Surfrider critica a la UE por la contaminación en aguas recreativas
La UE ha decidido no revisar una directiva obsoleta que ignora parte del litoral, dejando fuera contaminaciones invisibles que pueden afectar a quienes disfrutan del baño y los deportes acuáticos, así como a los ecosistemas.
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Surfrider Foundation Europe ha vuelto a alzar la voz para denunciar la inacción de la Comisión Europea frente a la contaminación de las aguas recreativas. La ONG critica que la UE haya decidido no actualizar una directiva que consideran obsoleta. Actualmente, esta ley ignora gran parte del litoral y deja fuera contaminaciones invisibles que pueden impactar tanto a los bañistas y deportistas acuáticos como a los ecosistemas marinos.
Aunque las cifras oficiales parecen optimistas, prueba de ello el último informe europeo que asegura que el 85% de las zonas de baño cumplen los estándares más exigentes, Surfrider advierte que esta evaluación es engañosa y peligrosa. Solo se analizan dos bacterias (E. coli y enterococos), exclusivamente durante el verano y en playas reconocidas como zonas de baño, dejando sin datos a quienes practican deportes como surf, paddle surf o snorkel fuera de temporada o en áreas no catalogadas.
Según ha explicado Xavier Curto, de Surfrider España, realmente «no se conoce lo que hay en esas aguas, porque no se mide». La ONG considera que la evaluación actual es incompleta y desfasada: no responde a los desafíos ambientales y de salud pública de la actualidad. Además, critica que la Comisión Europea haya decidido no revisar la Directiva sobre aguas de baño (2006/7/CE), una norma próxima a cumplir 20 años, pese a sus claras limitaciones. «El nivel de ambición de la Directiva no está en consonancia con el Pacto Verde Europeo ni con el Plan de Acción de Contaminación Cero, y tampoco responde al conocimiento científico actual», ha afirmado Curto.
Áreas no detectadas y peligros invisibles
Aunque E. coli y enterococos son buenos indicadores bacteriológicos, focalizarse sólo en ellos esconde riesgos importantes. Quedan fuera contaminantes químicos, proliferaciones de algas tóxicas, microplásticos o bacterias resistentes a antibióticos, amenazas que pueden pasar desapercibidas y suponen retos reales para la salud pública y la protección ambiental. Surfrider insiste en que este vacío representa un punto ciego y evidencia una clara inacción institucional en la protección sanitaria y medioambiental.
Las propuestas de Surfrider
Surfrider pide una revisión urgente y profunda de la Directiva, con una vigilancia más amplia y ambiciosa que contemple todo tipo de contaminación, monitorización durante todo el año y un mejor acceso público a la información. Reclaman además recursos y herramientas adicionales para que los Estados rehabiliten y mejoren sus aguas de baño, y que se incluya a los usuarios de deportes acuáticos en los controles, no solo a los bañistas de temporada.
Pese al reciente revés institucional, Surfrider asegura que seguirá reclamando ante las instituciones europeas una normativa más acorde a los desafíos actuales. Además, reforzarán su labor de sensibilización y movilización ciudadana en el Estado español y Europa, defendiendo la calidad y auténtica protección de las aguas recreativas y quienes las disfrutan, cada día del año.