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Doncic e Irving firman mucho más que números para dar a Dallas el 0-1 en la Final del Oeste

33 puntos para el esloveno, incluyendo un robo y la canasta decisiva en el minuto final, más 30 de un Irving que ha sostenido a los Mavs cuando peor estaban, han dado el triunfo a los texanos sobre Minnesota por 105-108, un resultado que rompe el factor cancha en la Final de la Conferencia Oeste.

Kyrie Irving y Luka Doncic, fundidos en un abrazo tras ganar en Minnesota. (Stephen MATUREN | AFP PHOTO)

MINNESOTA TIMBERWOLVES 105 (0) - DALLAS MAVERICKS 108 (1)

El baloncesto es un juego colectivo en el que la individualidad, bien entendida, aporta al esfuerzo grupal. Es por eso que los 33 puntos de Luka Doncic o los 30 de Kyrie Irving, por sí solos, solo conforman números. Pero así el base norteamericano como el alero esloveno han sabido hacer valer esos puntos cuando más dolor podían causarle a los Minnesota Timberwolves, que han perdido el factor cancha después de este primer partido de las Finales de la Conferencia Oeste, a pesar de haber ido por delante hasta el último cuarto.

Justo el día en el que Doncic ha formado parte del Quinteto ideal de la NBA junto con el serbio Nikola Jokic, el griego Giannis Antetokounmpo, el canadiense Shai Gilgeous-Alexander y el estadounidense Jayson Tatum, el esloveno ha dado un paso adelante en el último cuarto para poder voltear el marcador a favor de los Mavs. No ha sido una remontada épica de la franquicia texana, ni mucho menos. Han conseguido mantenerse a rueda de los Wolves que en cierta medida han pagado su bisoñez en estas lides, ya que la única vez que Minnesota pisó la Final de la Conferencia Oeste –una vez que los Lakers abandonasen Minneapolis para irse a Los Angeles– fue en 2004, con Kevin Garnett a la cabeza. En cambio, Dallas disputó las Finales de Conferencia en 2022, por más que terminasen cediendo por 4-1 ante los Warriors. En ese sentido, si el último cuarto ha sido de Doncic, este le debe más de medio partido a un concentradísimo Kyrie Irving, que ha estado al quite en los peores minutos de los texanos.

El escaso acierto en el triple de Dallas –6 de 25, por un exagerado 18 de 49 Minnesota– ha obligado a los entrenados por Jason Kidd –miembro de la plantilla que en 2011 ganó el anillo con los Mavs– ha compensar su desacierto desde el rebote, donde han superado la muralla que conforman los Karl-Anthony Towns y Rudy Gobert para hacerse con ocho rechaces más –48 frente a 40– y también buscar la pintura casi con desesperación a base de penetraciones y continuaciones para sumar 62 tantos, por 38 de su rival.

Estatus de estrella

A estos niveles, todo suma, hasta las jugadas defensivas acertadas. Luka Doncic jamás será un defensor excelso, ni por cerca, pero en el último cuarto ha consumado un par de robos, uno para frenar un «alley oop» providenciales para la suerte del partido. El propio jugador balcánico, fecundo en las protestas a los árbitros hasta volverlo tan insoportable como cuando defendía los colores del Real Madrid, ha propiciado una revisión de los colegiados en la parte final del choque. Con 102-104 en el marcador, Karl-Anthony Towns ha palmeado a canasta un lanzamiento errado por los Wolves, pero en la NBA existe la regla de que el balón no se puede tocar si circunda el aro, hasta que se vea claramente que no va a entrar. En el momento en el que el internacional dominicano ha agarrado el balón para machacarlo, el esférico aún dudaba si entrar o no y no ha habido más remedio que anular su enceste.

Solo ha faltado que Doncic se haya coronado con dos nuevas jugadas en el último minuto. Primero, con la citada intercepción a un «alley oop» destinado a Rudy Gobert y segundo, con una canasta que ha allanado el camino a los Mavs al 0-1. Los Wolves han decidido no lanzar ayudas en la defensa del esloveno, dejando a Jaden McDaniels –máximo anotador de los Wolves con 24 puntos, por otro lado– con el «marrón» de cubrirlo.

El alero esloveno, con su habitual juego lento en apariencia y lleno de fintas, se ha creado el espacio suficiente para, con su habitual «fade away» –lanzamiento que se realiza saltando hacia atrás para evitar el tapón– describir una parábola que ha entrado limpiamente y ha silenciado al Target Center. Ahí sí tiene pleno sentido que una estrella reclame su estatus.

«Es fantástico, pero solo es un partido, tenemos que regresar aquí y jugar de la misma forma», ha afirmado Doncic. «No nos podemos relajar, tenemos que jugar con la misma intensidad», ha añadido.

Con todo, este duelo ha mostrado que los Wolves están perfectamente preparados para competir. Mucho más cuando Minnesota está en las Finales de Conferencia después de destronar a los vigentes campeones, los Denver Nuggets.

Un cambio de época

Como queda dicho, Doncic, Jokic, Giannis Antetokounmpo, Shai Gilgeous-Alexander y Tatum han sido elegidos en el Quinteto Ideal de la NBA, en unas votaciones que han evidenciado un cambio de época, donde varios de los referentes absolutos de las últimas décadas empiezan a dejar paso.

Así, sorprende ver a Kevin Durant en el segundo quinteto, junto con Jalen Brunson (New York Knicks), Anthony Davis (Los Ángeles Lakers), Anthony Edwards (Minnesota Timberwolves) y Kawhi Leonard (Los Ángeles Clippers).

LeBron James no aparece hasta el tercer equipo All-NBA. Junto a él, figuran Devin Booker (Suns), Steph Curry (Golden State Warriors), Tyrese Haliburton (Indiana Pacers) y Domantas Sabonis (Sacramento Kings). El paso del tiempo es inexorable. Y así sea.