió a subir al escenario acompañado por un quinteto de auténtico lujo formado por el pianista serbio Bojan Z –realmente Bojan Zulfikarpašić, por lo que resulta perfectamente comprensible que utilice la versión abreviada de su apellido–,  el trombonista Nils Wogram, el contrabajista Bruno Chevillon y el baterista Jeff Ballard, que ofrecieron un espléndido concierto en el que presentaron un repertorio compuesto íntegramente por composiciones propias, tal es el caso de ‘Miro miro’, ‘Jazzoulie’, ‘African Wind’, ‘Max, mon amour’ y ‘Cuba si, Cuba non’, todas ellas de Portal, ‘Slipt the Difference’, del trombonista Nils Wogram, ‘Full Half Moon’, del pianista serbio, y ‘Beat Street’, del baterista Jefferson Ballard.

Jazz de altísimo nivel que demostró, una vez más, que parece que los grandes músicos desafían al paso del tiempo, puesto que el baionarra demostró estar en plena forma a sus nada despreciables 84 años. Fantástico.

«Euscádiz»

El Kursaal acogió al dúo de pianos protagonizado por el donostiarra Iñaki Salvador y el gaditano Chano Domínguez, que volvieron a tocar juntos en el Jazzaldia dos décadas después de que lo hicieran en la 34ª edición (1999).       

A las seis de la tarde, el director del festival, Miguel Martín, hizo entrega del premio Donostiako Jazzaldia al pianista donostiarra, que pronunció un emocionante discurso y quiso dedicar el premio a su hermano mayor Joserra, fallecido recientemente. A continuación, Salvador inició el concierto a piano solo interpretando una improvisación que dio pie a un aurresku, para así dar la bienvenida al pianista gaditano, como marca el protocolo.

Siguió una intervención de Domínguez a solo, que incluyó el estreno de unos apuntes todavía inacabados del gaditano.  Ya con los dos premiados pianistas en escena, el concierto se desarrolló intercalando una pieza del donostiarra y una del gaditano, a modo de «partido de tenis», como el propio Salvador puntualizó. Así, sonaron ‘Como tú quieras’, antiguo tema de Salvador dedicado a Tete Montoliu, ‘Mr. C. I.’, ‘Mind’, ‘Limbo’, tema compuesto por Domínguez durante el confinamiento y que estrenó el día anterior en la plaza de la Trinidad, ‘Ezpatadantza’ –en la que el donostiarra habló de que años atrás la interpretó también junto a músicos andaluces intentando darle al baile tradicional vasco un aire aflamencado y por ello la broma del término «Euscádiz» para ejemplificar la relación entre el País Vasco y Andalucía– y finalizaron con la rumba ‘Para Chick’, tema compuesto por el gaditano en memoria de Chick Corea.

Con el público en pie, volvieron a escena para ofrecer un blues a modo de propina: “Black or White” de Michael Jackson, único tema no propio de la tarde, sobre el que improvisaron haciendo guiños a Thelonious Monk.  

Música de cámara a cargo de Anja Lechner & François Couturier

Dos de los integrantes del Tarkovsky Quartet, la violonchelista alemana Anja Lechner y el pianista francés François Couturier, presentaron su nuevo trabajo, ‘Lontano’, en un teatro Victoria Eugenia que acogió una entrada de público algo más modesta que en los conciertos celebrados el día anterior.   

El dúo vinculado al sello discográfico alemán ECM ofreció un concierto de altísima calidad en una estética mucho más cercana a la música contemporánea de cámara que al mundo del jazz, ya que si bien hubo pequeños espacios para la improvisación, la mayoría de la música estaba escrita. La forma de entender esta improvisación era, además, muy «a la europea», es decir, sin estar sujeta al clásico patrón de swing.   

El ecléctico repertorio que ofrecieron incluía tanto composiciones propias como de autores contemporáneos de diversas partes del mundo. Así, sonaron ‘Sayyid Chant and Dance’, del armenio George Gurdjief (1866-1949), ‘Flow’, del propio Couturier, ‘Impressions íntimes IV’, del catalán Frederic Mompou (1893-1987), ‘Shadow’, de la propia Lechner, una preciosa versión del clásico ‘Alfonsina y el mar’ de Ariel Ramírez (1921-2010), ‘Solaris’, también del pianista, ‘Miniature 27’, del georgiano Giya Kancheli (1935-2019), las composiciones compuestas conjuntamente por los dos integrantes del dúo ‘Solaire 1 y 2’, ‘Vague’, del tunecino Anouar Brahem (1957-), ‘Memory of a Melody’ y ‘Gratitude’, también compuestas por el dúo, y ‘Tryptic’, del pianista.  

Aunque no podemos hablar de que se tratase de un concierto de jazz stricto sensu, toda manifestación musical, siempre y cuando sea de calidad, es sin duda bienvenida.