Turquía tenía mucha prisa: un gol de Demiral a los 57 segundos abre el camino de cuartos (1-2)
El turco Merih Demiral ha marcado el gol más rápido de la historia en las eliminatorias, el segundo tras el de Albania en la fase de grupos, y en el 59 el mismo jugador ha certificado el pase no sin antes sufrir con el 1-2 de Gregoritsch en el 66. El acoso austríaco no ha terminado en derribo.
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Bonito, precioso, emocionante, de esos que gusta ver. Así ha sido el duelo de octavos de final entre Austria y Turquía. Idas y venidas. Y goles. No gustará tanto a los seleccionadores, pero los aficionados mandan en este deporte, y se agradece este tipo de juego. Los jugadores turcos se han llevado la victoria, con mucho sufrimiento; los austríacos, la gran sensanción del torneo, se han dejado la piel por intentar empatar. El fútbol gana.
En cuartos se verán las caras con Países Bajos. Pero el rival de los neerlandeses bien podría haber sido otro. Turquía se ha adelantado prontísimo, a los 57 segundos –el gol más rápido de la historia en las eliminatorias, el segundo tras el de Albania en la fase de grupos, que fue a los 23 segundos–, por mediación de Merih Demiral. Y el mismo jugador ha anotado el 0-2, en otro corner casi idéntico, en un cabezazo, en el minuto 59.
Austria ha despertado y ha logrado reducir distancias en el 66, con lo que ha aprovechado para acosar a los turcos, que se han defendido con uñas y dientes para llevarse el triunfo.
Turquía ha iniciado el partido con la presencia de Arda Güler en la punta de ataque y con las novedades de Kökçu, Bardakci y Ayhan en su once inicial. Las ausencias por sanción de Akaydin y de Calhanoglu han obligado al seleccionador Vincenzo Montella a variar su alineación, de la que además, por motivos técnicos, se ha caído Ozcan para dar entrada a Ayhan.
Mientras, Austria, después de rotar en su anterior encuentro, ha vuelto a contar con Baumgartner y Laimer en su alineación.
Sin embargo, cuando aún todo el mundo se estaba situando para presenciar este interesante duelo, ha llegado el gol de Merih Demiral a los 57 segundos. Demiral ha aprovechado un balón suelto a la salida de un corner lanzado por Arda Güler para abrir el marcador.
Instantes después, Austria ha podido empatar con una ocasión de Christoph Baumgartner, que no ha acertado a rematar otro saque de esquina que se ha paseado por la portería defendida por Mert Günok.
El partido ha sido de idas y venidas. En otra ocasión, Arda Güler lo ha intentado desde el medio campo, pero su disparo se ha marchado desviado.
Durante el resto del acto inicial, Turquía ha defendido bien el resultado, aunque Baumgartner ha tenido el empate en la última jugada antes del descanso.
Goles y emoción hasta el final
El inicio de la segunda parte ha sido otra cosa. Austria ha salido con todo, a lo que nos tenía acostumbrados en esta Eurocopa. En los primeros diez minutos ha tenido hasta cinco ocasiones claras de gol, incluso un mano a mano. Pero como se suele decir en estos casos: si no aciertas tus ocasiones...
Y ahí ha estado, de nuevo, Merih Demiral. En un saque de esquina calcado a del primer minuto del partido, el defensa ha cabeceado a las redes un gran centro de Arda Güler al que ni la defensa ni el guardameta austríacos nada han podido hacer.
Este gol ha tranquilizado a Turquía cuando aún restaba media hora de partido. Ha tranquilizado tanto, que en el 66 Gregoritsch ha recortado distancias al rematar una prolongación en otro corner.
Ha comenzado el acoso austríaco, que no derribo. Porque Turquía hoy estaba tocado por la varita. Al igual que en el tempranero gol, los turcos tenían prisa porque se acabase el duelo, pero esta vez el reloj ha ido muy lento.
En esas, el guardameta Mert Günok ha sido el héroe inesperado, al sacar a bocajarro un gol cantado de Baumgartner. ¡Paradón! Finalmente, y con mucho sufrimiento, han logrado mantener el resultado.