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Más de 17.000 alumnos de Hego Euskal Herria ponen a prueba nervios y conocimientos en la EvAU

Un total de 17.058 estudiantes de Hego Euskal Herria están poniendo a prueba nervios y conocimientos en la EvAu, la prueba de acceso a la universidad que ha comenzado este martes en Nafarroa y que arrancará mañana en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Estudiantes de Nafarroa, en el primer día de la EvAU. (Iñigo URIZ/FOKU)

Más de 17.000 estudiantes están afrontando la temida EvAU en Hego Euskal Herria en dos tandas diferentes, ya que el alumnado navarro la ha iniciado este martes, mientras que a sus compañeros de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa les tocará el turno este miércoles.

Tensión, pura y auténtica tensión, además de nervios desbocados. Ese es el ambiente que se palpa en la primera jornada de la EvAU, siglas bajo las que se esconde la temida Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad.

A las 9.30 horas comenzaba el primer examen, el de Lengua castellana y literatura, que daba inicio a tres jornadas de exámenes con pruebas mañana y tarde, salvo la última, cuando la tarde del día 9 pondrá punto final a un trabajo que comenzó hace dos años, cuando la mayoría de estos estudiantes iniciaron el Bachillerato.

Entonces parecía que faltaba un mundo para este momento, pero las notas tanto del primer curso de Bachillerato como del segundo marcarán el 60% de la nota final, a la que se sumará el resultado de la EvAU con un 40% para dar la cifra mágica que marcará el destino de los estudiantes de cara a su futuro universitario.

La llamada nota de corte, la que da acceso al grado que se quiere cursar en la universidad, es una auténtica espada de Damocles que pesa en el ánimo de los bachilleres que se enfrentan a la que es la prueba que, en buena medida, puede marcar su futuro.

Paisaje previo a la batalla

Esos jóvenes se van reuniendo en los puntos de encuentro establecidos por los diferentes centros para hacer piña antes de afrontar el momento de la verdad, mientras en las inmediaciones del campus de la UPNA en Iruñea, uno de los escenarios de las pruebas, el atasco ya es notable una hora antes de que empiecen los exámenes.

Vehículos particulares y autobuses pugnan por alcanzar el Aulario, donde se reúnen estudiantes con caras desencajas, algunos dando un último repaso a los manoseados apuntes, y chavales que parecen poseídos por el baile de San Vito y no pueden estarse quietos. El paisaje previo a la batalla evoca en los progenitores recuerdos un tanto lejanos, cuando a muchos de ellos les tocó pasar por el mismo trago.

«Pero nosotros no teníamos tanta presión», reconoce Patxi, que atribuye tanto nerviosismo «a la nota de corte. Es una presión añadida que les toca llevar y que complica todo».

Ana asiente ante sus comentarios. «Ni la selectividad, ni el propio bachillerato era tan terrible hace treinta años. Todo se ha complicado y se ven sometidos a una presión terrible».

Aunque no es así para todos. Iñaki también está nervioso, pero saber que ya tiene plaza en una universidad le da un poco de tranquilidad. «Con aprobar, me vale», señala como quien suelta un mantra destinado a procurarle un poco de sosiego.

Después de varias semanas de repaso a lo ya estudiado durante el curso, el sentimiento general es «que pase de una puta vez», explica contundente Mikel, al que los últimos días, las últimas horas, se le han hecho eternas. El bacalao ya está vendido y se trata de finiquitar una maratón que les está dejando extenuados antes de que se dé el pistoletazo de salida de verdad.

Las ojeras, la sensación de fatiga que se aprecia en los estudiantes evidencia la fuerte tensión, mientras Federico García Lorca, Antonio Machado o Gabriel García Márquez se han convertido en una sombra que les persigue a la hora de afrontar la primera prueba. Algunos todavía repasan el simbolismo del poeta granadino para desesperación de otros compañeros que prefieren ni rozar esos apuntes que les acompañan desde hace meses.

A la cita tampoco pueden faltar Manuel Azaña, Largo Caballero, Niceto Alcalá Zamora, Negrín y el inevitable Franco y sus cuarenta años de dictadura, tras poner fin con una guerra a la experiencia de la Segunda República española.

«¿Suárez cuándo fue presidente?», pregunta un despistado, ya que la llamada Transición también va en el paquete del siguiente examen, el de Historia. No falta un alma caritativa que se encarga de situar en el hilo temporal al líder de la UCD para descanso del necesitado, ya que la mayoría se ha hecho el sueco, por desconocimiento o falta de ganas, mientras algunos parecen un monje tibetano sumido en profundas meditaciones.

Otros prefieren centrarse en que llevan lo que necesitan para poder hacer el examen, como el pago del derecho a presentarse al examen o el carnet de identidad, documentos imprescindibles para tener opción a afrontar la EvAU.

Llega la hora de dejarles en paz, hacer mutis por el foro y cruzar los dedos, porque el tiempo, inexorable como «exterminador del ser humano», que diría Machado, pasa inmisericorde y llega la hora de la verdad.

«Suerte» es la palabra que más se repite entre unos progenitores que están casi más nerviosos que los propios interesados, como «si fuera yo la que se examina», señala Raquel. Suerte hasta el infinito y más allá, y que debe durar por lo menos tres días, ya que el telón no ha hecho más que levantarse.

Más mujeres que hombres

Por este proceso están pasando en Nafarroa un total de 3.708 estudiantes, lo que supone 161 menos que en la convocatoria del año pasado. De ese conjunto, 2.139 son mujeres, un 58%, mientras que los 1.569 restantes son hombres, un 42%. Por modelos lingüísticos, un total de 2.756 alumnos y alumnas realizan la prueba en castellano y los 952 restantes, en euskara, según los datos aportados por Ana Zabalza, responsable de la EvAU en Nafarroa, que se está realizando en los campus de la UPNA de Iruñea y Tutera.

En capilla están sus 13.352 compañeros de la CAV, que mañana iniciarán las pruebas. De ellos, 12.105 han cursado Bachillerato; 662 que han completado un Ciclo Formativo de Grado Superior (FP) y 585 proceden de cursos anteriores que se presentan a asignaturas específicas para subir nota. El número total es similar al registrado el año anterior, cuando se matricularon 12.782, según ha precisado la UPV/EHU.

Las pruebas se desarrollarán durante tres días, hasta el viernes día 10, en 39 tribunales. Todos ellos tendrán su sede en la Universidad del País Vasco, a excepción de uno en Eibar que se repartirá entre la Escuela de Ingeniería de Gipuzkoa y Uni Eibar-Ermua.

Una vez pasados los tres días de exámenes, desde la UPNA han informado de que los resultados de la convocatoria ordinaria podrán conocerse el 15 de junio y la tarjeta de calificaciones podrá descargarse a partir del 22 de este mismo mes.

Aunque los aprobados se suelen situar por encima del 90%, no faltan los suspensos o estudiantes que no se han podido presentar en este momento. Para ellos queda la segunda oportunidad de los exámenes de la convocatoria extraordinaria, que tendrán lugar los días 28, 29 y 30 de junio y, en este caso, los resultados estarán disponibles el 5 de julio y la descarga de la tarjeta se hará el 19 de julio.